En San Juan, durante sus últimas visitas, reconoció emocionada que era la única artista sobreviviente del imborrable espectáculo realizado en febrero de 1944 en el Luna Park de Buenos Aires a beneficio de los damnificados por el terremoto de San Juan. Escenario histórico donde se conocieron Perón y Evita. Por eso a nadie sorprende que sea también el exclusivo personaje del mundo del espectáculo de su edad que sigue vigente, y que ahora protagonizará un sonado retorno a la ficción en "La Dueña", por televisión. Mientras tanto, el jueves 23, con su legendaria sonrisa y su mente más encendida que nunca, apagó 85 velitas.
Fue un día muy especial para Rosa María Martínez Suárez, la celebérrima actriz y presentadora que ya nuestros abuelos y hasta algunos bisabuelos conocieran como Mirtha Legrand. Pero no fue un cumpleaños más. Por un lado, el acontecimiento coincide con el reciente anuncio de su regreso a la actuación, y por otro, se ratifica su condición de artista en el candelero con 71 años de carrera, 36 películas, 11 obras teatrales, la conducción de varios programas radiales y televisivos, especialmente el emblemático "Almorzando", que llegó a sumar 42 temporadas.
Distintas versiones biográficas publicadas coinciden en reconocer que Mirtha, que nació en Villa Cañás, departamento Gral. López, Santa Fe, el 23 de febrero de 1927, viene de una familia humilde. Sin embargo, tuvo dos niñeras y pudo estudiar teatro desde muy chica, a tal punto que ya en la década del ’30, coincidiendo con los primeros pasos de nuestra Radio Colón de San Juan, el presidente Roberto Ortiz la distinguía por sus incipientes actuaciones radiofónicas y teatrales. Simultáneamente, el histórico director de cine Luis César Amadori ("Dios se lo pague", "Hay que educar a Niní", ¿’Dónde vas, Alfonso XII?", etc.) la descubría para la pantalla grande. Así, con 14 años de edad hizo su primer papel protagónico. Fue en "Los martes, orquídeas", donde compartió escena con Libertad Lamarque, Tita Merello y Niní Marshall. Posteriormente trabajó en otras películas junto a reconocidos artistas como Juan Carlos Thorry, Osvaldo Miranda, Paulina Singerman, Irma Córdoba y Carlos Estrada.
Marido y jefe
Poco se ha hablado a lo largo de su vida de su primer amor, un militar cordobés con quien llegó a salir menos de un año. Parece que fue lo que hoy se conoce como un "amigovio". Hasta que aparece en su camino (mientras grababa el filme "Cinco besos") Daniel Tinayre, director de cine franco-argentino, quien sería el hombre de su vida. El tenía 36 años y ella 19 cuando se casaron en 1945, es decir en la línea de las edades de los matrimonios de la época. La idílica revista "Radiolandia" se dio el gusto de adquirir la exclusiva de esta boda, y así vendió nada menos que 40 mil ejemplares, todo un récord para la época y aún hoy. Nutrida y exitosa, su trayectoria cinematográfica se extendió hasta 1965, pero tuvo su momento clave cuando comenzó a ser dirigida por su marido, quien en 1968 inventó, una fórmula que le permitiría a Mirtha liderar espacios en televisión por cuatro décadas (42 temporadas hasta 2011): "Almorzando con las estrellas", que con el tiempo pasó a llamarse directamente "Almorzando con Mirtha Legrand". Por su mesa pasaron distintos personajes nacionales e internacionales, entre otras celebridades, Rita Hayworth, Libertad Lamarque, Luis Sandrini, Mercedes Sosa, Antonio Banderas, Pedro Almodóvar, y algunos más.
Cuando las "malas lenguas" hablaron de infidelidades de parte de Tinayre, al parecer hubo una separación momentánea. Pero volvieron a unirse hasta la muerte del director, tras una grave enfermedad, el 24 de octubre de 1994.
¿Y cómo es ella?
Querida y odiada, es probable que no haya argentino que no conozca alguna faceta de esta diva que con su permanencia ininterrumpida en la grande y pequeña pantalla se hizo tan familiar para todos. Desde muy chiquita disputaba la coquetería con su hermana y melliza Silvia, a quien hoy se la conoce como "la hermana no mediática", a pesar de que trabajó varias veces con Mirtha en el cine. Dicen que pedía que la vistieran distinta a su hermana y que le hicieran el moño más grande en el pelo. Ya quería ser alguien importante, siquiera para sus amiguitas y sus vecinos de Santa Fe.
Antiguo ícono de las comedias llamadas "blancas", Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, ha cosechado centenares de premios, entre los más destacados, el Martín Fierro de Oro en 1993 y 2009, y es la primera que obtuvo el de Platino. Siempre elegante y vital, cada vez que se refiere a su edad y su trayectoria le gusta reconocer que lo único que hizo en su vida fue trabajar "y darle amor a la gente". Cuando le preguntan por el fin de sus días, asegura que, como católica, no tiene miedo a la muerte porque "todo está marcado".
Cuentan que ha sido una rigurosa mamá de sus dos hijos, Daniel Andrés, fallecido en 1999 a los 51 años, y Marcela, nacida en 1950, que le dio tres nietos, Ignacio, Juana y Rocco. Además, tiene dos bisnietos, Ámbar y Silvestre.
Por otra parte, Mirtha no se salvó de las críticas a los periodistas y conductores de la época de la dictadura militar que, por su trabajo, tuvieron que cubrir actividades de los entonces gobernantes de facto. A ello se agregó, una revelación suya sobre su sobrina María Fernanda Martínez Suárez, secuestrada con su pareja Julio Panebianco, en 1977. Este último, militante peronista, fue torturado y asesinado por aquella horda uniformada, mientras que María Fernanda logró salvar su vida por una gestión de Legrand.
A pesar de su popularidad natural e inevitable, le gusta decir que la "gran diva argentina" es Susana Giménez.
El 28 de febrero la esperan para comenzar las grabaciones de la ficción denominada "La Dueña", regresando así a la actuación, su primer amor profesional, después de décadas. Se viene una catarata de tapas de diarios y revistas con Mirtha Legrand actriz, como si no hubiera pasado el tiempo.

