Por Orlando Navarro.-
Debo hacer una advertencia inicial. Esta columna se termina de escribir los días jueves o, a más tardar, el viernes. Esta aclaración, es una forma de resguardarme de las novedades que puedan ocurrir entre viernes y sábado, porque como se sabe, las noticias toman una velocidad inusitada y lo que hoy se escribe, mañana puede ser viejo. Esa alta volatilidad replica en el contenido social, en La política y en La economía. Los ejecutores de las políticas públicas, parecen no comprender que hay toda una población expectante, que mira con estupor ciertos comportamientos y cuya única posibilidad es, en estas elecciones, hacer uso de su lapicera y marcar con ‘X’’, quienes cree más adecuados para este momento de altísima turbulencia.
La denuncia contra Espert
Todo arrancó con una ‘sorpresiva’’ denuncia de Juan Grabois contra José Luis Espert, por haber recibido fondos de un personaje acusado de narcotráfico. Es un hecho de febrero de 2020, pero que cobra relevancia por tres motivos. Uno: La denuncia se produce en medio de una campaña, considerada clave y bombardeada por todos lados. Dos: pone sobre el tapete, justamente ahora, el tema del narcotráfico, tan ligado al triple crimen de Florencio Varela y de tan espantoso impacto en La opinión pública. Y tres: por tratarse de Espert, el principal candidato a Diputado Nacional para las próximas elecciones del partido que utilizó, justamente, como ejes de su campaña, La frontal lucha contra La corrupción y el delito organizado.
Vara moral alta
Ha declarado Patricia Bullrich que el gobierno tiene una vara moral muy alta. Vara que al kirchnerismo, expresó, no se le exige, pues se le considera normal, a esta altura, haber cometido actos de corrupción, por el cual varios de sus integrantes han sido condenados por La justicia. ‘Todo fue producto del lawfare’’, responden. Se normalizó que declare Aníbal Fernández, ministro de seguridad en ese entonces, que ‘La lucha contra el narcotráfico está perdida’’. O que el ahora denunciante Grabois, admitiera que si él fuera cartonero ‘saldría de caño’’. O que el Gobernador de Buenos Aires, Axel Kichiloff, declare sin ponerse colorado que ‘el narco menudeo es una salida laboral para los pibes sin trabajo’’.
Sí. La vara moral que se autoimpuso el mileismo es alta. Pero eso no implica que esa vara se pueda bajar, ‘total ellos no La tienen’’. No es razón.
El pueblo está cansado de tanta inmoralidad, por eso los votó. De modo que no le va a admitir explicaciones vagas, como las que dio Espert. O que pase el tiempo y no se aclaren temas pendientes como Libra, Spagnuolo o las valijas sin control de Ezeiza.
Hay que ser y parecer
Señor Espert y señores del oficialismo, hay que ser y parecer. Me ha parecido atinado que Bullrich exija que el candidato dé una explicación clara y contundente. Lo mismo hizo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el viernes de mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni. Espert parece no darse cuenta del daño que le está haciendo a Milei y al movimiento que representa.
En La entrevista de A24 con Pablo Rossi, ante La pregunta concreta por ‘sí o por no’’, recibió los fondos, contestó que ‘no voy a entrar en el juego de Grabois, y no voy a permitir que este sea el argumento de campaña de La oposición’’.
Pues debería darse cuenta que sí. Lo es. Y al no haber sido contundente con La respuesta en esa primera entrevista que concedió sobre el tema, hace que éste sobreviva y ocupe los portales de todas las cadenas de noticias. Fue su oportunidad y La desperdició. Si es un político con tan altas aspiraciones, debe saber que el pueblo no es estúpido, y no se va a comer que es ‘un chimento de peluquería’’.
Reacción con un comunicado
Para que reaccionara, tuvo que salir un medio de investigación, a exhibir una foto suya con el tal Machado, más los papeles auténticos de La transferencia, que él se negó admitir de entrada. Entonces, el jueves, ya muy tarde, emitió un comunicado dando una, para nosotros, pobre explicación. Resulta que, ante La evidencia, admitió que recibió los 200.000 dólares, pero que provenían de sus servicios profesionales a una minera de Guatemala. Uno de cuyos propietarios es el acusado de narcotraficante, estafador y lavador de dinero, tal La carátula, Fredy Machado. Éste se encuentra en La mira de La justicia norteamericana, esperando que La Corte emita La orden de extradición. Para colmo dijo Espert que el trabajo no lo hizo porque devino La pandemia y no pudo viajar. ¿Habrá devuelto el dinero?
‘Me prestó su avión para presentar un libro en Viedma‘, dijo. Pero Martínez Di Giorgi, el juez de La causa, demostró que fueron al menos 36 viajes los que hizo en aviones de Machado. Un desgaste innecesario, cuando solo hacía falta era que dijera La verdad.
El presidente lo sigue bancando
Sin embargo, Milei lo sigue bancando y recuerda aquel endeble enunciado del feminismo ‘yo te creo, amiga’’. Las voces al unísono de Bullrich, Francos y Adorni, revelan el estado de gran inquietud que reina entre los libertarios. El mejor homenaje que puede hacerle Espert al apoyo amistoso del Presidente, es hacerse a un lado y enfrentar, él solo, las consecuencias del juicio iniciado en su contra. Pero La ambición suele obnubilar el pensamiento.
Al final, este tema ocupó todo nuestro espacio. Y no deja margen para comentar lo importante: el nuevo encuentro de Macri con Milei, o La proximidad del swap desde los Estados Unidos.
No sabemos si esto alcanzará para que ‘los mercados’’ se tranquilicen. Aún más, luego de La doble derrota en el Congreso, otro tema que no pudimos abordar. Debe reflexionar el candidato y saber que ‘no solo hay que ser, sino también, parecer’’.

