La duquesa de Alba representa cinco siglos de linaje ducal y una de las primeras familias aristocráticas sobrevivientes de la vieja Europa. En todo ese tiempo, han confluido progresivamente títulos de grandeza nobiliaria y hechos históricos memorables. Puede presumir de ser la persona con la sangre más azul y noble del mundo, ya que tiene más títulos nobiliarios que la reina de Inglaterra y es prima del rey de España. Titular de la Casa de Alba o de los Duques de Alba de Tormes, familia noble española cuyos orígenes datan del siglo XIV, a pesar de su parentesco, a Juan Carlos de España le llama "mi señor" y lo visita muy de vez en cuando. Conversar con ella es estar frente a un gran personaje, pero al mismo tiempo a una persona sencilla que no marca distancia con la gente, y cuando se le habla de esa humildad suya, la atribuye a la educación inglesa recibida desde muy chica, la misma que impuso a sus hijos.
Amor de verano que terminó en boda
Adelantada a su tiempo, expeditiva, moderna, María del Rosario Cayetana, Alfonsa, Victoria Eugenia, Francisca Fitz-James Stuart y de Silva, XVIII duquesa de Alba, es una distinguida figura social. Heredera de una fortuna incalculable, que administra personalmente, siempre subraya su espíritu de artista: en una Feria de Sevilla comentó que de chica quería ser pintora, bailaora o bailarina de ballet. En octubre del año pasado se casó por tercera vez y en esta ocasión con Alfonso Diez Carabantes. Sus primeros maridos fueron el abogado Luis Martínez de Irujo, padre de todos sus hijos y el ex sacerdote jesuita Jesús Aguirre, ambos fallecidos. A sus 85 años (28 de marzo de 1926) ella asegura que es feliz con esta edad, y cuando en su entorno se habla de su salud de hierro, lo ratifica aclarando que sólo nota la edad en los tacones que ahora no puede usar…
Persona cercana a la aristocracia española, vinculado al mundo de las antigüedades, el ahora duque consorte (título testimonial), que tiene 56 años y es soltero, confesó que Cayetana fue su amor secreto durante los últimos treinta años. Lo seguro es que ella repitió más de una vez en público y en privado que no quería estar más sola. Enterado de la boda el periodista Jaime Peñafiel, indiscutible autoridad sobre estos temas, autor de un libro sobre las bodas de la realeza europea a las que asistió desde los años 50, opinó que no podía creer que la duquesa "se haya vuelto loca".
Una andaluza de fina estampa
Mujer de confesadas creencias católicas, antidivorcista y antiabortista, a la ceremonia en la que contrajo matrimonio, realizada en la capilla del Palacio de las Dueñas, lujosa residencia típicamente andaluza de los siglos XV y XVI en el corazón de Sevilla, sólo asistieron cuatro de sus seis hijos, ya que la menor, Eugenia, se encontraba internada en Madrid por un brote de varicela, mientras Jacobo comunicó que no podría llegar por un viaje de trabajo ya previsto con anterioridad. También la acompañó un grupo de amigos de la familia.
Cayetana de Alba lució en la ocasión un vestido color rosa pálido de los modistos sevillanos Victorio & Lucchino y zapatos de Pilar Burgos, a tono con su costumbre de vestir muy bien (últimamente usa pulseras en el tobillo de su pierna izquierda), para lo cual recurre a grandes marcas y conocidos modistos, eligiendo generalmente colores muy vivos.
Veinte palacios y amiga de los gitanos
Los Alba son propietarios de una de las mayores fortunas de España con más de 34 mil hectáreas de propiedad, es decir casi mil veces más que el Estado Vaticano (44 ha.). De todo ello pueden mencionarse 20 palacios y castillos, propiedades inmobiliarias, fincas agrícolas, sociedades y participaciones bursátiles. También poseen una de las mas calificadas colecciones privadas de arte de España, que se conservan en los citados palacios y castillos pertenecientes a la Fundación Casa de Alba, algunos de los actuales fueron cedidos a instituciones del Estado para su mejor conservación y uso. Por decisión de la actual duquesa se permite la exhibición pública de todas las colecciones en las que figuran obras de Goya, Velázquez, Tiziano, Rubens, Ribera, Rembrandt, entre otros, a lo que se suman una biblioteca con 30 mil libros, entre los que destaca una Biblia de Alba de 1433, y 21 documentos autógrafos de Cristóbal Colón. Por otra parte, la marca Casa de Alba cotiza con sus empresas con beneficios de más de 2 millones de euros anuales.
Cayetana ayuda desde hace muchos años a la Cruz Roja española, hace beneficencia en colegios y hermandades. Devota del "Cristo de los Gitanos", la he visto reunida con gitanos en Sevilla, quienes le plantean con frecuencia sus problemas. Ellos la quieren y admiran como una gitana más. Además, a la duquesa le gusta ensayar baile todas las semanas, especialmente flamenco y sevillanas, para poder estar a tono en las fiestas populares. A su vez, muchos sevillanos saben que acostumbra comprar caballos viejos para llevarlos a morir en paz a alguno de sus campos. Quizá por todo eso se le llama también "la duquesa del pueblo".
Así, Cayetana de Alba vive cada día "como si fuera el último", suelen decir en Sevilla. No hace ostentación, y si no fuera porque vive en un palacio, y en el centro de Sevilla, cualquiera diría que es "la señora de la otra esquina".

