Serán los tiempos que corren, las exigencias, el ritmo de vida, la ambición desmedida, los enredos afectivos, la necesidad de ser exitoso, algunas de las razones por las cuales los seres humanos están cada vez más afectados por el estrés y sus consecuencias orgánicas. Como una alternativa de solución apareció hace algún tiempo el "Mindfulness", palabra que traducida al español significa Mente o Conciencia Plena. Claro que aunque parezca algo sumamente novedoso porque está de moda en el mundo entero es una práctica que desde hace 30 años está integrándose a la medicina y la psicología de Occidente. Esta vez llegó a San Juan de la mano de tres jóvenes profesionales de la Psicología y la Psiquiatría, quienes la emplean para mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Afortunadamente esto no quedará entre las cuatro paredes de sus consultorios sino que llegará a todo aquel que quiera participar de los talleres que serán dictados a partir del 9 de Mayo próximo (Ver recuadro).

Todo comenzó cuando Ricardo Romero (MP 3597/ME 53), médico psiquiatra con especialidad en neurociencia, atendió una paciente que le habló de Amelin Dávila (M.P 1082), una psicoterapeuta especializada en Mindfulness, con formación en Terapia de Tercera Ola. Ese primer contacto le permitió conocer cómo trabajaba y comenzó a derivar a algunos pacientes. Muy pronto se sumó Roberto Velazquez (MP 3910/MN 139230), también psiquiatra, y así surgió este equipo decidido a trabajar con esta modalidad que les permite mejorar el bienestar general de sus pacientes, sin medicamentos.

Esta forma de afrontar la vida ha sido estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de disminuir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos que este provoca.

Lo novedoso es este cruce entre la piedra fundamental del budismo (la meditación), y las neurociencias. El referente mundial Doctor Jon Kabat-Zinn define al Mindfulness como prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.

Vivir bien

Bien se sabe a esta altura de las circunstancias que es prácticamente imposible vivir sin estrés, ya que en pequeñas dosis es estimulante, sin embargo no es nada bueno cuando es excesivo. "El estrés es la tensión física y emocional que se produce como respuesta a una presión externa o interna. Cuando es excesivo, crónico, o no se controla adecuadamente, puede producir problemas de salud. Los acontecimientos estresantes no solo son sucesos negativos, como tener problemas de pareja o laborales, sino que también los sucesos positivos, como una boda, comprar una casa o tener un hijo pueden resultar estresantes a muchas personas. No obstante, lo que resulta estresante para una persona puede no serlo para otra. Por ejemplo, algunas

personas disfrutan hablando en público mientras que otras se sienten tremendamente ansiosas. Algunas personas están encantadas de ayudar a amigos o familiares a solucionar sus problemas, mientras que otras lo encuentran tremendamente estresante", indica Velazquez.

Precisamente el Mindfulness permite aquietar la mente y aprender a relacionarse de forma directa con aquello que está ocurriendo en la vida, aquí y ahora, en el momento presente.

"Si bien en muchas oportunidades se trasmite como una técnica, mindfulness es una manera de pararse frente a lo que nos va sucediendo en el momento presente. No solo se realizan las prácticas con una meditación formal, también se practica conciencia plena en cualquier momento del día; mientras trabajo, mientras estoy con mis hijos, mientras cocino y doy un beso", explican los especialistas.

Hay equipo

Uno de los puntos claves para lograr este equipo de trabajo que ofrece herramientas para estar mejor, es sin duda la coincidencia de criterios. "Nos consideramos un grupo que cree en la actualización permanente y basada en la evidencia. Creemos en la integración de profesionales que hablan el mismo idioma. Consideramos que para el adecuado abordaje del paciente es necesario que el profesional comience por si mismo", asegura Romero.

Esta práctica parte de que el correcto conocimiento (a partir de las neurociencias, psicoeducacion y mindfulness) de lo que produce el estrés en el organismo, la persona puede modificar su actuar, mejorando su calidad de vida en el presente.

"Cuando las demandas son exigidas, superan la capacidad de adaptación del organismo, se produce el estrés crónico o malo. El organismo entra en un de alerta permanente (estado de estrés crónico), donde colapsa, por la activación constante del sistema antes mencionado, generando una desregulacion neuroquímica-hormonal en el cuerpo, el cual afecta a todos los órganos de la persona, impidiendo la normal actividad biológica, psíquica y emocional, afectando la calidad de vida", indica Velazquez.