Campos afectados por la sequía en Argentina, pérdidas de miles de millones de dólares y agricultores hundidos.

Gustavo Giailevra levanta la cabeza de una vaca preñada que yace casi inmóvil en su campo del norte de Argentina para que tome agua. Sabe que no sobrevivirá en medio de la peor sequía en más de 60 años, pero quiere darle una "muerte digna". Giailevra, un productor agropecuario de Tostado, en el norte de la provincia de Santa Fe, vio morir a 300 de sus 900 vacas Braford y perdió su cosecha de algodón y maíz por la falta de lluvias que afecta al 55% por ciento del país y ha dejado pérdidas millonarias. 

"Sentís balar los terneros hasta que se mueren, y es terrible", lamentó. 

El productor construyó seis represas -que ahora están secas- y trajo camiones con agua para sobrevivir y salvar la hacienda y lo poco que quedaba de sus cultivos, pero el panorama es desesperante porque las vacas restantes están demasiado débiles para parir y perdió gran parte de la cosecha para vender.

"Algo estamos haciendo mal o realmente los gobiernos no están haciendo nada (…). Lo que nunca pensamos es que la sequía nos iba a pegar tan grande y mucho más grande sabiendo que a 150 kilómetros tenemos el río Paraná", el más caudaloso del país, dijo Giailevra, de 63 años, sobre la "falta" de obras hídricas.

Argentina es el principal exportador internacional de aceite y harina de soja y el tercero de maíz, cultivos cuya cosecha se derrumbó este año por la sequía, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que la semana pasada volvió a recortar sus estimaciones para la campaña 2022/23.

La falta de agua también estuvo presente en las dos temporadas agrícolas anteriores debido al impacto del fenómeno climático "La Niña", que reduce el nivel de lluvias en el núcleo agrícola argentino. La estimación de cosecha de la BCR para la soja ahora es de 34,5 millones de toneladas, mientras que para el maíz prevé 42,5 millones de toneladas. Las cifras son muy inferiores a las del ciclo 2021/22, cuando la producción de soja fue de 42,2 millones de toneladas y la de maíz de 51 millones de toneladas.

Según Julio Calzada, jefe de Estudios Económicos de la BCR, las pérdidas para los productores del país rondan los 10.500 millones de dólares, principalmente por una merma en las exportaciones, que son además esenciales para las magras reservas del banco central.

"En materia de exportaciones, Argentina perdería cerca de 8.000 millones de dólares, problema principal para la economía (…) porque hoy la economía nacional depende en materia de importaciones de los ingresos del campo. Esto a nivel de recaudación son casi 3.500 millones de dólares que el Gobierno estaría perdiendo hasta el momento", dijo Calzada.

La cifra "va a tender a subir y también el impacto sobre las exportaciones", agregó, mientras estimó que las pérdidas "sin dudas" impactarán en la campaña 2023/24.

"La tormenta perfecta" 

En un campo cercano al de Giailevra, en la localidad de Cigüeña, unos terneros balan llamando a sus madres, unas 60 vacas que el productor Andrés Betiger tuvo que malvender por el pésimo estado en el que estaban por falta de agua y pastura.

Para conseguir agua, Betiger debe recorrer 52 kilómetros con un tanque y un tractor, pero el tractor se rompió, al igual que un camión que le servía de ayuda, por lo que evaluaba si logrará pasar el invierno austral o caerá en la quiebra. "Aflige, asusta", dijo el productor de 41 años, quien agregó que "ya se hace insostenible económica y físicamente".

La falta de terneros probablemente afecte la provisión de carne en los próximos meses y provoque un aumento de precios, en un país que cerró el 2022 con una inflación cercana al 100%.

Muchos agricultores de la zona perdieron el maíz de siembra temprana, el trigo y la soja, por lo que, para tener algún ingreso, araron los campos y sembraron algodón, más resistente a la sequía.

El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció a fines de enero medidas de alivio fiscal para agricultores, quienes consideraron que llegaron tarde y fueron insuficientes. Estos periodistas solicitaron una entrevista con el Secretario de Agricultura, pero el pedido no tuvo respuesta.

Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, cree que las últimas previsiones de soja y maíz 22/23 podrían sufrir un nuevo recorte, a pesar de las lluvias recientes, y dijo que a las pérdidas por la sequía se suma una campaña con altos costos de alquileres de campos y de insumos como fertilizantes. 

"Es la situación más grave de los últimos 20 años y va a ser una crisis como no hemos visto. Eso implica que muchos productores van a quebrar", agregó. "En Argentina esta situación de sequía generó una tormenta perfecta", concluyó.

Recursos forrajeros: la sequía no da respiro

Por Marcela Ernst

Un relevamiento realizado por la Mesa Técnica Lechera de CREA evidencia el compromiso de los recursos forrajeros tras la situación de sequía generalizada que se registra en una vasta zona del país.

Pasturas 

En líneas generales, el sur de la región pampeana se encuentra en mejores condiciones que el norte. En este último sector se observa un gran porcentaje de pasturas degradadas. En general, las de gramíneas o pasturas consociadas han tenido una producción muy baja o nula en todas las zonas, y son las alfalfas puras las que están proveyendo el forraje fresco en los tambos.

 Panorama forrajero 2023 

La producción de forraje fresco y de reservas está muy ligada al comportamiento de las lluvias. De regularizarse las precipitaciones, algunas zonas estarían a tiempo de implantar maíz tardío, mientras que otras esperan recomponer su situación a partir de pasturas y verdeos de otoño e invierno, lo que les permitiría preparar reservas de primavera.

Los daños reportados por algunas zonas y los previstos en los principales cultivos preanuncian un escenario 2023 con reservas escasas y de menor calidad. Desde el punto de vista económico, se prevén costos de producción elevados por efecto de la sequía, sumados a la dificultad para conseguir algunos subproductos, a los cambios en los precios por dólar soja, y al acortamiento de los plazos que complican también la situación económico-financiera. Es un año para prestar especial atención a las producciones y los costos.

Fuente: Contenidos CREA

 

Por Lucila Sigal y Nicolás Misculin
Agencia Reuters