Desde que Juan Carlos Gioja hacía la última campaña proselitista en Rawson, detectó y le preocupó enfrentarse cara a cara a la creciente amenaza de adolescentes y jóvenes adictos. Tanto le impactó esta dura realidad que la volcó -junto a otros ítems prioritarios- en el libro que dio sustento a su propuesta de lograr un departamento participativo como el gran desafío al convertirse en intendente. La inquietud no quedó en palabras, pronto se concretó el proyecto de "Comunidades preventivas” (para, como su nombre lo indica, prevenir adicciones en las ONG’s y escuelas). Pero no era suficiente. De hecho, para lograr el objetivo propuesto acaban de inaugurar el hogar de día "Francisco”, donde se recibirá a por lo menos 30 jóvenes con problemas de drogadependencia, entre otras problemáticas sociales. Con esta acción Rawson se convirtió en el primer municipio que da lucha sin descanso al consumo de drogas.
"Este centro de día es la consecuencia del trabajo diario. Soy consciente que el Estado debe interesarse y hacerse cargo de temas prioritarios como la inclusión y la seguridad, algo que no está ajeno a las problemáticas de la droga. Nosotros no miramos para el costado. Nos hacemos cargo en Rawson de esta realidad”, justificó su decisión el intendente Gioja.
El centro de día "Francisco” está instalado en el corazón del Barrio La Estación. No es ni más ni menos una casa, con varias dependencias, donde no sólo accionará un equipo de psicólogos y acompañantes terapéuticos, sino que además dará lugar a talleres de oficios e inclusive clases de apoyo para que quienes allí concurran puedan terminar la escuela, en el caso que hayan abandonado sus estudios. Comenzó a funcionar efectivamente esta semana con sus primeros cinco miembros, tras un proceso de admisión.
"La idea es dar contención a quien lo necesite del departamento. No es sólo para el Barrio La Estación. No es un centro de drogadicción porque la inquietud no es sólo trabajar con adictos. Es un espacio abierto a la comunidad para combatir la problemática de lo que llamamos conductas antisociales, como son la droga pero además el alcoholismo, la prostitución, la delincuencia, el juego. Y no es un lugar exclusivo para quien tiene el problema, también necesitamos que su familia, sus amigos, sus vecinos nos y lo ayuden a superar lo que le pasa. Por eso éste será un centro de puertas abiertas”, explicó Cintia Miodosky, la psicóloga que oficia de directora de "Francisco”.
La casa recuperadora
En la casa que hasta hace poco funcionaba la Dirección de la Mujer (luego se trasladó) y el programa municipal Comunidades Preventivas (que aún permanece en el lugar), se hicieron reformas que permitieron albergar a este nuevo desafío. Allí podrán iniciar un proceso de recuperación al menos 30 personas, por ahora sólo varones, de entre 13 y 25 años.
"Más adelante, recibiremos chicas, pero para eso necesitaremos agrandar el equipo profesional que está integrado por 7 personas, entre psicólogos, trabajadores sociales, acompañantes terapéuticos, expertos en el tema y capacitadores”, aclaró Miodosky.
La directora también puntualizó que un aspecto fundamental para el ingreso de quienes llevarán adelante el tratamiento será llegar de manera voluntaria. "El concepto de trabajo es aceptar a quien llegue pidiendo ayuda, reconociendo que tiene un problema. Acá no vamos a obligar ni ir a buscar a nadie a su casa”, agregó la profesional.
Según la organización interna que se ha previsto, los jóvenes ingresarán al lugar a las 9 y se retirarán alrededor de las 18, todos los días. En ese lapso de tiempo, habrá momentos de terapia individual, grupal y familiar, según el caso. Pero también se pondrá en funcionamiento otro aspecto del "tratamiento”, el que está ligado a orientar a cada persona a que busque lo que le gusta hacer o indague en sus talentos. "Es parte de la contención que nos hemos propuesto, darles herramientas a los chicos para que aprendan un oficio que los aleje de las drogas y que les de a su vez la posibilidad de reinsertarse a la sociedad de manera saludable. Según sus gustos e intereses hemos pensado en dar talleres de jardinería, computación, electricidad o el oficio que prefieran. También trabajaremos en apoyo escolar para que aquellos que aún no terminaron la escuela o la abandonaron, puedan rendir y tener su título”, aseguró la directora que a su vez detalló que como parte del tratamiento habrá momentos de educación física, espacios para trabajar sobre la higiene personal, la salud y sobre la alimentación como pautas de convivencia.
El puntapié inicial
Que hoy Rawson tenga un centro día es una consecuencia directa del proyecto "Comunidades Preventivas”, una idea que empezó a tomar forma en el 2011, de la mano de Gladys Díaz.
"Entendíamos que no sólo había que trabajar con quienes ya consumen, sino que teníamos que comenzar a atacar el problema desde antes, haciendo prevención. ¿Cómo lo hicimos? Sencillo. Convocamos a todas las organizaciones sociales del departamento que quisieran sumarse y a partir de lo que ellos hacían, les propusimos darle un lugar a la prevención de las adicciones. Entonces se acercaron uniones vecinales, clubes, asociaciones civiles como ser grupos de jubilados, talleres comunitarios, grupos que hacen solidaridad. Todos ellos estaban dispuestos a hablar sobre la droga y a hacer algo. Hicimos proyectos y pusimos manos a la obra. Y los resultados de este largo trabajo recién ahora están dando sus frutos, los que nos sorprenden gratamente”, asegura Gladys Díaz, quien ejemplifica la tarea con lo que hicieron en la Asociación Civil Añoranza, del barrio 12 de diciembre: "Ellos tienen una academia de danza de adultos mayores. Cuando les planteamos la propuesta, ellos hicieron una convocatoria a sus nietos y a sus vecinos jóvenes para sumarlos al ballet. Y en lugar de bailar cualquier canción, iniciaron las clases con la bella melodía de "Hay un niño en la calle”. La danza llevó a que grandes y chicos empezaran a analizar la letra de la canción y así cayeron inevitablemente las realidades y amenazas de los jóvenes de hoy, también hablaron de los valores y el amor. Ese fue un granito de arena y por supuesto una experiencia excelente”, dice la mujer que tiene otros tantos ejemplos para dar de las más de 20 ong’s que respondieron afirmativamente a la inquietud.
Quienes forman parte de "Comunidades Preventivas” no se preocupan ni por las estadísticas, ni por casos puntuales. Para ellos, eso está en manos de la policía y otros organismo especialmente dedicados al tema, como ahora el flamante centro de día. Sí, en cambio, ellos se centran en la capacitación y el trabajo comunitario. Es por eso que ahora empezaron a contactarse con las escuelas del departamento para llevarles su oferta de introducir el tema de adicciones y valores en las clases u otros espacios escolares. Mientras tanto 3 veces por semana (lunes, miércoles y viernes de 9:30 a 10:30 y de 15:30 a 16:30), en una salita colindante con el centro "Francisco”, hacen talleres preventivos para chicos de hasta 12 años.
"Hay que hablarles y concientizarlos desde pequeños. Ese es el camino que hay que seguir”, dice Gladys, convencida de su trabajo.