Enrique Meló padre, el mayor de sus hijo Enrique Daniel y su nieto, Enrique Gonzalo, guiaron nuestra visita sobre cosecha mecánica, poda y manejo de parrales para el secado de uva en vid en 25 de Mayo.


La familia Meló gestiona una empresa familiar desde 1986, que entre otras actividades se destaca la producción y comercialización internacional de la pasa de uva. Tres generaciones de esta familia guiaron la visita de Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO a su finca de 25 de Mayo: Enrique Meló, el mayor de sus hijo Enrique Daniel y su nieto, Enrique Gonzalo, para iniciar un artículo sobre cosecha mecánica, poda y manejo de parrales para el secado de uva en vid.


Allí el ingeniero Enrique Meló -hijo- indicó que "luego de varias temporadas de prueba hacia atrás, este año ya pudimos avanzar con la cosecha mecánica de la pasa de uva en parrales con sistema de secado en la vid, más conocido como DOV por ser las siglas en inglés del modelo de conducción -Dry on vine-".


Si bien el diseño comenzó en el 2013, "fue en el 2019 y 2020 que pudimos trabajar más intensamente, pero ya esta campaña su uso fue a pleno con esta tecnología nueva para la actividad en San Juan y en el país. Hoy anda muy bien".


"Con la máquina comenzamos a trabajar en su diseño y desarrollo en el año 2013, con las primeras ideas. Ahí comenzamos a hacer las pruebas que siempre nos obligaban a esperar las épocas de cosecha con la pasa colgada y se ha ido mejorando hasta ponerla a punto sin problemas", recuerda el empresario.


"El diseño y desarrollo, originalmente lo hicimos con la gente de Bustinza Goma SA, de Santa Fe, siendo una empresa desarrolladora de equipos para cosecha, luego de brindarles la idea y fotos de modelos de otros países para su fabricación en conjunto" comentó, y agregó: "Luego con los metalmecánicos propios de nuestras empresas, trabajamos los ajustes en el parral de detalles finos para potenciar los tiempos".


LA MÁQUINA

La cosechadora "es autopropulsada sobre un chasis. Tiene un motor Deuz tres cilindros, muy noble, robusto y refrigerado por aire", explica el ingeniero, afirmando: "Es un fierro realmente y elegimos la propulsión a oruga por las experiencias en citrus de Agustín Sagoma, evitando con este sistema la compactación de suelos".


"Ellos fabrican la oruga. Tiene la ventaja de una superficie de apoyo muy grande, produciendo poca compactación en el suelo y así evitar los daños al viñedo posterior a la cosecha. Arriba tiene bastones de goma que golpean los racimos y la pasa cae sobre una banda de rodamiento que la deposita sobre una cinta transportadora que llena los bines ubicados sobre carros portabines", indicó. 


Explicó que "los bastones golpean y desprenden la pasa sobre la guía y el raquis. La cinta la envía atrás y se adaptaron dos turbinas para extraer la hoja. La cosechadora tiene dos filas de 20 bastones separadas a una distancia de un metro aproximadamente. Ubicados a 10 centímetros entre sí, en un ancho de dos metros útiles de ancho, donde debemos concentrar la carga de racimos". 


Respecto de las dimensiones señaló: "La cosechadora tiene unos 2,50 metros de ancho por unos 6 metros de largo y carro portabines, tiene unos 4 metros más de largo lo que hace un largo total de 12 metros aproximadamente. Los parrales con un ancho de callejón de 6 a 7 metros es óptimo para maniobrar la cosechadora y más aún, considerando que la misma trabaja en forma casi en espiral sobre las melgas del parral y no de manera contigua".


"Si bien los bastones sacuden el racimo, el raquis queda sujeto en la parra y sólo caen la pasa y la hoja que luego es ventilada para separarla y dejar los granos lo más limpios posible en el bin", afirmó.


"Llevamos 8 años, o 7 temporadas y cosechas aprendiendo de menos a más, mirando y ajustando el sistema hasta dejarlos óptimo", destacó Meló.


OPTIMIZACIÓN

"Nosotros por ejemplo optimizamos los tiempos de cosecha, trabajando las melgas de dos a tres cuarteles contiguos de la misma variedad, haciendo hasta 600 metros de largo de una y así ahorramos mucho", indicó el exportador.


Y afirmó "hoy estamos ahorrando más del 50 al 60% del costo de cosecha. Lo cierto es que, si bien podría ser mayor, para adaptar el sistema, tenemos una demanda mayor de gente en la poda en verde para ralear racimos y deshojar parar preparar y secar más rápido los racimos ubicados en la zona de cosecha, en el mes de diciembre, a fin de reducir al máximo los tiempos de secado".

La máquina tiene 20 bastones para golpear los racimos y unos 2,50 metros de ancho por unos 6 metros de largo y carro portabines tiene unos 4 metros más de largo lo que hace un largo total de 12 metros aproximadamente. 
  • Claves competitivas para poder exportar

La mayoría de los exportadores sintetizan que para vender en el exterior no hay secretos, pero sí mucho trabajo y este es el caso de la familia Meló. Solo cabe mirar esta cosechadora en la que trabajan desde hace 8 años y 7 cosechas: "en este proyecto y siempre, hay detalles tecnológicos que mejorar", sintetizan los empresarios.


Y agregan: "Ahora trabajamos en el secado final de la pasa. En California y otras naciones paseras, usan secado final con horno. En nuestro caso, la pasa así cosechada va directamente del parral al galpón de estibado, para el curado. Hoy no pasa por el secadero. Con el sistema DOV, la uva jamás termina de secarse bien en el parral, para lo cual estamos implementando un sistema de secado final". 


Es decir, los Meló siguen apostando a la mejora continua de su labor, investigación y desarrollo mediante: "En el galpón hemos instalado un horno de secado continuo con el que le bajamos la humedad a un 10 o 12 % para luego producir el despalillado y procesamiento de la pasa".


INVERSIÓN

"En el 2019 y 2020 debimos hacer una pasada breve de la pasa tendida al sol. Pero ahora ya ajustamos el proceso con el horno industrial adaptado para pasa, pistacho y nuez entre otros frutos; y sin perder las características organolépticas propias de nuestra tierra".


Y explican: "Hay que recordar que desde diciembre a marzo tenemos las lluvias de verano, con lo cual sube la humedad. Además últimamente el clima sanjuanino está más húmedo".


"El monto invertido en esta primera máquina es mayor que las que a partir de ahora se fabriquen en función de su buen resultado", señaló el ingeniero Enrique Meló agregando, 'al ser la primera, contempla más materiales y el desarrollo es más lerdo. La primera es la más cara.


Esta tecnología tiene futuro. No hay muchas máquinas en el mercado. Hay algunas italianas adaptadas de uva de vinificar para pasa y andan bien también".


RINDES

Consultado por los kilos de pasa cosechados indicó: "En un parral con cobertura total como este, estamos llegando a los 10 a 12 mil toneladas por hectáreas'. 


Según indicó Meló, 'los rindes promedios de nuestros parrales en plena producción van en promedio de 10 a 15 toneladas y en 7 los cuarteles más jóvenes. Lo óptima es llegar a unas 10 mil toneladas por hectárea mínimo". 


"Para obtener estos rindes, comenzamos en el 2013 probando con un espaciamiento tradicional de 3 metros por melga, bueno para la máquina", indicó el empresario y marcó: "Desde entonces los parrales los construimos de 3 metros de distancia entre melgas y de 2 a 3 metros entre plantas, dependiendo de la variedad". 


Sobre variedades comentó: "hemos probado las variedades Fiesta, Flame y Sultanina o Thomson. La mejor para cosecha mecánica es la Fiesta, y también la Selma Pete, que estamos probando desde hace 7 años. Es la diseñada para este tipo de manejo. Se cosecha antes por que se seca pronto y tiene la ventaja que no se produce desgrane durante el proceso de secado de la uva en el parral con los vientos".


"El sistema DOV intercala, mediante la poda, la melga en producción año por medio. Un año formamos la carga productiva con poda larga hacia el centro de la melga. Del otro lado, se poda a pitón para obtener la guía que cargará racimos al año siguiente. Esa guía da fruto pero se los elimina para darle vigor a esa rama y que cargue bien el ciclo siguiente" explicó.


AHORRO

Y el ingeniero Meló remarcó las bondades del secado en vid: "Los costos son similares en plantación, labores culturales y manejos de fertilizantes y fitosanitarios. El verdadero ahorro está en la cosecha y la logística, que demanda unas 50 a 60 personas para cosecha y tendido en secadero con el sistema tradicional. Ahora con este esquema mecanizado, solo necesitamos el chofer unos 3 operarios más por hectárea".


Si hay más demanda de mano de obra en noviembre y diciembre, para abrir las ventanas longitudinales, así entra el sol y se seca la uva.




LOS NÚMEROS DEL DOV

  • 250  hectáreas de uva para pasa en producción es la inversión actual de Agroindustrias Meló SA en estos momentos.
  • 75  dólares demandó aproximadamente la inversión para diseñar y desarrollar esta primer cosechadora. 
  • 60  a 70% de ahorro en costos de cosecha es posible con el sistema DOV y la mecanización de la recolección.