La Iglesia advirtió ayer que "gran parte" de los argentinos es pobre y reclamó a las autoridades y a la sociedad en su conjunto realizar "un esfuerzo especial de honestidad frente a la corrupción tan extendida".

A poco más de una semana de las elecciones legislativas, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) hizo estas consideraciones en un mensaje con ocasión de la I Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco para el domingo 19 de noviembre.

Los obispos argentinos aseguraron que "hoy una gran parte de nuestro pueblo es pobre: lo es en el interior del país como también en el cinturón de nuestras ciudades. Esta condición indigna se hace visible en la marginación económica, política y social, y también en la falta de un anuncio de fe que ilumine esas situaciones de carencia", sostuvieron.

Asimismo, exhortaron a combatir la pobreza que es "resultado de injusticias y provocada por el egoísmo". La Iglesia aseguró que "el espíritu de pobreza anunciado y vivido por Jesús corrige dos desmesuras: la avaricia y el despilfarro. Inspira y libera nuestra capacidad solidaria y hace que cada ser humano resulte un dispensador de bienes". "La vida es un don y no una propiedad, y debemos crecer en la capacidad de ser administradores de bienes que liberen el sufrimiento de tantos. Ser artífices de una justicia nueva empeña el trabajo y un esfuerzo especial de honestidad frente a la corrupción tan extendida", subrayó.

Tras apelar a un pasaje bíblico para denunciar "la insensibilidad" de quienes "no se afligen por el desastre de su pueblo", enfatizaron que "ese desinterés y frialdad por el que sufre, instaura en la tierra un sistema férreo de desigualdad". Al convocarla, el Papa explicó que la Jornada Mundial de los Pobres tendrá como objetivos reaccionar "ante la cultura del descarte y del derroche" y disponer a todos a "compartir con los pobres con cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad". DyN