Los excedentes vínicos provocan que los precios de la uva no mejoren y aún peor, que no haya mercado de uva para
la próxima cosecha.

Esta semana un comunicado de la Asociación de Viñateros Independientes puso en la agenda pública, una vez más, la grave situación del sector vitícola de la provincia.


Es que según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, al 1 de junio pasado las bodegas cuentan 2.056 millones de litros de vinos, entre tintos y blancos. 


Según las fuentes consultadas, las cuentas hechas marcan un stock sobrante. Según informaron hasta el 1 de junio del 2019 vía consumo interno y exportación entre otros destinos pueden consumirse unos 1.174 millones de litros.


El saldo está claro y sobrarían unos 881,5 millones de litros. Es decir 9 meses de stock técnico de vinos, 5 meses más del ideal bodeguero de 4 meses para sostener el equilibrio.


Por esto es el descontento también de la Cámara Vitícola de San Juan representada por el ingeniero José Molina Usín, marcando una vez más como errores estratégicos el "no haber hecho un pronóstico de cosecha, la importación de 100 millones de litros de vino de Chile que no se vendieron y hoy sobran; y el destinar uva de variedades para pasa a los lagares". 


La consecuencia está clara: en un año sobrarán 5 meses o 483 millones de litros de vinos, sin contar la próxima vendimia.


Por ello Molina señala como salida "la exportación y para ello diseñar una política de comercio exterior para Argentina y aumentar los reintegros al sector".


 

Preocupación



Desde la Asociación de Viñateros Independientes presidida por Juan José Ramos, señalaron "las consecuencias de una inexistente política nacional para el sector", agregando: "El Estado Nacional está ausente y los productores vitivinícolas quedamos, una vez más, indefensos".


Algunos puntos críticos señalados por esta entidad son:


*Uva sin valor rentable y sin actualización de las cuotas a cobrar durante el año, a pesar de la altísima inflación.


*Precios del vino de traslado menores que los que regían hace un año.


*Excedentes vínicos que alcanzan hasta febrero del 2020, lo que provoca que los precios de la uva no mejoren y aún peor, que no haya mercado de uva para la próxima cosecha.


*Caída constante en el consumo interno de vino y en la exportación.


*Aumento desmedido en los precios de la energía eléctrica, en el combustible y en los agroquímicos.


*Abandono de fincas.


*Reiterados pedidos de una política para lograr una justa distribución en todos los eslabones de la cadena de valor vitivinícola, que fueron desoídos por el Gobierno Nacional.


*Aumento en las exportaciones de mosto concentrado y pasa de uva con una mejora para la industria por el incremento del valor del dólar pero que no fue trasladado a los viñateros.


Por su parte el productor Eduardo Garcés, a cargo de la Federación de Viñateros de San Juan, se mostró muy preocupado por el "Oligopsonio o concentración económica en la industria y comercialización".


"Nosotros hemos denunciado esa situación en la Mesa de Competitividad Vitivinícola realizadas en el Ministerio de Agroindustria de la Nación y la única verdad es que hay estudios que marcan que frente a la inflación de costos al productor de los últimos tres años, el retorno al viñatero creció un 120%, mientras el consumidor paga por arriba del 280% más".



Los excedentes vínicos provocan que los precios de la uva no mejoren y aún peor, que no haya mercado de uva para la próxima cosecha.

LA FRASE



"La uva no vale y sin actualización de las cuotas a cobrar durante el año, a pesar de la altísima inflación en costos". 
Ing. Juan José Ramos - Asoc. de Viñateros


"Urge diseñar una política para lograr una justa distribución en todos los eslabones de la cadena".
Eduardo Garcés  - Pte. Federación de Viñateros


"Necesitamos una política seria de exportación y aumentar los reintegros al sector vitivinícola".
Ing. José Molina Usín - Cámara Vitícola