Ya lo tomaban los romanos como bebida relajante, por la sensación que produce, siempre y cuando se consuma en cantidades que no sean excesivas. Hoy en día una taza antes de dormir es una buena alternativa no solo para el descanso, sino también para prevenir y tratar afecciones relacionadas al frío.

El vino caliente es una bebida típica en muchos países. Incluso en países germanos es común encontrar esta preparación en puestos callejeros durante el invierno, ya que es muy recomendado no solo para combatir el frío, sino por los beneficios que proporciona al organismo, favoreciendo a la salud de quien lo consume.

*Tiene propiedades antivirales: El vino tinto, al ser rico en antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico y permite estar mejor preparado ante cuadros de resfríos o infecciones.

*Ayuda a cuidar el corazón: Esto es gracias a los antioxidantes presentes en el vino, los cuales ayudan a aumentar el nivel de HDL, también conocido como “colesterol bueno”, en la sangre. La nuez moscada presente en esta preparación también ayuda al corazón.

*Retrasa el envejecimiento y ayuda al cerebro: El resveratrol, presente en el vino, ayuda a reducir los dolores que provoca la osteoporosis, gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Reduce el riesgo de sufrir numerosas alteraciones orgánicas como aneurismas, luxación del cristalino, artrosis, fragilidad ósea, dificultades para la cicatrización y flacidez.

*Actúa como analgésico y reduce inflamaciones: Esto se debe a la presencia de antioxidantes tanto del vino como de la canela, que sirve de antiinflamatorio. Además, el eugenol presente en el vino ayuda a combatir los dolores.

*Otros beneficios: Mejora la circulación sanguínea, evita la aparición de varices, es tranquilizante y ayuda a combatir el frío del cuerpo

Es importante tener en cuenta que este brebaje no es recomendable para personas que tienen úlcera gastroduodenal, ya que la presencia de canela podría agravar la dolencia. Si tienes enfermedades de riñón, hígado, reumatismos graves o eczemas también deberías evitar esta bebida.

Realizarlo en casa es muy sencillo, ya que la receta consiste en hervir vino tinto con especies como canela, clavos de olor, nuez moscada, cascaras de limón o naranja y anís.

Ingredientes:
Una botella de vino tinto (puede ser Merlot o Cabernet)
80 gramos de azúcar
1 rama de canela
3 clavos de olor
2 anís estrellado
Una pizca de nuez moscada
Ralladura de medio limón
Ralladura de una naranja
Medio limón y una naranja

Preparación:

En una cacerola colocar el vino y el anís para calentar a fue lento. Añadir luego el resto de los ingredientes. Es recomendable no utilizar las especias en polvo (sobre todo la canela y el anís), para que su textura no sea extraña al beberlo.

Cocinar la preparación durante unos 25 minutos a fuego lento. La clave es que no llegue a hervir. Una vez que logre la temperatura deseada (se debe poder beber sin que queme, pero estando caliente), apagar la hornalla y reservar por unos 10 a 15 minutos antes de beberlo.

Es mejor no recalentar la preparación, por lo que se recomienda, en base a los ingredientes, realizar el brebaje en porciones pequeñas.

Los ingredientes mencionados son los tradicionales, pero se puede agregar manzanas, frutos secos, bebidas blancas como coñac o ron, jengibre, azafrán, cardamomo, miel, entre otros.

Una vez que tengas tu preparación de vino caliente, servir en una taza de cerámica o similar, buscar una zona cómoda de tu hogar y disfrutar.