La victoria del candidato libertario, Javier Milei, en las elecciones primarias por la presidencia de la Nación, sorprendió, no sólo al arco político, sino también al sector financiero.

 

La presión sobre la moneda y el mercado de valores de Argentina (Merval) se vio incrementada en las primeras horas de ayer, lunes, luego de que el libertario Javier Milei ganara inesperadamente las elecciones primarias. El legislador de La Libertad Avanza sacudió la carrera hacia las elecciones presidenciales de octubre superando con creces los pronósticos para ganar alrededor del 30% de los votos, tras superarse más del 90% de los comicios escrutados. Los mercados apostaban a un buen desempeño de los candidatos más moderados, que tuvieron una mala noche, en una votación que sirve de ensayo general para las elecciones nacionales que se realizaran dentro de dos meses. Al cierre de esta edición el resultado debilitaba la cotización del peso argentino en los populares mercados paralelos por arriba de los 695 pesos el dólar. También afectó los bonos, los cuales han subido en las últimas semanas.

Mientras tanto, las acciones argentinas operaban a la baja, con el Global X MSCI Argentina ETF cayendo un 4,3% en las operaciones previas a la comercialización en Estados Unidos.

El banco de inversión JP Morgan proyectó "una creciente presión sobre el tipo de cambio, lo que resultaría en una brecha cada vez mayor entre el tipo de cambio paralelo y el oficial", según una nota del analista Diego Pereira. El tipo de cambio oficial se sitúa en 287 pesos por dólar, mientras que en los mercados paralelos cotiza a más del doble de ese valor.

El banco estadounidense recomendó mantener el "peso de mercado" en los bonos del gobierno de Argentina, ya que el panorama financiero existente "se deteriorará aún más".

Para ganar el 22 de octubre, un candidato necesita alcanzar el 45% de los votos o el 40% y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Si no hay un ganador absoluto, como parece probable, en noviembre se llevará a cabo una votación cara a cara entre los dos candidatos principales.

AÑOS DE CRISIS

En un contexto de años de crisis económica, los mercados de Argentina han estado inestables durante mucho tiempo. Después de un resultado similar en las elecciones primarias de 2019, los bonos y la moneda se derrumbaron y siguen complicados, con el peso afectado por los controles de capital que el gobierno socialista de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa no ha podido deshacer.

La tercera economía más grande de América latina ha estado lidiando con una severa crisis económica con una elevada inflación y la caída de reservas del Banco Central. Las reservas brutas de la entidad ascienden a 23.800 millones de dólares, pero las reservas netas, descontando las obligaciones, superan los 8.000 millones de dólares de saldo negativo, según analistas privados.

La victoria del domingo de Milei agrega un factor desconocido adicional que podría afectar la confianza del mercado, aunque eso podría verse atenuado por el hecho de que todavía enfrenta una dura pelea en octubre y una probable segunda vuelta en noviembre, lo que pondría a prueba su capacidad de ganar más votantes.

Goldman Sachs dijo en una nota antes de la votación que Milei respalda más "propuestas políticas radicales", incluida la dolarización y fuertes recortes de gastos, y generó cierta incertidumbre dada su falta de una maquinaria política establecida.

Competirá en una carrera a tres bandas en octubre contra la ex ministra de seguridad, Patricia Bullrich, quien ganó la principal nominación del partido opositor Juntos por el Cambio, y el candidato de la coalición peronista y ministro de Economía, Sergio Massa.

CON LA MIRADA EN OCTUBRE

Para ganar el 22 de octubre, un candidato necesita alcanzar el 45% de los votos o el 40% y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Si no hay un ganador absoluto, como parece probable, en noviembre se llevará a cabo una votación cara a cara entre los dos candidatos principales.

"Lo que nos queda es un escenario mucho más incierto de lo que esperábamos", dijo Ricardo Delgado, director de la consultora económica argentina Analytica.

Argentina es el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional, con un programa de 44 mil millones de dólares aprobado en marzo del año pasado para refinanciar un préstamo de 2018. Los últimos programas no han logrado detener una crisis económica, con una inflación superior al 100% y 4 de cada 10 argentinos viviendo en la pobreza.

La complicada situación económica del país hizo que Argentina tuviera que utilizar parte de un swap cambiario con China y obtener un préstamo con Qatar para pagar un vencimiento con el prestamista con sede en Washington, ya que las discusiones sobre la revisión del programa se prolongaron y ahora se retrasan más desembolsos.

Aunque el país llegó recientemente a un acuerdo a nivel de personal con el Fondo para desbloquear unos 7.500 millones de dólares, el acuerdo aún necesita la aprobación de la junta ejecutiva, que se espera para la segunda quincena de agosto.

 

Por Walter Bianchi y Jorgelina de Rosario 
Agencia Reuters