La merienda es, sin lugar a dudas, junto a cuadernos, libros y cartuchera, uno de los elementos más importantes de la mochila. Es que no son una colación más en la rutina escolar. Por el contrario reviste de fundamental importancia ya que aportan la energía necesaria para el momento del aprendizaje, justamente en la etapa de crecimiento clave. De hecho, se considera que el gasto calórico durante las cinco horas de clase representa aproximadamente el 40% de los requerimientos diarios.

Por eso debe ser variada y nutritiva, incluyendo todos los elementos esenciales para el desarrollo físico pero a su vez para el bienestar del niño. Es recomendable y para eso muchas escuelas incorporaron en sus kioscos "menúes saludables"- evitar "comidas chatarra" con alto contenido en grasas. Si en cambio, deben contener alimentos ricos en calcio como leche, queso y yogur (con cereales, frutas o solo), que ayudan al desarrollo de huesos sanos hasta aproximadamente los 18 años. También vitaminas A, C y D que mantienen en un nivel óptimo el sistema inmunológico. La fuente de vitamina D es el Sol y su fuente fortificada es la leche. Las demás vitaminas se encuentran en las hortalizas suculentas y las frutas. Además de minerales como el potasio son importantes para el desarrollo muscular y un crecimiento normal.

Consejos ricos

-Evitar las calorías huecas: los snacks (papas fritas, chizitos, palitos salados, etc), las galletas rellenas con crema o los caramelos pueden calmar el hambre pero no aportan elementos nutritivos.

-Las gaseosas y jugos también contienen calorías huecas. Una gaseosa cola chica contiene de 6 a 8 cucharaditas de azúcar de más de lo conveniente y nada de vitaminas. Para beber (y la hidratación es otro objetivo básico) es mejor incluir una botellita de agua, leches saborizadas, un yogurt bebible o jugo natural en un termo pequeño.

-Una rica merienda puede estar constituida por un postrecito con leche, comprado o casero. Inclusive gelatinas, yogurth con cereales o frutas y arroz con leche.

-Incluir todos los días alimentos ricos en vitamina C, prefiriendo las frutas frescas como la mandarina, las frutillas, la naranja, la pera o la manzana. Son más fáciles de comer que otras. Otra opción interesante para los chicos son las ensaladas de frutas.

-Los sandwiches preparados con pan integral, lactal o pan árabe son otra alternativa sabrosa y nutritiva.

-Sustituir las papas fritas y otros productos salados por pochoclo y cereales (copos de maíz, aritos de avena, tutucas, cuadraditos de avena, etc). También son válidas las barritas de cereales, trocitos de dulce de batata o membrillo y los turrones caseros.

-Si al chico le gustan mucho los alimentos salados puede llevar como merienda: trocitos de queso, quesos untables, huevos duros, porciones de pizza, etc.

-Reemplazar las galletas rellenas por budines o tortas caseras, galletas vainillas o de miel, maicenitas.