La lectura, ya sea de un libro clásico, de historia, de aventuras o del mágico mundo de JK. Rowling de Harry Potter, es una puerta a la fantasía con infinitas ventajas para los niños. Sin embargo, si el hábito de leer no se fomenta desde bebés, los niños tienden a tener su primer contacto con la lectura en el cole, y es a partir de ese momento que los libros pasan de ser una diversión a una actividad escolar. Por este motivo, es que hoy es una tarea fundamental de los padres potenciar la lectura en los más pequeños. El cometido, que ellos mismos encuentren en los libros una alternativa de ocio a la que acudir por iniciativa propia. Las ventajas son infinitas, desde enriquecer su vocabulario, mejora la ortografía, despierta su imaginación, potencia el nivel de concentración y luego logra la capacidad de comprensión tan requerida en el tema educativo actual. Una puesta de escena para encontrar el adecuado para cada edad.
 

Para bebés 

Con el hábito de la lectura se puede empezar desde muy pequeños. Hay cientos para bebés, ellos pueden manipular, tocar texturas, de material duro para q no se rompan, con títeres, con sonidos, con luces, objetos, animales, colores, etc. Todos sirven para estimular al bebé y para compartir con ellos un grato momento donde el adulto juega con ellos y les va contando a modo de juego.


Primera infancia

La importancia de lectura es fundamental. Pero este hábito debe empezar en 2º grado cuando el niño ya sabe leer. Este proceso de la lectoescritura, en la actualidad comienza mucho antes, dependiendo de la estimulación de cada chico. Compartir la lectura con los niños desde muy pequeños es lo recomendable. Los padres deben leerles a sus hijos y compartir el relato, la historia, los personajes, etc., a modo juego y de un importante momento de interacción.


En etapa escolar

La actividad de la lectura es una actividad cognitiva compleja y es de suma importancia para el desarrollo cognitivo. Es la prácticas más completa ya que ponen en funcionamiento más zonas cerebrales y ayudan al desarrollo cognitivo. Por supuesto que no es la única, pero la lectura es la reina de estas actividades. Parte del incentivo es comprarle libros sobre temas que a cada uno le interesa, por aquí se empieza con el hábito.


Entrando a la adolescencia

Es cierto que hoy toda nuestra cultura apunta a la tecnología y no a la lectura de libros, pero de eso no tienen la culpa los chicos. Un niño no va a leer si el ejemplo en casa no se lleva a cabo. En el rendimiento escolar se visualiza esta práctica o educación, es notable la comprensión lectora, la escritura y el léxico de un chico que lee desde pequeño.
La lectura es la actividad que mayor resto cognitivo deja a grandes y chicos.
 

Fuente. Lic. en Psicopedagogía Karina Barbero - Mat. profesional 181 

Libros : Piedra Libre
Fotos: Federico Levato