Hace más de 10 años que Marie Kondo, creadora del método KonMari, nos enseña a crear armonía en el hogar conservando solo lo que nos despierta alegría. Pero su filosofía va mucho más allá de doblar camisetas o vaciar cajones: busca que cada objeto tenga un propósito y un lugar en nuestra vida.

“La gente que no corta las etiquetas de la ropa se equivoca”, asegura Marie Kondo.

Por qué debemos quitar las etiquetas

Según Marie, una prenda con etiqueta no nos pertenece del todo. “Es como si aún no hubiese cruzado el umbral entre el escaparate y nuestro hogar”, explica. Mantenerla con etiqueta deja un vínculo pendiente con la prenda, lo que puede hacer que la ignoremos o incluso la olvidemos en el armario.

“La ropa de una tienda es un producto, y la de casa es una posesión personal”, afirma la experta.

Desde el punto de vista energético, cada objeto tiene su lugar y momento. Una prenda con etiqueta representa algo “a medio camino”, que aún no se integró del todo a nuestra vida. Quitarla marca simbólicamente el inicio de una nueva relación con la ropa y con nuestro hogar.

Cortar la etiqueta, según Marie, no es un gesto superficial: es un ritual de bienvenida. Al llegar a casa con una prenda nueva:

  1. Cortá las etiquetas de inmediato para que la ropa haga su transición de producto de tienda a posesión personal.
  2. Tocá cada prenda y agradecé su llegada, reconociendo que cumplirá la función de vestirnos y hacernos sentir bien.
  3. Prepará la ropa para su uso, consciente de que ahora pertenece a tu vida.

Además, las etiquetas pueden acumular polvo, atraer suciedad e incluso resultar incómodas al contacto con la piel, lo que refuerza la recomendación de retirarlas de inmediato.

Para Marie Kondo, cortar las etiquetas no es solo una cuestión estética, sino también de orden, cuidado y conexión emocional con lo que tenemos. Este gesto simple nos permite vivir con intención y crear un hogar más armónico, en el que cada objeto cumple un propósito.

“Cuando compres una prenda nueva, retirále las etiquetas. Es el primer paso para integrarla a tu vida y disfrutarla plenamente”, concluye la gurú japonesa.