A medida que el público se desplaza por la exposición, se deshace en elogios. Los flashes de cámaras fotográficas y celulares se pueden contar por centenares. Se trata de la muestra denominada "Titanes de Ischigualasto", que se lleva a cabo en el Auditorio "Juan Victoria". Esos son los frutos de 3 años de trabajo en el Museo de Ciencias Naturales, de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Para llegar a ese resultado, hubo un grupo de profesionales y estudiantes universitarios que trabajaron para mostrar la lucha titánica por sobrevivir de esos animales hace 30 millones de años, cuenta el coordinador y guionista de la expo, Jorge Puga.

La historia de titanes es lo que se cuenta en la muestra. Se trata de la lucha de 3 especies: protomamíferos, protococodrilos y dinosaurios. Todos querían dominar el mundo hace 30 millones de años, aproximadamente.

Con esos antecedentes, la tarea de desarrollar estas reproducciones quedó en manos de paleontólogos, técnicos, especialistas en efectos especiales y la ayuda de estudiantes universitarios de Artes, Biología, Diseño Industrial y Geología.

Puga relata que los trabajos comenzaron a llevarse a cabo con personal del museo, entre ellos Raúl Gordillo, técnico especializado en tallar tergopol ya sea esqueletos o de animales corporizados. A medida que la tarea iba en incremento, comenzaron a sumarse especialistas en diversos rubros, que fueron contratados para este fin, entre ellos: Juan Carlos Martínez, especialista en efectos especiales, Jorge Puga, guionista y Mauricio Dávila, quien pintó los fondos de las distintas escenas que muestran a los animales en sus respectivos hábitat.

El grupo de trabajo en su pico máximo llegó a tener unas 70 personas; mientras que de forma permanente hasta este momento de la exposición son 25.

El trabajo de investigación comenzó hace 3 años en el Museo de Ciencias Naturales. Hace casi dos años, el gobierno le cedió al museo todo el complejo Ferrourbanístico "Eva Perón", para hacer las esculturas, los trabajos de soldaduras, recinas y distintos procesos que necesitaban de mucho espacio cubierto. Al principio, el grupo de trabajo realizaba la tarea en una carpa desmontable, detrás del museo, pero era muy pequeña. Por eso necesitaban un lugar más amplio.

Para las reproducciones primero se hicieron prototipos hechos de plastilina, pero éstos se perdieron por efectos del calor, debido a que ese producto de modelaje es blando. Entonces, cuando se hizo la copia por medio de moldes, ya quedó como original.

La exposición iba a arrancar con un 20 por ciento menos de reproducciones de animales de los que hay ahora, pero a medida que se iban desarrollando, se logró hacer cada vez más modelos.

"Para lograr este objetivo se trabajó bajo estándares internacionales, es decir de muy alta calidad. Desde el principio del trabajo se fue trabajando en base a ensayo y error. Se fue aprendiendo, se mejoraron detalles. De los 3 años, al menos la mitad fue de aprendizaje. Desde ahí se empezó en concreto con un guión de muestra terminado y más o menos con qué queríamos mostrar", relata Puga.

Si hay algo que llama la atención de los visitantes a la muestra de los titanes, es que al ver esas criaturas parecen reales. En esa tare tienen mucho que ver los especialistas y alumnos universitarios de diseño industrial, Artes, Biología, Diseño Industrial, Geología, entre otros, trabajaron incluso en aquellos detalles finos de pintura en general, esqueletos, cuerpos de animales, escenografías, modelados y reparación.

Hay varios animales que los terminaron después de más de un año de trabajo como por ejemplo el lensensauros, que es el esqueleto de 19 metros de largo y 6 de alto.

En el equipo de trabajo nunca imaginaron que iban a utilizar tantos materiales como plastilina y silicona líquida. Uno de los pedidos costaba unos 40.000 pesos, cuenta Puga.

Los "titanes" ya terminados están a la vista de todos, hechos con talento sanjuanino.