El mismo año que se creó el primer videojuego en Estados Unidos, que inició sus operaciones el Fondo Monetario Internacional (FMI), que India y Pakistán se independizaron del Reino Unido. Que en Argentina se sancionó la ley del voto femenino y por ende, el sufragio universal, que en España se inauguró el Estadio Santiago Bernabéu. El año que nacieron desde el cantautor Víctor Heredia, hasta Linda Buck, científica estadounidense que mereció el Premio Nobel de Medicina en 2004, también el poeta y novelista Paul Auster y Giuseppe Bertolucci, cineasta y guionista italiano. O cuando fallecieron el poeta español Manuel Machado, el padrino de la mafia italiana Al Capone, entre tantos otros. 

Ese mismo año, más precisamente el 9 de julio de 1947, el matrimonio de José María Sansone y Celia Lanteri Cravetti fundó la panadería "La Reina", que no sólo fue su gran emprendimiento familiar y sustento a su familia de 7 hijos, sino que 75 años después, aún en pie pero con un sello de inigualable en la calidad de sus preparaciones, sigue deleitando a los sanjuaninos con los más de 150 productos de panadería y pastelería de autor.


El negocio en cuestión nació en la casa de los Sansone, que estaba ubicada en el corazón de Desamparados: más precisamente en lo que era la antigua calle Cereceto (hoy Avenida Ignacio de la Roza) y Florentino Ameghino. Y desde entonces nunca más se fue del barrio. Si se mudó en dos oportunidades de domicilio pero siempre en la misma cuadra o, a lo sumo, en la vereda de enfrente, donde está hoy.


"A principios de la década del '50, nuestros abuelos, hicieron un moderno local comercial para la época que estaba junto con el área de producción. Allí trabajaron no sólo ellos sino además todos sus hijos, hijos políticos y nietos", cuentan José María y Roberto Paulo, la tercer generación que, pese a tener sus títulos universitarios y ejercer sus propias profesiones, continúan con un oficio legado aún antes que el abuelo Sansone se pusiera a amasar. Es que el bisabuelo y sus hermanos ya eran panaderos.

Los abuelos Celia Lanteri y José María Sansone iniciaron la panadería
“La Reina” en su domicilio, que hoy es un imperio de delicias, tanto ricas como saladas.

Tan fuerte es la herencia de los socios originarios -el matrimonio estuvo al frente del emprendimiento hasta 1983- que aún hasta la actualidad se repite su receta de las facturas y el pan dulce, por ejemplo. Es más, justamente esta preparación que en cualquier lugar solo se consigue a partir del mes de diciembre, en esta panadería -caracterizada por ser una de las más antiguas de la provincia y de las primeras en producir panificados a gran escala y distribuir sus productos en el Gran San Juan- se puede consumir durante todo el año, porque lo consideran una de las delicias más requeridas por la clientela. Entonces, les dan ese gusto. 


En el 2010, Mirtha (más conocida como Nena), una de las hijas Sansone-Lanteri, junto a su esposo Roberto y sus hijos José María y Roberto Paulo, aplicando la experiencia y la práctica compartida, quisieron seguir con la tradición familiar y tomaron las riendas de "La Reina". Pero a su vez le dieron una nueva impronta: incorporaron nuevas preparaciones de pastelería moderna, siguiendo las tendencias de la gastronomía gourmet y así se transformó en una confitería a la que se distingue como el "lugar de todos los sabores", tal como les gusta llamarla. Desde entonces en el lugar que abre todos los días del año, salvo el 25 de diciembre y el 1 de enero, en Avenida Ignacio de la Roza 1337 oeste, hay despliegue de panes, facturas y pan dulce pero también de tortas decoradas, masas finas, los tradicionales Polonés, Milhojas, Cheescakes, chocolatería y sandwichitos.

De las masitas al mitín
Muchas han sido las personas que han pasado y siguen pasando por esta panadería y pastelería. Inclusive personajes reconocidos de San Juan. De hecho entre los '50 y los '70, se la conocía como la "Jabonería de Vieytes", en alusión a la casa donde Hipólito Vieytes -que fue capitán de Patricios en las Invasiones Inglesas- decía tener su fábrica de jabones y velas pero que a su vez servía de lugar de reunión secreta de quienes pretendían lograr un gobierno independiente, entre otros Nicolás Rodríguez Peña, Castelli, Belgrano, Chiclana, Paso, entre muchos otros patriotas que vieron concretar su anhelo en la Revolución de Mayo.

"Cuando Perón estaba proscripto por el peronismo, muchas veces, la panadería era el lugar de encuentro de muchos políticos locales que soñaban con la vuelta de la democracia, inclusive en la época de la dictadura militar. Allí se hacían reuniones en las que iban personajes de renombre como Eloy Camus, que era amigo personal del abuelo. Cuentan inclusive que alguna vez, desde España llamó Perón", recuerdan los nietos.


Ellos no saben a ciencia cierta que decisiones se habrán tomado en esas reuniones. Sí están convencidos que nadie se iba del lugar, con hambre o sin saciar algún antojo dulce.

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración José María Iglesias