También conocido como “kion” o “quion”, esta raíz, muy popular en Oriente, durante siglos ha sido utilizada no solo en el mundo gastronómico, por su peculiar sabor, aroma y un dejo de picor único, sino también para calmar dolencias y malestares, debido a sus propiedades medicinales, considerado un superalimento por su concentración de vitaminas, minerales, aminoácidos y aceites esenciales para la salud.

El consumo de esta raíz puede ser muy positiva para la salud, y algunos de los beneficios que aporta al organismo son:

Ayuda a prevenir las náuseas: Al ser un antiemético natural, ayuda a lidiar con las náuseas, sobre todo en mujeres que transitan los primeros meses de gestación. Si bien se considera un suplemento beneficioso tanto para la madre como para el bebé, siempre es recomendable consultar al profesional médico antes de la ingesta.

Propiedades digestivas: Es altamente recomendable para personas que padecen problemas digestivos como gastritis o diarrea, entre otros, debido a los compuestos fenólicos en el jengibre que alivian la irritación gastrointestinal, estimulando la producción de saliva y bilis. Además suprime las contracciones gástricas a medida que los alimentos se mueven en el tracto gastrointestinal.  

Antiinflamatorio natural: Para ayudar a combatir problemas de artrosis, artritis o fatiga crónica se sugiere ingerir jengibre, en combinación con la medicación indicada, ya que actúa como desinflamatorio natural.  Según diversos estudios, se ha descubierto que esta raíz es eficaz y segura para tratar la inflamación asociada con la osteoartritis. Además ayuda a disminuir la inflamación, hinchazón y dolor eventual por algún mal movimiento o realización de ejercicio.

Bueno para la salud cardiovascular: Al reducir el colesterol, disminuir el riesgo de coagulación de la sangre y ayudar a mantener los niveles saludables de azúcar en la sangre, esta raíz es buena para aquellas personas con problemas cardiovasculares. Si bien aun se está avanzando en investigaciones sobre el impacto del jengibre y sus propiedades, podría convertirse en parte importante de un tratamiento para la enfermedad cardíaca y la diabetes.

Ideal para el invierno: Si eres de esas personas friolentas o que sufre del frío durante esta época apuesta por una taza caliente de té de jengibre, ya que es diaforético, lo que significa que promueve la sudoración, trabajando para calentar el cuerpo desde adentro, disminuyendo o aliviando los síntomas del resfrío.

¿Cómo consumir jengibre?

Si bien se puede encontrar en polvo, es mejor adquirir el jengibre en cualquier verdulería y consumirlo en su estado fresco. Se puede rallar sobre algunos alimentos e incluso combinarlo con alguna infusión.

A la hora de elegirlo, busca uno cuya apariencia sea piel suave, sin arrugas. No olvides almacenarlo en una bolsa de plástico en la heladera o congelador.

Sin duda una de las formas más populares de consumir jengibre es en infusión. Para prepararla solo necesitarás hervir algunos trozos de jengibre (sin piel) en agua. En cuanto haga ebullición, dejar unos 5 minutos, retirar del fuego y dejar reposar otros 5 minutos más. Ahora solo necesitas colar la preparación en una taza, agregar jugo de limón, la cantidad que consideres necesaria y miel, en el caso que prefieras endulzarlo.

Beber este té con cierta regularidad aportará los beneficios mencionados, entre otros.