La idea de lucir más joven está siempre presente en muchas personas, pero ya no alcanza sólo con comer sano, hacer ejercicio, no fumar, tener buena calidad de vida, entre otras cosas, sino que además surgen nuevas propuestas para que esto sea realmente efectivo y visible. Tal es el caso de la Bioestimulación mediante Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que ya se realiza en San Juan.

Verónica Godoy, médica dermatóloga, es quien realiza este tratamiento que busca detener el proceso de envejecimiento y promover la regeneración celular. Como se realiza con la sangre del propio paciente, requiere de un equipo de profesionales médicos, que en este caso también está integrado por las doctoras Virginia Canónico y Susana Gómez, ambas hematólogas, que son las profesionales autorizadas a manipular la sangre.

‘La terapia celular es uno de los métodos más revolucionarios que existen para acelerar los procesos naturales de regeneración de tejidos gracias a la bioestimulación con plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento, es decir, utilizando las proteínas que nuestro propio organismo genera. Esta nueva técnica antiaging supone toda una evolución en cuanto a la regeneración y cicatrización de cualquier tipo de tejido, pues une el tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) a los factores de crecimiento autógenos’, indica la especialista.

Es bien sabido que el envejecimiento cutáneo se produce por degradación celular, e intervienen factores como el paso del tiempo y la genética, además de un conjunto de mecanismos moleculares y celulares propios del envejecimiento, así como otros factores como la exposición al sol, las enfermedades, las hormonas, la nutrición, los hábitos tóxicos o los cuidados cosméticos.

Según cada individuo, los signos de envejecimiento como arrugas,brillo, luminosidad, entre otros, aparecen antes o después. Para combatirlo existen cuatro grandes grupos de tratamientos, tales como los curativos; los paliativos; los preventivos y los restitutivos.

Precisamente la bioestimulación pertenece al último grupo. La bioestimulación es uno de ellos, ya que activa biológicamente la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

‘El PRP es un producto de la centrifugación de la sangre que posee una gran cantidad de plaquetas, células sanguíneas cuya función es producir la coagulación de la sangre. Estas células contienen en su interior los factores de crecimiento, unas proteínas que se encargan de transmitir señales a las células para que éstas produzcan tejido nuevo. De esta forma, los factores de crecimiento aumentan la regeneración celular, produciendo vitalidad, grosor, elasticidad y tersura a la piel. Si al Plasma Rico en Plaquetas se le añade un Concentrado de Factores de Crecimiento a partir de plaquetas jóvenes bioactivas, se consiguen mejores resultados en los tratamientos rejuvenecedores, ya que se obtiene una concentración 20 veces superior de factores de crecimiento’, explica la doctora Godoy.

El procedimiento

Para realizar este tratamiento en primer lugar se extraen unos 20 ó 40 ml de sangre del paciente y se coloca en tubos con anticoagulante. Después se procede a una centrifugación para obtener una separación de las diferentes fracciones de la sangre, separando el plasma rico del pobre, y consiguiendo de esta manera el plasma rico en factores de crecimiento autógenos.

‘Sin necesidad de usar anestesia, el PRF es infiltrado subcutáneamente mediante microinyecciones en las zonas de la piel a tratar y el plasma pobre se pulveriza sobre la piel.

También se puede aplicar de forma tópica, mezclado con grasa (como injerto) mediante inyección subdérmica, o en forma de coágulo plaquetario en cicatrices para acelerar su proceso de cicatrización. Estas infiltraciones se pueden realizar en toda la cara, cuello y dorso de manos para tratar arrugas, elastosis, discromías, surcos pronunciados o cicatrices’, agrega la profesional.

Los resultados son una mejora en el aspecto de la piel, su textura, tersura, tacto, tono, brillo o luminosidad, ya que restaura la vitalidad cutánea, aumenta su grosor, y recupera la elasticidad.

La profesional indica que no produce efectos secundarios ni rechazo, alergia o reacción a cuerpos extraños, ya que se trata de sustancias autólogas, extraídas de la sangre del propio paciente. Tampoco requiere ningún tipo de preparación previa y, tras su aplicación, las personas se reincorporan inmediatamente a su vida cotidiana

Los resultados se notan a los pocos días, a la semana ya son muy evidentes, llegando a un punto máximo a los 45 días. Cada cuatro meses se puede volver a aplicar si se desea mantener los resultados.