¿Se puede hablar de una estación muerta?. Es un sentido figurativo, porque las plantas se encuentran en su estado de letargo ó descanso, ya que no hay actividad en la savia. Es ahora el momento cuando los mínimos colores se manifiestan de un modo estridente y cuando las ramas desnudas muestran una gran variedad de cortezas y formas. Así las variedades perennes o persistentes cobran protagonismo, entonces no todo duerme en el jardín.
Pero como verán los jardineros no podemos descansar, seguimos realizando tareas para recibir la primavera bien preparados.
Guía de trabajos invernales
La estación fría es la ideal para la plantación de árboles y arbustos.
Definir los límites del terreno con cercos, ya sea árboles o arbustos, de follaje caduco o persistente, recordar la funcionalidad de esa barrera de contención.
Julio es mes de poda: Poda de árboles ornamentales (según criterio), poda de arbustos y poda de rosales.
Limpie las hojas del jardín, esto trae plagas y enfermedades.
Limpie los canteros saque las malezas, puede ir preparándolos para estar lista a la llegada de la primavera.
Prevea mantillo, compost, estiércol y humus de lombriz para mejorar el sustrato.
Es el momento de revisar las plantas caducas, para extraer ramas secas, quebradas o enfermas. Lo mismo con las enredaderas caducas.
Ojo con los arbustos de floración otoño-invierno, no se pueden podar. Por ejemplo: Corona de novia, Bola de Nieve, Magnolias, entre otras.
Las fumigaciones deben repetirse si observa pulgón, arañuela, mosquita blanca, u otro insecto.
Las Lantanas, Jazmín Celeste, Santa Rita, Cítricos, y Salvias; son plantas muy sensibles a las heladas, por lo tanto conviene podarlas más cerca de la brotación.
Encontramos otras plantas que conviene dejarles el poco follaje de protección y podarlas una vez que nos aseguramos que no habrán más heladas.
Podar las raíces de plantas añejas permite que florezcan. Esto se realiza cuando se han caído todas sus hojas.
Recuerde tapar sus plantas, hay especies muy sensibles al frío y las heladas.
El césped en invierno
Es el indicativo más notorio del invierno. Generalmente el césped amarillea o apaga su verde intenso. Esto ocurre con la Bermuda y Gramillón. La solución es la resiembra con un rye grass anual o alguna especie que se mantiene verde todo el año, así logrará un jardín atemporal. El rye grass una vez colocado necesita una adecuada dosis de nitrógeno. La falta de este fertilizante mostrará amarillamientos desparejos. Los ataques de hongos durante este período son el mayor riego de deterioro. La solución es: Cortar más alto el césped, cortar en horas en que ya está seco del rocío y regar en casos muy necesarios. El riego debe ser a la mañana para evitar congelamientos durante la noche, así se quema el césped. El corte del césped debe ser siempre con cuchillas bien afiladas, sobretodo en el caso de estas especies tiernas.
Jardines deslucidos
Los excesos de agua suelen ser los principales causantes de pérdidas de ramas, hojas secas y hasta mortandad de plantas. Los riegos solo deben ser cuando la planta lo esté necesitando. Muchas veces el suelo parece seco, pero basta con introducir una varilla de hierro para darnos cuenta de la humedad que él guarda.
Las ollas o palanganas y las depresiones que conducen el agua hacia nuestras plantas deben ser cerradas para que solo nuestros riegos y en el momento oportuno mantengan la humedad necesaria del suelo.
La reina del frío
La Camelia es un arbusto de follaje persistente, muy bueno para dar estructura permanente y esqueleto al jardín. Tolera bajas temperaturas, prefiere sol de mañana. Florece todo el invierno hasta mediados de la primavera. Antes de la floración conviene ralear los pimpollos si la planta está muy cargada, ya que suele suceder que los nutrientes no alcanzan y las flores no alcanzan a abrir. Conviene efectuar una fertilización completa cuando terminan las heladas, así la planta se recupera en primavera.

