Fotos: archivo Diario de Cuyo y colaboración Walkiria Ticle


Son un grupo de tan sólo cinco amigos, que aunque tienen entre 16 y 18 años, bien les cabe la definición de personas de gran corazón y expertos en el armado de acciones solidarias. Es que si bien en las últimas semanas han logrado juntar más de 500 juguetes para los niños de tres asentamientos de la provincia (ver Convertidos en Reyes), hace mucho tiempo que organizan, participan y donan desde su tiempo hasta sus propias pertenencias para colaborar con distintas necesidades de los sanjuaninos. De hecho, uno de sus lugares preferidos para compartir momentos y donaciones era el Hogar de Ancianos, ahora llamado Dirección de Residencia de Adultos Mayores Eva Duarte de Perón, A ese espacio llegaron por una iniciativa escolar de voluntariado que se lleva adelante desde hace tiempo en el ámbito del Colegio Central Universitario, pero que por la pandemia, sin clases presenciales ni siquiera un día en todo el 2020 y a sabiendas de los riesgos que corren los abuelos, tuvieron que dejar de ir.


Por eso, ahora, quieren recuperar el vínculo y el contacto que habían generado con los abuelos, a quienes los conocen por sus nombres y de los cuáles han escuchado cientos de historias y anécdotas de vida. Quieren volver para entregarles un "mimo", esto sin dejar de respetar los protocolos vigentes por el Covid-19. Claro que solos no creen poder juntar todo lo necesario, por eso piden ayuda a quienes quieran colaborar. 


"Hemos planificado llevar las donaciones a fines de enero. Ojalá podamos recaudar algo para cada abuelo en este lapso de tiempo, con ayuda de los sanjuaninos que siempre están dispuestos a sumarse", cuentan Walkiria Ticle, Fernando Lorenzo, Pilar Gargiulo, Victoria Chiguay y Guadalupe Acosta, conscientes de que por tratarse de una población de riesgo ante el Coronavirus, no podrán verse "cara a cara" con los ancianos, sino que les dejarán los regalos para que cada uno reciba en manos del personal, previa desinfección. De todos modos, pensar en la alegría que pueda generarle recibir un paquete sorpresa, les genera mucha adrenalina.


Es por eso que para recuperar el tiempo "perdido" o de ausencia, quieren juntar cuánto antes 100 regalos para hombres y otros 50, para la población femenina que reside en esta dependencia del Ministerio de Desarrollo Humano. Fundamentalmente piden perfumes, lociones, cremas hidratantes y cremas de afeitar, desodorantes, esmaltes, lápices de labios, sombras y rubores, anillos, pulseras, aros, lanas y agujas de tejer, juegos de mesa de todo tipo y mazos de cartas, que son todos elementos que los abuelos disfrutan. 


Aparte están recibiendo donaciones de ropa, pañales para adultos, alcohol en gel y otros objetos que puedan servirles pero no los consideran parte del cargamento "afectivo" que quieren entregar. Por supuesto que lo llevarán pero en calidad de colaboración común.


"Sabemos que la mayoría de ellos están solos, no tienen familiares ni hijos ni amigos que puedan demostrarles cuánto los quieren. Por eso, para nosotros es un gran gesto llevarles un regalito que les signifique un gesto de amor y cariño, de que no están solos en estos tiempos tan difíciles para todos los ancianos", explican los chicos que ponen a disposición sus teléfonos o el Instagram del grupo (@redes.solidariass) para acordar con los interesados la forma y la fecha para recibir las donaciones. Aquellas personas que puedan acercar algunos de los elementos que piden pueden contactarse a los teléfonos 2647406510 (Walkiria), 2645656608 (Victoria), 2645141377 (Fernando), 2644367617 (Pilar) y 2645636632 (Guadalupe).


 

Convertidos en Reyes

 

Parecía algo imposible, sin embargo lo lograron. Debían juntar 550 juguetes y con muchos gestos de solidaridad de personas conocidas, familiares y amigos pero también de comerciantes y de desconocidos, inclusive aportando aquellos juguetes que tan felices los hicieron en sus infancias, llegaron a ese número de donaciones sin problemas. También consiguieron golosinas, útiles, libros de cuentos, ropa y zapatillas, elementos de limpieza y de higiene personal.


En Navidad fueron al Merendero Capillita, ubicado en Catamarca pasando Corrientes, en el Barrio La Capilla, en Capital. También fueron al merendero Manitos Sanadoras, en calle Centenario sur, entre Balcarce e Ignacio de la Roza, en Rivadavia. Y, durante la primer semana de este mes, llegaron con regalos para cada uno de los chicos del merendero Los Patitos, en el Barrio Malimán, de Rawson. Los acompañaron los integrantes de Mallín del Colegio Don Bosco. Y junto con los mismos vecinos colaboradores del merendero, se disfrazaron de Reyes Magos para entregar las donaciones, casa por casa.


"Fueron tres momentos maravillosos para todos, para los niños que recibían sus regalos y para nosotros", dicen los chicos.