Una mujer necesita formas de desprenderse de las preocupaciones diarias y debe encontrar la forma de relajarse, y si es al aire libre. La práctica de la jardinería es una actividad apasionante, gratificante y emotiva. El cultivo y el cuidado de los otros seres vivos como lo son las plantas, las flores, la creación del espacio exterior y la botánica en sí. No solo se trata de la decoración y el embellecimiento de tu hogar (lo que nos ayuda a sentirnos mejor y renueva la capacidad de creación), sino que implica un proceso de crecimiento a distintos niveles, tiene mucho de emotivo, espiritual y creativo. También existe la posibilidad de cultivar nuestros propios alimentos e incluso ahorrar algo de dinero, convirtiendo el patio trasero en nuestro mercado. Por último, en muchas culturas y en varias terapias se cree que las plantas son una fuente de energía. Así es que uno puede hasta establecer cierta conexión energética con ellas y beneficiarse mutuamente. Por eso la jardinería se vuelve muy beneficiosa para la salud de la mujer actual y por ende la belleza interna se transparenta en la belleza del hogar.
Beneficios físicos y psicológicos
Entre los tantos beneficios que proporciona practicar la jardinería, podemos señalar los que se refieren a los aspectos físicos en primer lugar. Algunas de las actividades que implican trabajar en un jardín, como cavar pozos en la tierra, cargar distintos objetos y estar en constante movimiento requiere de nuestra parte un esfuerzo físico que nos ayudará a mantenernos en forma y evitar pesos poco saludables. Recientemente se ha llevado a cabo una investigación en la Universidad de Arkansas que arrojó estos datos, mujeres que practican la jardinería adecuadamente presentan menor cantidad de casos de osteoporosis y problemas en los huesos, que las nadadoras, corredoras y mujeres que hacen ejercicios aeróbicos. Esforzarse en mantener la belleza del jardín también es bueno para aquellos que sufren de diabetes. Los doctores recomiendan al menos 150 minutos de actividad física a la semana, por lo cual aquellas personas que sufren de diabetes y desarrollan la jardinería logran controlar mejor la enfermedad que aquellos que no lo hacen.
Tranquilidad y la relajación
Trabajar con las plantas, hierbas y flores del jardín permite respirar aire fresco, percibir aromas y estar en contacto directo con la naturaleza. Además brinda un espacio perfecto para la meditación. Por ello también la jardinería demuestra ser muy buena como tratamiento complementario en casos de demencia y problemas de ansiedad. Personas con problemas del sueño también encuentran en esta actividad una buena alternativa. Tanto por el cansancio que produce el esfuerzo físico como por la calma y la paz interior que transmite estar en este contacto con la naturaleza.
Otro estudio realizado en Holanda en el año 2011, reveló que con sólo media hora dedicada a cultivar un jardín, puedes reducir significativamente los niveles de cortisol (la hormona que produce el estrés). También se ha asociado esta práctica con un modelo de meditación activa, sin duda en relación con los jardines zen. Algunos investigadores noruegos crearon un grupo piloto con personas que habían sido diagnosticadas con depresión o desorden bipolar. Los pacientes participaron durante 3 meses en un taller de jardinería, que incluía seis horas semanales de esta práctica. Al terminar el taller, la mitad de los participantes reportó importantes mejoras que se mantuvieron constantes. El aire y el sol te ayuda a calmar la mente y dejar que tus problemas queden a un lado.
Igual que pasa con el estrés, la jardinería también te ayudará a calmar tus problemas de ansiedad, porque el aire fresco te ayudará a distraerte y a pensar en otras cosas, algo que te hará relajarte y sentirte mucho más tranquila.
Mejora el estado de ánimo
Algunos investigadores de la Universidad de Texas descubrieron, después de entrevistar a 298 personas, que al practicar constantemente la jardinería se tenía una mayor satisfacción con la vida. En las entrevistas buscaban determinar niveles de gozo y optimismo de cada uno de los integrantes de la muestra y curiosamente, al analizar los datos, obtuvieron como patrón común que los hechos relacionados al jardín mejoraban el estado de ánimo de los adultos. Por ello podemos concluir que dedicar unas horas a la semana a cultivar un jardín nos ayudará a elevar nuestro estado de ánimo notablemente.
Dormirás mejor
Sería capaz de considerar la jardinería como algo terapéutico para tu mente y tu cuerpo, por lo que si tienes trastornos del sueño, es posible que cuando llegue la noche tengas más facilidad para dormir mucho mejor. Te sentirás más cansada, relajada y mejor contigo misma ¿qué más se puede pedir?
Vitamina D en tu piel
Salir al jardín también te ayudará a tener mayor vitamina D en tu cuerpo, algo que te hará sentirte bien, tendrás los huesos más sanos y además tu sistema inmune se volverá mucho más fuerte.

