Durante décadas, el mantel de tela fue un clásico de las mesas argentinas. Pasó de generación en generación como símbolo de las comidas en familia y del cuidado del hogar. Sin embargo, esa costumbre empieza a quedar atrás: una nueva alternativa se impone en los hogares modernos y promete ser tendencia en 2026.

Se trata de los individuales de bambú, una opción práctica, estética y sustentable que está transformando la forma de vestir la mesa.

Por qué los individuales de bambú se volvieron furor

El éxito de este accesorio se debe, ante todo, a su facilidad de mantenimiento. A diferencia del mantel tradicional —que requiere lavado, planchado y ocupa mucho espacio al guardarse—, los individuales de bambú se limpian simplemente con un paño húmedo.

Además, su material resistente y flexible los convierte en una alternativa ideal para el uso diario. Ocupan muy poco lugar, suman un toque moderno y natural al ambiente, y se adaptan a cualquier tipo de vajilla o decoración.

El individual de bambú promete reemplazar al mantel de tela.

Ventajas de usar individuales de bambú

  • Fáciles de mantener: alcanza con pasarles un trapo para que queden limpios.
  • Ecológicos: el bambú es un material renovable y biodegradable.
  • Versátiles: se adaptan a todo tipo de vajilla y decoración.
  • Estilo y diseño: vienen en distintos colores y formas, sumando personalidad a la mesa.

Cómo elegir y usar los individuales de bambú en casa

  1. Elegí los de mejor calidad: buscá modelos con varillas firmes y uniones bien tejidas. Los de buena fabricación duran más y no se deforman con el tiempo.
  2. Priorizá los barnizados o impermeables: un recubrimiento fino evita que el líquido penetre y facilita la limpieza diaria.
  3. Combiná tonos y texturas: los naturales van bien con vajilla blanca o de cerámica; los oscuros resaltan en mesas claras y dan un aire más sofisticado.
  4. Usalos también como base decorativa: no solo sirven para comer; podés colocarlos bajo floreros, velas o fruteras para proteger la superficie y dar calidez.
  5. Guardalos correctamente: enrollalos suavemente o apilalos en un lugar seco para evitar que se doblen o acumulen humedad.