Últimamente las uñas se han vuelto protagonistas e incluso el complemento necesario para un outfit perfecto. Cómo se las use, el largo, el color y el tipo de decoración que se elija para cada una de ellas habla mucho de cómo somos y cómo nos sentimos, incluso qué queremos transmitir, por lo que cuidarlas para mantenerlas no solo bellas, sino también sanas es muy importante para evitar dolores de cabeza en el futuro.

El alimento es fundamental

El tipo de alimentación que tengamos no solo aporta energía y es importante para el bienestar físico, sino también para la belleza. Una enfermedad o la carencia grave de vitaminas se ve reflejada en las uñas.

Para ello se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina A y B, como cereales, tomates, pimientos rojos, zanahorias, nueces, almendras y pescados, si tienes uñas frágiles y tienden a quebrarse con facilidad. El consumo equilibrado de productos lácteos aporta el calcio necesario para unas uñas sanas y fuertes.

Hidrata las uñas, pero cuídalas de la humedad

Para estar sanas y fuertes, las uñas necesitan su dosis de hidratación, y lo puedes hacer en casa utilizando solo aceite de oliva. Sumergiendo las uñas durante 5 minutos en este aceite, y luego masajearlas para ayudar a la absorción de nutrientes, notarás cómo cambian de aspecto.

Si bien hay que hidratarlas, también hay que tener mucho cuidado con la humedad. A la hora de lavar los platos, el baño o cualquier tarea que suponga el contacto de las manos y las uñas con humedad, deberían ser realizadas con guantes, para evitar que se deterioren e incluso que aparezcan hongos. Además, ten en cuenta secarte bien las manos cada vez que las laves.

No abuses de embellecerlas

Aunque te encante ver las uñas decoradas, aunque sea con una mano de esmalte, de vez en cuando conviene dejarlas respirar, al natural, sin ningún tipo de esmalte o tratamiento por un tiempo. Otra recomendación es procurar no pintarlas y despintarlas más de una vez por semana, para no maltratarlas en exceso. Si lo haces, sea por el motivo que sea, emplea quitaesmaltes sin acetona, y protege siempre tus uñas con esmaltes de buena calidad que incluya algún tratamiento fortalecedor.

Cuida las cutículas

Cuando te coloques crema hidratante en las manos, extiende la misma hasta las cutículas y ofrécele un pequeño masaje. De esa manera podrás acondicionarlas.

Evita cortarlas, pero si puedes empujarlas una vez hidratadas con ayuda de un cotonete impregnado en aceite. Puedes hacerlo dibujando pequeños círculos con los que vayas retirándolas de a poco. De esa manera prepararás la superficie para la manicure y las dejarás bien acondicionadas.

Revíselas de vez en cuando

Quizás no tanto de las manos, pero muchas veces dejamos algo olvidadas las uñas de los pies. Tanto en manos como en pies es importante mirarlas con atención para detectar posibles trastornos para detenerlos y evitar que empeore el aspecto y la salud de estas.

Pero, ¿cómo saber si nuestras uñas están saludables? Deben presentar un color rosado, por lo que, si están amarillentas o de color marrón, podrías estar ante la presencia de un hongo.

Evita los malos hábitos

Comerse o morder las uñas, utilizarlas para abrir objetos o para que hagan efecto palanca y fumar pueden estropear las uñas, lastimarlas o teñirlas de amarillo.