Pasó la primer etapa del año, las vacaciones de invierno y prácticamente todas las pruebas del segundo trimestre. A punto de iniciar la última etapa del año escolar, es un buen momento, según coinciden diferentes especialistas en Educación, para evaluar la necesidad de que los alumnos que están "flojos” reciban una ayuda extra para terminar airosos el ciclo lectivo. Aseguran que con algunas clases de apoyo quizás puedan salvar el año y no llevarse materias para rendir en diciembre o lo que es peor aún, a marzo o previas.
Nelson Vera, profesor de las materias del área Sociales en su propio instituto de apoyo escolar, es contundente: "esta es la altura ideal del año para ver en qué condiciones está un chico para pasar de año: ya pasó más de medio año y se pueden saldar las dudas antes de las integrativas o los exámenes finales y se pueden subir las notas para mejorar el rendimiento académico. Eso sí, es un poco tarde para aprender, entendiendo cabalmente este concepto. Es sencillamente una buena instancia para reforzar”, dice convencido por la experiencia diaria en el Instituto Integral.
Con él coincide la psicopedagoga Karina Barbero. "Ahora se está a tiempo de salvar el año escolar, si es que no estamos ante un problema de aprendizaje, cosa que es más seria. En estos casos hay que empezar a trabajar desde antes”, asegura la profesional.
Hay un detalle que no es menor pero si es fundamental para aquellos que "andan flojos” en la escuela: en el ciclo lectivo del 2013 se incorporaron más instancias de recuperación de contenidos académicos no aprobados en el nivel secundario. Hay más oportunidades con los POE, sigla que resume el lapso del Período de Orientación Evaluativa, que no es ni más ni menos que la etapa de recuperación.
"Hasta el año pasado los chicos tenían solo un POE en el mes de noviembre. Ahora hay un POE al final de cada trimestre más el de noviembre, antes de rendir las materias en diciembre o marzo. Hay muchas más posibilidades que antes”, explica Barbero, oportunidades que muchos profesores consideran excesivas e inclusive abusivas, lo que no contribuye del todo al aprendizaje porque los chicos, opinan, terminan especulando con el sistema.
Los profesionales consultados consideran que a los chicos que más les cuesta esta etapa es a los alumnos de 1¦ año del secundario. "Llegan al secundario aún siendo inmaduros y hasta quizás sin mayor preparación para ello”, dice Barbero y bajo la manga muestra pruebas contundentes: es el año de la escuela con mayores casos de repitencia, según ejemplifica.
"Todavía son chicos y se ven obligados a cumplir con 13 ó 14 profesores con la misma exigencia y no saben ni interpretar un texto. También se suele creer que cómo ya están en el nivel Secundario, ya deben arreglarse solos, pero hay chicos con dificultades que pueden necesitar más ayuda, otros tiempos y supervisión de los padres o los adultos que lo acompañan. Es muy importante que aprendan una rutina de organización de estudio, que muchas veces solos no pueden hacerla. Necesitan el apoyo de los padres y los profesores y de estrategias que no son fáciles de cambiar y que llevan bastante tiempo”, explica.
Para la profesional hay un tema clave en el proceso educativo: normalmente cuando a los adolescentes no les va bien en la escuela, los padres y hasta los profesores creen que solo es por falta de estudio. "Pero la verdad es que a la mayoría de los niños no se les enseña a estudiar: memorizan sin comprender los contenidos”, indica con preocupación.
Para eso es fundamental, según agrega el profesor Nelson Vera, interesarlos en lo que van a estudiar. "Lo mejor que puede pasarnos como docentes frente a un alumno es motivarlo a querer conocer más, a interesarse por los temas. Hoy hay muchas herramientas para lograrlo como por ejemplo explicar los hechos históricos por medio de videos educativos o programas informáticos que además de enseñar, entusiasman a los chicos. Con estos elementos el alumno no solo comprende sino que no se olvida más lo que estudió", asegura el docente que entre otras estrategias recomienda ayudarlos con técnicas de estudio y de lectura comprensiva.

