Consumir frutas y verduras estacionales, además de ser un placer, se transforma en una fuente de vitaminas y minerales para completar las necesidades del organismo en esta temporada. Durante el verano, hay una gran cantidad de productos que se pueden consumir y que están a la mano, por ser cultivados en la provincia, como por ejemplo uvas, melones, sandías, duraznos, manzanas, ciruelas, entre otros.

Una dieta rica y saludable requiere dedicación y conocimiento. Los alimentos propios de cada estación, pueden convertirse en una dieta más variada, nutritiva, y con un sabor más destacado.

En las frutas se destaca el contenido de vitamina C (en cítricos, frutas tropicales, melón, entre otras) y de provitamina A (en cerezas y melón, entre otras), ambas de acción antioxidante. En menor proporción, se encuentran otras vitaminas del grupo B solubles en agua, biotina y ácido pantoténico como cítricos e higos. En general, son más ricas en vitaminas las variedades coloreadas, las de verano y las frutas expuestas al sol.

Si de minerales se habla, en las frutas abunda el potasio (necesario para la transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, contribuye al equilibrio de agua dentro y fuera de la célula). Son ricas en potasio las bananas, kiwi, nísperos, melón, uva negra, cerezas y ciruelas. También aportan magnesio (relacionado con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y la resistencia ante enfermedades degenerativas, posee un suave efecto laxante y es anti estrés).

Otros componentes no nutritivos pero también importantes son:

Fibra: parte de la que aportan las frutas son pectinas, un tipo de fibra soluble en agua que juega un papel fundamental en la consistencia de las frutas y que, asimismo, posee efectos beneficiosos para la salud. La fibra en las frutas frescas se encuentra en una proporción entre el 0,7 por ciento y el 4,7 por ciento. Las frutas con un menor contenido de agua o cuya porción comestible contiene semillas, tienen valores de fibra dietética más elevados. El contenido de fibra se ve reducido con el pelado de la fruta. Así en las manzanas, se reduce en un 11 por ciento y en las peras, alrededor del 34 por ciento.

Beneficios adicionales

En la actualidad, la conservación de los alimentos no es un problema. Los avances tecnológicos como la congelación permiten saborear la variedad de los productos durante todo el año. Pero esto no significa que se aprovechen mal los productos y se dejen de consumir frescos con el valor nutritivo que ello aporta.

Las frutas de cada estación, tienen sus características propias. Las del verano, contienen mucha agua, más vitamina C, y las de la primavera, aportan otras vitaminas, que tienen que ver justamente con la variedad de sus colores y el empuje de crecimiento con la que las beneficia la tierra.

Cuando se consumen las frutas y verduras de la temporada, el
beneficio es importante. Al ser las condiciones climáticas adecuadas para cada variedad, completan su calendario natural. Mantienen intactas sus propiedades y se puede disfrutar verdaderamente de su aroma, sabor y textura.

En los niños

El aporte de vitaminas que ofrecen las frutas hace que sea muy beneficioso su consumo por parte de toda persona, en especial los niños, que están en pleno crecimiento. Desde el puré de bananas en los bebés como la ensalada de frutas, que es un postre imperdible para los niños; también jugos y licuados, son imánes para los chicos en la temporada veraniega.

Las alternativas son diversas pero es trascendental saber potenciar el uso de estas frutas en nuestra alimentación diaria. Las vitaminas que aportan son beneficiosas para el crecimiento y desarrollo mental de los chicos.

¿Por qué comer frutas en Verano? La respuesta puede ser simple, pero desde un punto de vista nutricional y de salud, consumirlas puede reducir el índice de algunos problemas como la deshidratación, la fatiga, el cansancio, entre otros.

Es que el calor en esta temporada hace transpirar más de lo acostumbrado que en otras estaciones del año, por lo que se pierden cantidades innumerables de sales minerales, importantes en el metabolismo. Con el consumo de frutas de estación está garantizada la recuperación de energía y vitalidad.

Los alimentos de estación, en este caso del verano, suelen ser los más económicos. Al respetar su ciclo de reproducción, en el período concreto del año en que se desarrollan, estos productos aumentan su disponibilidad en el mercado. Por ende, aumenta la oferta y a medida que hay más volumen, el precio disminuye. Esto sucede por ejemplo con la sandía, que hasta hace un mes en el mercado sanjuanino era vendida a 1,50 pesos el kilo, mientras que por estos días se ofrece desde 0,60 a 1 peso el kilo, según la frutería o negocio.

Consumir frutas, como verduras de estación, suelen ser garantía de buena salud, por lo que es importante consultar a algún profesional nutricionista para llevar una dieta equilibrada.

Fuentes: alimentacion-sana.org; linea y forma.com; botanical-online.com.