La inseguridad y la violencia de género parece haberse ensañado con la mujer en los últimos años. Pero ante esta cruda realidad, la respuesta no se hace esperar. Es por eso, que cada vez más, existe el interés femenino en todas las edades de aprender a defenderse. Las artes marciales son una alternativa disponible y a ella se inclinan. Esto debido no sólo a la enseñanza práctica, sino también al aprendizaje de cómo actuar en una situación de crisis, ya sea en la calle como en el hogar. Una institución sindical ya está por llevarlo a cabo, mientras que dos maestros de artes marciales como Armando Carrizo* y Héctor Riveros*, se refieren al tema.
Según los especialistas, el interés de las mujeres por practicar artes marciales para defensa personal creció un 40 por ciento en los últimos 5 años. En este sentido, una forma de brindar herramientas para protegerse la lleva a cabo el Sindicato Empleados de Comercio (SEC) por medio de su Secretaría de la Mujer. En esa entidad se recibió la inquietud de decenas de empleadas de comercio pidiendo el servicio de clases de defensa personal. Es que por lo general, estas trabajadoras salen a realizar sus tareas cuando la claridad de la mañana todavía no se nota, en especial si es invierno. Esto hace que las paradas de colectivos sean peligrosas. Lo mismo sucede a la salida, es decir, de noche. Y muchas de ellas, deben transitar por lugares mal iluminados para llegar a destino. Así lo explican las autoridades gremiales.
"Esta es una manera de contribuir a la seguridad del empleado de comercio. Es por eso que por primera vez se llevarán a cabo estas clases para todos los afiliados, debido al alto interés que existe, en especial de parte de las mujeres", cuenta Silvina Villarroel, subsecretaria de la Mujer, de la entidad mercantil. Agrega que "por estos días se está en plena etapa de inscripciones y se paga 30 pesos mensuales por alumno. Son dos clases semanales para ambos sexos".
Claro que al momento de hablar de la seguridad personal están las voces del los especialistas. Armando Carrizo tiene 66 años de edad es maestro de karate y una trayectoria de 40 años en la actividad. Además fue profesor de defensa personal en las tres escuelas de Policía de la provincia. Con tanta experiencia, el profesional explica que es bueno que la mujer se inicie esta actividad, pero tiene que tener en cuenta que por ejemplo, la defensa personal basada en karate, requiere que quien lo practica lo haga de forma permanente, no por medio de cursos cortos, debido a que todo lo que se le enseñe quedará por tierra si se deja de practicar, debido a que se pierden los movimientos aprendidos. Lo ideal es práctica permanente por lo menos dos veces por semana.
Es importante la enseñanza psicológica y física. El entrenamiento predispone a la defensa. También hay que tener en cuenta la recomendación de la Policía cuando dice que no hay que resistirse ante un asalto cuando hay armas de fuego. Sin embargo, una mujer bien entrenada psicológica y técnicamente, puede reaccionar ante un arrebato porque ahí hay pelea y forcejeo.
Carrizo dice que las mujeres que se defienden causan un efecto distinto que el hombre. Por lo general el delincuente no espera tanta resistencia femenina, cree que sólo lo va a arañar y no se espera quizá un golpe de puño efectivo en el rostro o en partes sensibles del cuerpo, por ejemplo.
Explica además que el karate como defensa personal, tanto en la mujer como en el hombre, no tiene una edad límite para aprender, ejercitarse y tomar esta actividad como su deporte. Incluso aquellas personas que tienen más de 40 años de edad, comenta. Agrega que "es importante asistir a escuelas oficiales, debido a que la disciplina es absoluta".
Prevenir
Por su parte, Héctor Ricardo Riveros, tiene 51 años y es sexto dan de Karate – Do Shorin Ryu (Oshukai) dice que el interés de la mujer por las artes marciales creció un 40 por ciento en los últimos 5 años. El profesional coincide con su colega Carrizo al decir que el entrenamiento debe ser constante, con el fin de no perder la flexibilidad, por eso no aconseja los cursos cortos. La práctica además genera beneficios en la salud y la inserción en una práctica deportiva, amén de que se lo esté haciendo para protegerse.
"La base de la defensa personal es prevenir. Hay que enseñarle como llevar la cartera en la calle, por qué lugar desplazarse. Si se va a mirar una vidriera observar alrededor nuestro a ver qué personas hay. Con esto no se quiere decir que sea paranoica, pero sí acostumbrarse a tener una conducta de estado de precaución", dice Riveros. Es que el atacante espera el momento de que su víctima esté descuidada. En este sentido hay técnicas que se aprenden y por medio de la repetición, los ejercicios que se practican más perfectos van a salir.
Entre algunas recomendaciones del profesional, la mujer tiene que lograr disciplina al momento de ir a entrenar. Esa es una de las dificultades a vencer. El entrenamiento es de una hora y media tres veces por semana. Asistir a escuelas reconocidas y conocer el curriculum de los maestros.
Prevenir es la palabra clave, por eso y por el hecho de la flexibilidad física, las mujeres jóvenes aprenden más cantidad de técnicas defensivas, mientras las mayores, se les enseña más técnicas preventivas con el fin de que evitar en la medida de lo posible un momento de fuerza.

