Fotos: colaboración "Las Paulas''


Claudia Chávez y Fabiana Jácamo se conocen desde 4º grado. Desde ese momento compartieron toda la primaria y la secundaria en el Colegio El Tránsito. Aunque nunca fueron mejores amigas una de la otra, siempre simpatizaron y se divirtieron juntas, especialmente cuando llegaba la hora de la materia Actividades Prácticas y había que desembolsar las dos agujas o la de crochet o la de bordar y el ovillito de lana o de hilo para unir puntos que dieran forma a una larga bufanda multicolor. 


Después de esa etapa, cada una siguió su camino: Claudia casi fue Trabajadora Social, tiene el título de Técnica en Administración Pública, trabaja en la Dirección de Mutualidades, es presidenta de la Asociación Civil Diferentes-Iguales, es mamá de Ezequiel, Mariana y Lucas y en unos meses será abuela mientras que Fabiana es ama de casa, estudió Informática pero pronto abandonó para dedicarse a su familia -su esposo, sus hijos Santiago y Rocío-, a hacer actividad física y a capacitare en cuánto curso le abría las puerta a nuevas tramas, bordados, puntos y técnicas. Ellas no se vieron más. 


Sin embargo, esos lejanos recuerdos de las clases de manualidades guardados en la memoria volvieron a cobrar vida en el reencuentro por los 25 años de egresadas en el 2014 y no sólo eso, al poco tiempo de eso, tomaron vida propia cuando se animaron a asociarse en un proyecto común al que le pusieron de nombre "Las Paulas'', en un intento por homenajear a la madre de Domingo Faustina Sarmiento, un buen exponente de las habilidades al telar. Con ese proyecto estas emprendedoras cumplen varias funciones, ya que no sólo visten a otros (ellas venden), sino que se han propuesto abrigar al que más lo necesita, enseñar a quien pueda servirle (capacitan y dan talleres todos los sábados a personas interesadas) y, especialmente, contagian a quien tiene ganas de ponerle +puntos+ diferentes, enlazados y creativos a sus rutinas ya que promueven que sea una salida laboral para quien no tiene trabajo. De hecho, son las impulsoras de un encuentro de tejedoras -que cuenta con el aval de los ministerios de Desarrollo Humano y Turismo y Cultura- que finaliza hoy (ver recuadro Punto por Punto) y que pretende rescatar aquellos saberes ancestrales que supieron transmitirles sus maestras y sus abuelas no sólo a ellas sino a un montón de sanjuaninas expertas en estas artes. Su objetivo es que no se pierda el gusto por los tejidos.


"Nos dimos cuenta que el tejido nos unía y a su vez nos permitía desarrollarnos. Entonces después de un proceso de trabajo, tramitamos nuestra marca colectiva con la que salimos al mercado como producto textil -realizan a pedido prendas tejidas y bordadas de todo tipo- pero también nos propusimos generar un espacio de trabajo comunitario. De hecho, hasta contagiamos a un grupo de amigas -son 11 ex-compañeras que se autodenominan "Las culillas''- con quienes nos juntamos una vez al mes a tomar mate, comer cosas ricas mientras tejemos y bordamos, para nosotras y para otros. Hace unas semanas llevamos a La Rioja un cargamento de gorritos, chales, bufandas y mantelitos para los abuelos de un hogar de ancianos'', cuenta feliz Claudia.


Pero eso no es todo. Buena parte de la actividad solidaria la canalizan por la Mesa Provincial de Responsabilidad Social, de la que "Las Paulas'' son miembro. A través de este ente, desde hace 3 meses están dando talleres gratuitos a hombres, mujeres y niños del barrio Costa Canal III, en Capital, todos los jueves. Pronto comenzará a dar actividades similares en La Bebida. En estos espacios, cada uno teje lo que quiere o lo que necesita. Así las prendas se multiplican y el saber, no se pierde.

El dato
Para contactarse con "Las Paulas'' se puede ingresar en su página de Facebook o a través de los teléfonos 264408222 y 2645065264.


Punto por punto


El Encuentro Provincial de Tejedoras termina hoy con una serie de actividades participativas e interesantes para quienes tejen pero también para quienes no. La entrada es libre y gratuita. Desde las 11:30 se comenzará a tejer un enorme Atrapasueños en el predio del Mercado Artesanal Luisa Escudero (ubicado en calle Pedro Echague y España). A las 17, habrá un desfile de prendas a dos agujas y crochet y desde las 11 hasta finalizar habrá una feria de las labores que hacen los Talleres Comunitarios.


Así se cerrará un evento que por primera vez se realiza en la provincia, en el que se abordaron temas y demostraciones de teñidos naturales de lanas, tejidos a dos agujas, a máquina y a mano (telar, crochet, tricot, macramé), hilado en rueca eléctrica, diseño y moldería, marketing social. 



Lana-terapia

Dicen que tejiendo se fortalece el corazón


Marcia Lara Gil sabe tejer. Lo aprendió de la mano de su abuela. Y más allá de verlo como una artesanía, lo analiza profesionalmente hablando como fenómeno. Es psicóloga -trabaja en la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia- y docente auxiliar integradora en un colegio de Rawson. Y como tal descubrió los alcances de la llamada "Lana-terapia'', una modalidad terapéutica que, como la mayoría de las actividades recreativas, presenta grandes beneficios para alcanzar el equilibro cuerpo-mente, permite alcanzar una sensación de bienestar personal y ayuda, entre otras cuestiones, a reducir los niveles de tensión y estrés.


"El tejido es una actividad histórica, realizada antiguamente con meros propósitos recreativos e incluso económicos, dada las necesidades. Hoy se ha convertido en un estilo terapéutico que promueve la tranquilidad a quien lo realiza, le permite alcanzar la tan deseada paz mental, actualmente alterada por las intensas rutinas. Inclusive hay grupos de tejidos que si bien se reúnen con este propósito, también usan ese espacio para socializar y compartir momentos enriquecedores'', dice, invitando a quienes aún no han probado hacer algo con sus manos, a romper mitos.


Entre algunos beneficios que la profesional encuentra en el tejido a mano cita el mejorar la actividad cerebral (al tejer se aumenta la coordinación cerebral, trabajan los dos lados de los hemisferios cerebrales, mejora la capacidad psicomotriz y ayuda a desarrollar el lado creativo, la inteligencia y la coordinación, se potencia la atención y la memoria), mejora el estado de ánimo, mejora la autoestima (el hecho de poder plantearse un objetivo y poner la mente en ejecución para alcanzarlo, produce en cada persona un estado de plenitud y satisfacción absoluto), entre otros.


"Si tengo que recomendar algo a las tejedoras y tejedores, que los hay, es que se nutran de la experiencia de tejer con amigos o personas que compartan su interés y disfruten la grata vivencia de encontrarse a través del tejido. Es muy sano canalizar las emociones mediante este acto manual, pero también hay que permitirse ser guiados por un profesional, que indique cual es el camino para "destejer" sus emociones y pensamientos, para poder así tener una mayor compresión de lo que nos sucede'', asegura.