Las modificaciones que sufren las embarazadas no son sólo internas. El aumento y la proyección hacia adelante del abdomen, obliga a una reorganización general del organismo, la cual muchas veces genera molestias e incluso dolores.
Aunque es bueno ponerse en movimiento, tanto antes como después del parto, hay que conocer las partes del cuerpo que se ven más afectadas con los cambios, para focalizar la ejercitación y lograr los resultados esperados, sin maltratarse ni sobreexigirse
-El aumento de peso crea una sobrecarga para la musculatura, especialmente de la espalda. Por esta causa la gimnasia que se realice debe reforzar la columna vertebral, pero no esforzarla.
-Los músculos de la parte baja de la pelvis tienden a aflojarse, más aun en los segundos embarazos. Tonificar esta zona es vital, para evitar padecer incontinencia urinaria en el futuro.
Se debe contraer, apretar y subir la zona anal, vaginal y uretral, durante 5 a 10 segundos. Para hacerlo hay que colocarse de pie, con los pies y las rodillas levemente doblados hacia afuera e imaginar que se intenta retener la orina y el flujo menstrual. Practicarlo en dos secuencias: lenta y pausada y rápida y luego intercalar ambos tiempos.
-La circulación sanguínea, básicamente el retorno linfático de los miembros inferiores, se dificulta. Esto genera tendencia a calambres y celulitis. Por esta causa hay que realizar caminatas, natación o disciplinas de bajo impacto que aumenten la circulación.
-La respiración, principalmente en la fase final del embarazo, la emplea el cuerpo para el cambio de oxígeno por gas carbónico. Esto puede provocar pérdida de energía, cansancio, trastornos en el sueño, tensión en los hombros e irritabilidad. Los ejercicios con técnicas especiales de respiración como el yoga, el Pilates y la conocida gimnasia preparto ayudan a mejorar la capacidad respiratoria.
Si no se ha efectuado ningún deporte antes del embarazo, hay que consultar a un obstetra para saber durante cual mes se puede iniciar. Habitualmente es cuando pasa el tercero.
En general se recomiendan los ejercicios aeróbicos, porque movilizan mayor cantidad de grupos musculares, ocasionan menores posibilidades de contracturas, activan la circulación sanguínea, disminuyen el riego de desarrollar várices y edema (hinchazón), consumen un porcentaje adecuado de calorías y mejoran el estado de ánimo.
Dentro de los aeróbicos se encuentran:
* Danza: Trabaja conjuntamente cuerpo y mente. Coopera con la elongación de los músculos. Si se practica danza clásica no hay que trabajar sobre las puntas del pie.
* Bicicleta: Moviliza básicamente las piernas, los brazos y la espalda. Durante el embarazo es conveniente la fija. Se debe realizar despacio y suavemente, cuidando la posición del cuerpo.
* Golf: Implica caminatas, las cuales son muy beneficiosas. No ejecutarlo para competir, simplemente para trabajar los músculos y distenderse.
* Natación: Moviliza todos los grupos musculares de manera rítmica. Asegurarse que el agua de la piscina esté perfectamente limpia. Si es climatizada que no esté muy caliente. Evitar los saltos y los ejercicios bruscos.
Hay que contemplar otros aspectos en la realización de deportes durante la gestación. La gimnasia para las embarazadas deberá ser realizada con moderación. También hay que asesorarse respecto del tipo de rutina, ya que algunas pueden resultar nocivas para el bebé en gestación.
Los lugares donde se practican las disciplinas deben tener una entrada de aire del exterior, para que el ambiente se mantenga con la humedad necesaria y tienen que estar a una temperatura adecuada.
Además es aconsejable beber jugos naturales durante la realización de los ejercicios, para no deshidratarse ni cansarse demasiado.

