Aprender a desinfectar los audífonos de forma correcta es clave para extender su vida útil y evitar posibles infecciones en el oído. Estos objetos suelen emplearse a diario, pues a menudo se utilizan para escuchar música o para mantener conversaciones a través de los dispositivos móviles.

Sin embargo, como pasa con cualquier dispositivo electrónico, el contacto con el agua y los productos de limpieza puede dañarlos de manera permanente. Por lo tanto, hay que ser muy cuidadoso en el proceso de higienización.

A continuación, 10 consejos que puedes implementar.

El uso prolongado de audífonos está vinculado con problemas de higiene auditiva e infecciones del canal auditivo. De ahí la importancia de dedicar unos minutos a su limpieza. A continuación, algunas recomendaciones.

1. Tener en cuenta el tipo de auricular

No es igual la limpieza de las carcasas y los componentes externos que la de las rejillas internas. Para conocer qué partes componen el audífono personal, conviene saber el tipo de dispositivo que se posee.

– Auriculares in-ear. Los intraurales son los que se colocan dentro del oído. Por lo tanto, poseen rejillas internas en las que suele acumularse mugre y cerumen. Se trata de los audífonos más delicados en su desinfección, debido a su delicadeza y al contacto estrecho con el oído.

– Auriculares on-ear. También conocidos como supraurales. Estos ejemplares se apoyan en la oreja sin taparla por completo, se mantienen con una vincha o diadema y no ingresan en el oído.

– Auriculares over-ear. Los circumaurales son como los supraurales pero más grandes, por lo que rodean y tapan la oreja por completo. Además, generan la cancelación del sonido externo.

– Inalámbricos. Existen versiones inalámbricas de todo tipo, aunque las más comunes son las intraurales, con la diferencia de que no poseen cables que dificulten el uso. El proceso de limpieza es similar, pero se debe incluir el estuche de carga.

2. Contar con los elementos adecuados

Para higienizarlos de forma correcta y sin dañar los circuitos internos, hay que contar con los siguientes elementos de limpieza. En algunos casos, se puede optar por uno de ellos, ya que cumplen funciones similares.

– Paño húmedo.

– Agua y jabón.

– Toallas desinfectantes.

– Cepillo de dientes.

– Hisopos.

– Alcohol isopropílico.

– Toalla seca.

3. Limpiar las partes externas

Para los sectores superficiales del dispositivo, es posible aplicar un paño humedecido previamente en un recipiente con agua y jabón. Es importante que el paño se encuentre húmedo y no mojado, ya que el líquido puede dañar los audífonos.

Para retirar la mugre de orificios y de espacios complejos se puede utilizar un cepillo de dientes o cualquier elemento similar con cerdas blandas. Las superficies son aptas en una higienización con toallas desinfectantes o con paños humedecidos en agua y alcohol isopropílico.

4. Realizar con cuidado la desinfección de rejillas

Los auriculares intraurales requieren mayor cuidado. Como primera medida, hay que quitar la espuma o goma protectora. Luego, pasar un trapo humedecido con agua y jabón por el casco y la parte externa. Siempre hay que colocar los audífonos mirando hacia abajo, de manera que no ingresen partículas ni agua en el interior.

Las rejillas internas —donde suele adherirse el cerumen— se limpian con un bastoncillo o con un cepillo de dientes. Es recomendable que se encuentre seco, ya que esta parte del objeto es la más sensible. Cualquier resto de humedad puede dañarla. Conviene realizar movimientos suaves y, si aún quedan restos pegados, es posible ayudarse con una aguja para lugares específicos.

5. Incluir los estuches de carga

Los ejemplares inalámbricos incluyen un estuche para realizar la carga del auricular. Se trata de un objeto que también acumula suciedad, lo que puede afectar el circuito de recarga. Es importante mantenerlos limpios usando un paño seco o ligeramente húmedo. Hay que evitar mojar el sector interno.

6. Desinfectar las almohadillas

Las gomas o almohadillas que recubren el audífono sí son aptas para el remojo. De todas formas, siempre es conveniente revisar las indicaciones del fabricante. Para limpiarlas, primero hay que retirarlas del auricular y luego sumergirlas en un recipiente con agua y jabón.

De esta manera, la mugre quedará humedecida y será mucho más fácil de retirar con un cepillo de cerdas suaves. Luego, hay que dejarlas secar sobre una toalla y no colocarlas de nuevo hasta que estén secas.

7. Nunca sumergir los audífonos

Las almohadillas son el único componente de los auriculares aptos para sumergir. Por el contrario, nunca se deben mojar las rejillas ni los cables. En general, no toleran el agua o lo hacen de forma superficial, por lo que es muy probable que cause un daño permanente.

8. Tener los oídos limpios

Otro aspecto para tener en cuenta es tener los oídos higienizados antes de colocarse los audífonos. Además, es importante que se encuentren secos. De lo contrario, la humedad puede pasarse al dispositivo y afectar su funcionamiento.

9. Hacer la limpieza frecuente

Al tener un uso constante, la limpieza de los audífonos debe ser frecuente. Si bien se recomienda que sea diaria, la misma puede efectuarse de manera semanal. No hay que dejar pasar más de 15 días sin higienizarlos.

10. Dejarlos secar

Para finalizar, hay que dejar los componentes sobre una toalla para que se sequen bien y no quede ningún resto de humedad. Luego, colocar las almohadillas y volver a utilizarlos. Nunca se deben usar, ensamblar o cargar si aún permanecen mojados.