No se puede determinar la cantidad, pero sí lo afirman los comercios la cantidad de gente en busca de semillas para armar su espacio de huerta. Vale sólo un pedacito de tierra, un par de macetas o bien los cajones de cultivo, para arremeter con las hortalizas en casa. Esta tarea se afianza cada vez más y no sólo es iniciativa de los adultos sino de muchos jóvenes integrantes de familia que aun tienen más conciencia de lo saludable en estos tiempos.
La agricultura urbana y periurbana es tan antigua como las ciudades y se puede encontrar en distintas formas en todo el mundo. Pese a los procesos de urbanización y a los cambios en los estilos de vida que alejan a las poblaciones de la vida rural, este tipo de agricultura está experimentando un renacimiento y ofrece una importante contribución al sistema social y ecológico y al régimen económico para una ciudad sostenible. Esta actividad deviene una estrategia efectiva contra el hambre y la pobreza, y también aporta efectos positivos en tiempos de calentamiento global.


El siglo XXI se caracterizó por un crecimiento mundial de la población, que se concentra principalmente en las ciudades. Este predominio de la vida urbana conlleva constantes desafíos socioecológicos, socioeconómicos y políticos. En este contexto, el desafío central consiste en proyectar espacios humanos dignos y en garantizar la seguridad alimentaria urbana. A los habitantes de las grandes ciudades y las metrópolis les resulta cada vez más difícil asegurarse la disponibilidad y el acceso a suficientes alimentos. Podría suponerse entonces que la agricultura ha desaparecido por completo de los espacios urbanos, pero no es así. Por el contrario, la agricultura es una práctica local y un componente integrado a los sistemas urbanos. Un fundamento válido para los tiempos que corren y más aún lo vivido en pandemia. Manos a la obra y solo con algunas herramientas podrás lograr tu huerto.


Lo primero que hay que tener en cuenta es la cantidad de horas de sol que recibe el lugar donde se armará. El sol es un factor fundamental para el buen desarrollo de los cultivos. Sin él, hay pocas probabilidades de que tengamos buenos resultados. Lo aconsejable es que reciba entre 4 y 6 horas de sol. Las hortalizas que se cultivan por su fruto, como el tomate, necesitan varias horas de exposición solar, mientras que las que se cultivan por sus hojas, pueden adaptarse a recibir menos, pero dentro del rango mencionado. Muchas fueron las publicaciones desde la sección Jardín y, hoy solo darte las claves de la mejor cosecha:


* Si el lugar recibe demasiado sol en el verano, una manera de mantener las lechugas y otras verduras de hoja en buen estado, es cubrir la huerta con una media sombra durante las horas de sol más fuerte.


* Si el terreno es de grandes dimensiones se podrá hacer directamente en la tierra o en canteros elevados con algún material como madera o cemento.


* En un jardín pequeño, los cajones de madera ubicados en el suelo son una opción, como también los elevados, que facilitan la labor.


* En patios o balcones, podrán usarse macetas de diferentes materiales, siempre que cuenten con 30 cm de profundidad y un agujero para el drenaje. Otra alternativa son los recipientes que desechamos, pero que los podemos transformar y utilizar, siempre que tengan agujero de drenaje y la profundidad necesaria. 


* Las macetas y los cajones pequeños son la opción para armar una huerta en balcones o patios.


* El sustrato debe contener gran cantidad de nutrientes, necesarios para que la huerta crezca sana y fuerte. Lo mejor es mezclar tierra fértil con compost (abono orgánico), además de evitar que el suelo se compacte.


* En cuanto al cultivo, este dependerá de los hábitos, gustos y cantidad de personas que van a aprovechar los productos de la huerta. Además, hay que considerar cuánto tardan las especies elegidas en estar listas para la cosecha desde el momento en que las sembramos. Si queremos adelantar la siembra, podemos sembrar en almácigos y conservarlos en lugares de humedad y temperatura óptimas hasta que sea el momento de llevarlos a la huerta. Otra opción es comprar plantines y ahorrar tiempo.


* Con respecto a las plagas y enfermedades, hay varias maneras de combatirlas. La más recomendable es la orgánica, sin usar agroquímicos, porque todo lo que absorbe la planta luego será consumido. Hoy existen productos ya preparados de manera orgánica. También se puede recurrir a preparados caseros, como alcohol de ajos para ácaros, pulgones y gusanos, y polvo de hornear para el ataque de hongos, solución de jabón blanco para mosca blanca y arañuela, entre otros.


* La huerta necesita riego frecuente, aunque esto depende de la estación del año. En verano los riegos deben ser más intensos y disminuirse en otoño e invierno, para luego aumentar su frecuencia en primavera. La mejor hora para regar en verano es a la mañana temprano. El exceso de agua produce enfermedades e incluso la pérdida de la planta.


Qué plantar en la huerta urbana en el mes de noviembre

- Los vegetales que se recomiendan plantar en noviembre incluyen varias hojas verdes, como son la acelga, la lechuga, el perejil, el apio, la achicoria, la rúcula y la albahaca. Por otro lado, en la huerta también se pueden incluir vegetales bien frescos que contienen mucha agua y que son ideales para el verano, como el tomate, el pepino, el zapallo y el melón.


- El choclo, un vegetal muy popular en los meses de calor, se puede sembrar en noviembre para obtener resultados óptimos. Lo mismo aplica a las zanahorias, el rabanito, la remolacha y el poroto chaucha.


- Algunos de los vegetales pueden requerir un poco más de espacio, por que necesitarás una huerta más grande para cultivarlos. Estos incluyen los pimientos, la berenjena, los zapallitos y la calabaza (anquito), que son alimentos perfectos para consumir en otoño durante los primeros meses de frío.