Desde el año 2009 a la fecha, la provincia cuenta con una campaña de recolección de pilas y baterías, que superó las 38 toneladas. Tuvo varias etapas, pero en este tramo son los chicos y jóvenes los protagonistas, ya que más de 70 escuelas cuentan con contenedores protegidos para que puedan depositar estos elementos altamente contaminantes. A ellos se sumaron los clubes ambientales escolares que también apuestan a esta tarea social. Pero eso no es todo respecto del avance de la recolección, ya que la Secretaría de Ambiente de la provincia acaba de anunciar que en 90 días comenzará la construcción de una planta de reciclaje de pilas que será inaugurada en junio de 2018 (Ver nota aparte)-.


Del total de escuelas que participan en la campaña, son varias las que se destacan por el estimulo que brindan sus docentes y la cantidad de chicos que participan, pero de ellas son el Colegio Central Universitario de la UNSJ y la Escuela Boero las que llevan la delantera. Acopian como nadie, de acuerdo a los datos suministrados por Ambiente.


En el Central -como todos los conocen-, cuentan con un programa denominado "Creando Acciones Solidarias" -CAS-, que a su vez tiene cuatro comisiones con distintas finalidades. Precisamente una de ellas es la de Ecología. Son más de 20 los chicos que la integran y tienen como objetivo recolectar papeles, tapitas y pilas. Todo un trabajo voluntario que no les reditúa ni en mejores notas para alguna materia, ni horas libres, ni nada de eso, sólo se traduce en toma de conciencia ambiental, para ellos y para sus compañeros que se suman tan solo llevando algunos de estos elementos.


"Hacemos los recipientes para colocar los papeles y cartones, también para las tapitas, les colocamos los carteles correspondientes, y una vez por semana o antes, según la necesidad, los juntamos y clasificamos. En el caso de los papeles muchos son reciclados en la escuela por áreas y especialidades que lo necesitan y las tapitas van todas para Casa SAHNI. Las pilas en cambio van a contenedores que nos envía la Secretaria de Ambiente y controlamos si están llenos para avisar que los busquen. No podemos manipularlos porque son muy contaminantes", expresa Rocío Pepe, alumna de la comisión de Ecología.


Virginia Carrillo es la profe de Historia encargada de coordinar las actividades, aunque han pasado muchos docentes y alumnos ya que el CAS funciona desde hace 25 años, pero la comisión de ecología desde hace sólo seis.


Gracias a la labor de estos chicos la escuela recibió una distinción al igual que la Escuela Boero. En esta última es el docente Walter Paéz, técnico químico y profesor de tecnología, quien tiene la tarea de guiar a los alumnos. "Nosotros hacemos todos los años la campaña de recolección para la semana de la Educación Técnica en noviembre y tenemos muy buenos resultados, sobre todo de las áreas de electricidad y electrónica que manejan muchas pilas y baterías. La idea es que todos tomemos conciencia de lo contaminantes que son", dice el docente.


A lar par la Secretaría de Ambiente cuenta con un equipo de profesionales dedicados a dictar charlas en las establecimiento escolares para transmitir conocimientos de ecología y el riesgo en el que se encuentra el planeta por los altos niveles de contaminación.


"Es muy bueno trabajar con los jóvenes porque ellos asimilan todo y se vuelven nuestros controladores cuando hacemos algo que comprometa mínimamente la salud del planeta", agrega Paez.


Lo cierto es que la toma de conciencia del riesgo que corre el planeta comienza por los más jóvenes, y así lo están entendiendo.

Foto: Federico Levato

Ignacio Levin (12), Victoria Bissutti (16), Ernestina Gil (16), Rocío Pepe (17), Ana Pereyra (17), Julieta Pellicer (13), y Pía Rodríguez del Cid (16).


Campaña en marcha


La campaña de recolección de pilas comenzó en San Juan en el año 2009, sólo en el Gran San Juan, hasta el 2011, periodo en el que se alcanzó a recolectar dos toneladas de este material. En aquel momento eran encapsuladas y llevadas a un relleno sanitario con disposición final en Córdoba.


A partir de ese año se amplió a todos los municipios, por lo que la Secretaría de Ambiente aportó 500 contenedores en negocios, escuelas primarias y secundarias, organismos públicos, incluso en edificios de las universidades que funcionan en la provincia. A la par dio comienzo una campaña ambiental con capacitadores que dictan charlas instructivas para explicar la finalidad de la campaña. Sobre todo apuntan a que la gente conozca los motivos por los cuales se deben recolectar por fuera del circuito de los residuos domiciliarios. Lógicamente esto está vinculado a los efectos nocivos que tienen para el ambiente.


"Actualmente hay escuelas que están apostando mucho a estas tareas, se capacitan con más fuerza, y también se sumaron los clubes ambientales. Esta semana se entregaron 400 contendores más para los establecimientos escolares que se suman a los 500 ya repartidos en municipios, supermercados, entes del gobierno, comercios, entre otros", explica Gastón Videla, coordinador de la campaña dependiente de la Secretaría de Ambiente.


Los depósitos están repartidos de acuerdo con la población de cada comuna, por ejemplo en Capital y Rawson hay 200 y así sucesivamente.


"Son cerca de 70 las escuelas que se han sumado a la propuesta. Entre las más representativas están la escuela Boero, el Central Universitario, que son las que más recolectan, le siguen la Escuela Industrial, el Parroquial de Chimbas, entre otros que han avanzado mucho En las escuelas primarias se dan muchas charlas, pero se evita la manipulación de las pilas y es en la secundaria donde mas depositan", agrega.


Desde el 2011 al 2017 se han recolectado 36 toneladas de pilas, de ese total 20 toneladas fueron llevadas en 2015 a Córdoba a un relleno sanitario y disposición final, pero luego se decidió llevarlas a un depósito ubicado en el Parque de Tecnologías Ambientales (PTA) de Rivadavia. Allí son colocadas al vacío para que no contaminen y serán utilizadas una vez que se inaugure la planta de reciclado el año próximo.


Planta de reciclado


En 90 días comenzará la construcción de la planta de reciclado de pilas, según anunció el gobierno provincial esta semana. Por su parte el Secretario de Ambiente, Raúl Tello, indicó que la idea es que sea inaugurada el 25 de Junio de 2018. Por ese motivo un grupo de profesionales viajará este próximo 15 de agosto a la Universidad de la Plata donde se encuentra la única planta piloto de reciclado de pilas, por lo que San Juan se convertirá en la primera planta a escala de Argentina.


La idea es que luego de un año de tratamiento y reciclado local se convierta en regional.


"Primero las pilas se llevaban a Córdoba, pero en el 2015 se tomó la decisión de llevar una parte al depósito al Parque de Tecnologías Ambientales y guardarlas al vacío para evitar la liberación de cualquier tipo de contaminación", explica Gastón Videla, quien tiene a cargo la Campaña de Recolección de Pilas.


Con la puesta en marcha de la planta, la provincia podrá recuperar el 75 por ciento del material, tal como zinc, plomo, carbón, entre otros, que podrán ser reutilizados en la misma industria u otras que lo demanden.


"Nos estamos asesorando con expertos de la Universidad de La Plata que es el único lugar del país donde hay una pequeña planta piloto, y también con la especialistas del INTI que manipulan residuos peligrosos", indica Videla.

El biocontenedor es un recipiente que recolecta distintos tipos de pilas y baterías con un sistema de ingeniería que le permite a cada una llegar hasta su propio contenedor. Cuenta con orificios para las pilas botón (las de reloj), otras para baterías de celulares, y así sucesivamente. Esto permite que el material tóxico deje de tener contacto con el ambiente hasta que son trasladados al depósito final. En pocos días llegarán a gran parte de los departamentos de San Juan