¿Quién dijo que las hamburguesas saben mejor con una botella de cerveza o un vaso de gaseosa? Mientras buena parte de los comensales elige este maridaje para consumir una hamburguesa, hay un grupo de bartenders sanjuaninos que acaba de lanzar su propio emprendimiento donde combinan los medallones de carne con sus especialidades en cócteles. Ya tienen cientos de adeptos que no sólo ratifican que puede haber nuevas combinaciones sino que además se han hecho fanáticos de estas bebidas que hasta ahora eran prácticamente exclusivas de un boliche.

Todo comenzó este año, con la pandemia. Si bien Lucho Nievas hacía rato que tenía en mente innovar, el emprendimiento se aceleró y comenzó a tomar forma cuando las medidas oficiales restringieron absolutamente todas las posibilidades de movilizarse y trabajar, hacer eventos y reuniones.

Lucho -que es barman y sommelier en el restaurante del Del Bono Park y en De Moño Rojo- había comenzado con sus clases en A-Probar, su Academia Profesional de Bartenders, hasta que la crisis por el Covid-19 modificó sus planes. Entonces las charlas con sus alumnos y las prácticas pasaron a una pantalla de computadora o el celular, lo que sin lugar a dudas complicó sus calendarios, sus ingresos y todo lo que había programado. Por eso, un día justamente retirando una hamburguesa de un local se dio cuenta el enorme mercado y movimiento que tenía el fast food en la provincia, aun en pandemia. Decidió investigar los negocios, las opciones, los costos y la oferta gastronómica. Y, así, surgió el plan b, de la mano de su Burger Bar, su propio bar de hamburguesas en donde sus "manos derecha" serían sus mismos alumnos y la sede de este delivery de hamburguesas y tragos, sería el mismo establecimiento educativo, adaptado con una cocina.

Como él estudió gastronomía y panadería en el Instituto Gastronómico Argentino tenía un puesto cubierto. Claro que no era suficiente. Sumó al equipo a Nahuel Flores (que había trabajado en una reconocida cadena internacional de hamburguesas) y con él hicieron todas las combinaciones de la carta. Y, como si fuera poco, pergeñaron las alquimias y sus nombres. También son parte del negocio Lía Nievas (su hermana, que es quien hizo los diseños del packaging, las estrategias de marketing y es quien recepciona los pedidos), su pareja Valeria Aguilera (también es barwomen), otros cocineros del rubro como Franco Barros y Mariano Lettieri, mientras que Mauro Pizarro y Leandro Teragni se ocupan de llevar moto cada pedido. Todos saben de tragos, pueden explicar al cliente, cada pedido o la mezcla de bebidas que incluye cada cóctel.

"Nos propusimos hacer hamburguesas caseras, artesanales desde el medallón al pan, los aderezos y cada ingrediente, para combinarlas con tragos. La idea es para ofrecer no solo un buen producto y de calidad, sino además una opción deliciosa y original. Nuestro objetivo es llamar la atención y cautivar con cócteles promoviéndolos como una nueva opción que ha llegado para quedarse y hasta para reemplazar a bebidas tradicionales", dice convencido del éxito de su negocio.

Si bien en la carta hay opciones que van desde las clásicas tanto para la comida como la bebida, hay muchas variedades que sorprenden como el agregado de salchichas parrilleras a la Hamburguesa Pichin, nombre en honor a Santiago Pichin Policastro, catalogado como el mejor barman de la historia argentina. O la combinación del medallón de carne con un pesto de albahaca, queso tybo y huevo estrellado para la hamburguesa de la casa o la que incluye cebolla fresca, pepinillos y queso cheddar, llamada Long Island, ya que como en los años 20 estaba la ley seca, en el 2020, la cuarentena ha prohibido muchas salidas pero no comer algo rico, explican los hacedores. A la hora de la bebida, hay Daiquiri de Cerezas, Florwers Sour con licor de violetas y gin, un Negroni especiado (con romero macerado en gin) y un Caipi de la Pasión que incluye entre sus ingredientes vodka, lima y maracuyá, provocando que sea difícil la elección.

"Todas nuestras hamburguesas como los cócteles fueron pensados de principio a fin y tienen nombres acordes a sus características. Proponemos maridajes por contraste: hamburguesas con ingredientes salados que puedan ir muy bien con cócteles equilibrados y dulzones, muy pedidos por el paladar del sanjuanino", cuenta este emprendedor que pone especial atención en los detalles. Por ejemplo, cada pedido sea del tipo de hamburguesa que sea- llega con una porción de papas rústicas fritas y un aderezo casero que es mayonesa de ajo y hierbas, aunque también es casero una barbacoa y un pesto. Los tragos vienen envasados en una botellita con las instrucciones para poder hacer las mezclas, batirlo y servirlo como un bartender de ley.

Pero además hay varios conceptos que aplica en cada pedido: buena calidad de productos y consumo responsable de las bebidas, razón por la cual cada cóctel no supera las 2,5-3 onzas de alcohol, medida establecida a nivel internacional para evitar los abusos y para que realmente el trago pueda ser disfrutado. De todos modos, hay dos opciones de mocktails o tragos sin alcohol para quienes lo prefieren.

Por ahora la carta tiene 9 tragos y 5 variedades de hamburguesas. Pero como todos quienes son parte del emprendimiento son tan sibaritas, ya están planeando otras alquimias y hasta una hamburguesa de carne de búfala y otra de punta de espalda con aceite de oliva para ofrecer.

Para hacer pedidos

Burger Bar funciona en Libertador y Tucumán. Abre de jueves a sábados, por ahora de 20 a 0 hs. Aunque sólo atiende por delivery.

La carta para que el cliente elija llega por Whatsapp (desde el 2645302431), aunque también los pedidos se pueden hacer en redes sociales donde se los encuentra como BurgerBar (Facebook) y @burgerbar-sanjuan (Instagram).

Cualquiera de las hamburguesas cuesta 350 pesos y los cócteles, 200 pesos, salvo los que no llevan alcohol que salen 150 pesos cada uno. De todos modos, tienen promociones.