La economía nacional, sumida en una profunda crisis con una inflación galopante, escasez de reservas de dólares y un electorado con poca confianza en su moneda.

Los argentinos decidirán mañana domingo quién dirigirá una economía de 600.000 millones de dólares sumida en una profunda crisis con una inflación galopante, escasez de reservas de dólares y un electorado con poca confianza en su moneda. Independientemente de quién gane la carrera entre el populista libertario Javier Milei, el ministro de Economía de centroizquierda Sergio Massa y la exministra de centroderecha Patricia Bullrich, el próximo gobierno tendrá que lidiar con una gigantesca deuda y un peso tan débil que el candidato que obtuvo más votos en las elecciones primarias boga por descartarlo.

Los inversores llegan a las elecciones viendo una economía en recesión, mientras una sequía devastadora golpea al clave sector agrícola. La inflación es del 138%, las tasas de interés locales están en el 133% y el peso del mercado negro ha perdido más del 60% de su valor este año. La diferencia con el tipo oficial supera el 150%.

En juego está la supervivencia del programa crediticio de 43.000 millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional y la posibilidad de que Argentina incumpla su deuda por décima vez.

"El próximo gobierno enfrentará importantes desafíos de ejecución en un contexto de inflación acelerada (y) falta de reservas de divisas significativas", dijo Alejandro di Bernardo, gerente de inversiones de renta fija y deuda de mercados emergentes de Jupiter Asset Management.

El reciente aumento del gasto público "fue financiado por la monetización del Banco Central, lo que tuvo la consecuencia no deseada de alimentar aún más las expectativas de inflación", añadió Di Bernardo.

El Gobierno amplió los subsidios y recortó los impuestos, mientras que estas medidas hicieron que aumentara la incertidumbre.

El peso y la incertidumbre

El panorama cambiario es, en el mejor de los casos, turbio. El peso enfrenta tres fuentes principales de incertidumbre, advierte JPMorgan: la inflación, la brecha entre las tasas oficiales y negras, y las posibilidades que tiene cada candidato de ganar. El banco prevé el tipo de cambio en 750 para finales de año y en 1.400 en septiembre de 2024.

La base monetaria de Argentina es de poco más de 20.000 millones de dólares al tipo de cambio oficial de 350, pero cae a 8.000 millones de dólares al tipo de cambio del mercado negro. Excluyendo una línea de swap de divisas con China anunciada a mediados de esta semana, las reservas de divisas son negativas.

"No tienen suficientes dólares para convertir la base monetaria, por lo que tendrían que emitir deuda externa sólo para empezar a dolarizar", dijo Elijah Oliveros-Rosen, economista jefe para mercados emergentes de S&P Global Ratings. "La dolarización no solucionaría el principal problema en Argentina, que es un problema fiscal realmente grande", agregó.

Argentina está comprometida con un déficit fiscal del 1,9% del PIB en su programa con el FMI. Estimaciones lo sitúan más cerca del 3%.

Subsidios y deuda pública

Los subsidios financieros están en parte detrás del aumento de la deuda pública, que superó los 400.000 millones de dólares en el segundo trimestre y alcanzó máximos históricos, según muestran datos del Instituto de Finanzas Internacionales. Se espera que la relación deuda total/PIB aumente al 89,5% este año desde el 84,7% en 2022, según el FMI.

"La realidad es aleccionadora en el sentido de que Argentina tiene demasiada deuda", dijo Zulfi Ali, gerente de cartera enfocado en América latina de PGIM.

Analistas de Oxford Economics consideran que un incumplimiento de pagos es "prácticamente inevitable" para 2025, pero con un valor razonable de entre 30 y 35 centavos en los bonos internacionales, los precios actuales son atractivos, si se puede soportar el riesgo.

"La deuda no necesita ser una prioridad inmediata", dijo Shamaila Khan, directora de renta fija para Mercados Emergentes y Asia Pacífico de Gestión de activos de UBS, quien tampoco espera que la dolarización encabece la lista en el corto plazo.

"Será importante mostrar un compromiso con políticas ortodoxas a través de la devaluación y el ajuste fiscal, así como establecer cooperación con el FMI", agregó. Especialmente esto último podría ser difícil para el gobierno, en medio del deterioro de la relación con el prestamista de Washington", dijo Humes. 

 

  • La incertidumbre en los mercados

Las políticas poco claras de control de divisas y de capital agravan la incertidumbre en los mercados de bonos locales, dijo JP Morgan, recomendando mantenerse al margen del mercado de deuda soberana nacional de 125.000 millones de dólares y al mismo tiempo mantener el peso del mercado en los bonos internacionales donde la incertidumbre ya está descontada.

Con pagos relativamente pequeños adeudados por la deuda comercial y la expectativa de que el actual programa del FMI continuará pagando el anterior, la acumulación de deuda de Argentina puede no ser el tema más urgente, dijo Shamaila Khan, directora de renta fija para Mercados Emergentes y Asia Pacífico de Gestión de activos de UBS.

 

Por Rodrigo Campos y Carlos Bianchi
Agencia Reuters