Tratar de imaginar (o transcribir) las sensaciones y las emociones que sintió la periodista y locutora Belén Correa cuando un integrante del equipo de prensa del Club San Martín de San Juan le propuso ser la voz del estadio en su vuelta a la primera división del fútbol argentino, es prácticamente imposible. Por primera vez una mujer en la provincia sería la responsable de llevar adelante esta tarea, y una de las pocas a nivel nacional. Por supuesto que aceptó con los nervios propios de quien había dejado el micrófono hace nueve años cuando nació Benja, su hijo, quien padece un síndrome muy raro (STXBP1) del que sólo se registran 9 casos en Argentina y poco más de mil en el mundo.
Para ella fue una sorpresa, quizá la misma que tuvieron los hinchas del verdinegro en el primer partido tras el ascenso en el Hilario Sánchez, cuando escucharon su voz porque la novedad había estado guardada bajo siete llaves.
Claro que si uno repasa su historia profesional no le teme a los desafíos, muy por el contrario. Por citar un ejemplo fue la primera periodista deportiva, en recibir su título en el Instituto Superior de Periodismo Deportivo Néstor Antonio Gahona a mediados de los 2000.
“Estaba en el último año del secundario y no sabía muy bien que quería estudiar. Me gustaba mucho teatro pero no estaba acá la carrera y mis padres no podían mantenerme en otro lado ya que somos una familia de cinco hermanos y clase media. No había chances. Así fue que un día escuché algo sobre periodismo deportivo, a eso se sumaba que en casa todos estabamos muy vinculados al deporte y en la tele sólo veíamos canales deportivos. Decidí probar y me fascinó. Era raro en ese momento que una mujer estudiara esa carrera y tuve que sortear algunos obstáculos, sobre todo de personas que menospreciaban la situación, no obstante ser mujer me abrió muchas puertas”, cuenta Belén quien, además, siempre jugó al Hockey sobre Césped.
Como periodista trabajó en Radio Cadena Vida, luego pasó por Antena Uno, posteriormente ingresó a AM 1020 donde llegó a ocupar la coordinación del área deportiva, hasta crear sus propios medios de comunicación con Ariel Luna, su pareja y padre de sus hijos (One TV en 29.4 de TDA, radio Mitre San Juan y Wow en streaming).
“Fui bien caradura, estaba en segundo año de la carrera y le dije a mi profe de radio, el Pollo Belert, si había posibilidades de ir a hacer algunas prácticas donde él trabajaba porque quería saber cómo era y cómo me sentía. Fui donde él me indicó y resultó ser Radio Vida, la más escuchada en ese momento aunque yo ni lo sabía. Allí conocí a Dante Gómez, una persona excelente que fue muy importante para mis comienzos. Así empecé hablando de Hockey sobre Césped en el programa Locura Deportiva y de ahí no paré estudiando y trabajando a la vez”, relata.

Su profesión le ha valido múltiples reconocimientos personales. Uno muy importante para ella estuvo vinculado al trabajo que realizó como tesis final de la carrera sobre la Historia de Hockey sobre Césped en San Juan que le demandó muchas entrevistas entre ellas con Daniel Martinazzo y Saúl Saidel, precursores también de esta disciplina; las primeras jugadoras, además del trabajo de archivo para recopilar los torneos realizados.
A la par fue seleccionada a nivel nacional para representar a la Argentina en una Diplomatura Latinomericana de Periodismo Deportivo en La Habana, Cuba. “Les había llamado la atención que fuera mujer, en primer lugar, además ya conocían los analíticos a través del Círculo de Periodistas Deportivos y así me llegó el ofrecimiento. Sólo participamos dos mujeres, una chica de Nicaragua y yo, el resto eran varones. Fue una experiencia hermosa de mucho estudio y exámenes finales”, relata.
Las cosas cambiaron hace nueve años cuando nació Benja con un síndrome que recién lograron descifrar en el año 2023 en Buenos Aires. Se trata del STXBP1, una enfermedad neurológica provocada por una mutación en un gen que ocasiona problemas en el desarrollo. Sólo se registran 9 casos en Argentina y poco más de mil en el mundo.
“ Desde que nació decidí alejarme del periodismo para dedicarme a él. Sólo colaboro con la parte administrativa de los medios que tenemos con Ariel”, dice Belén quien hace dos años y medio también se convirtió en la mamá de Emilia, su segunda hija, que es el gran estímulo de su hermano.
> El llamado del año
Apenas faltaba una semana para el primer partido que enfrentaría San Martín con Atlético Tucumán en cancha local, cuando Belén fue convocada. Una gran y linda sorpresa. “Me llamaron y me dijeron que me habían propuesto como alternativa para ser la voz del estadio, luego me reuní con el equipo de sonido -Backline Cuyo- integrado por Gonzalo y Diego Almonacid para ver como íbamos a trabajar y le dimos para adelante aceptando el reto”, agrega.
Belén no era una desconocida en el club, ni mucho menos. Es que en su labor de periodística había hecho vestuarios (algo a lo que también tuvieron que acostumbrarse los jugadores), incluso viajó en varias oportunidades con el equipo.
En cuanto a ser la voz del estadio, sólo contaba con una participación aislada. Fue para un Día de la Mujer de hace varios años, cuando la AFA propuso que para esa fecha los clubes participaran con una voz femenina. San Martín aceptó la sugerencia y lo concretó un 8 de marzo frente a Boca Junior, justo otro de los escasos clubes que cuenta con una locutora en su estadio (y un locutor que la acompaña).
Para los que no son habitues de la cancha, ser la voz del estadio implica dar la bienvenida a los hinchas, anunciar la formación de cada uno de los equipos, pasar publicidades de anunciantes, dar a conocer los cambios, informar si hay tiempo adicional o cualquier otra eventualidad que pudiera surgir por algún inconveniente o mal comportamiento de los hinchas.
Todo muy bien hasta que aparecen los imprevistos casi como cobrando el derecho de piso. “Fue un día muy especial por muchas razones. A los nervios del partido de estreno, se sumaba que hacía mucho tiempo que no iba a la cancha y con la particularidad de que no estuvimos en cabina sino que nos mandaron al campo de juego. De todos modos todo marchaba bien hasta que se cortó la luz, y no fue una vez, sino cuatro, fue una verdadera prueba de fuego. Afortunadamente fui muy bien recibida por los colegas que transmitían y la gente se comportó muy bien. Luego leí algunos comentarios en redes, pero en general todos buenos porque lo tomaron como algo distinto”, agrega.
Así Belén comienza una nueva etapa dentro de las facetas que tiene la comunicación, en este caso deportiva y que también sale de lo usual como siempre eligió para su profesión. Eso sí, con el apoyo de su pareja, el principal impulsor de su carrera “Sin ese apoyo nada sería posible, además él tiene un larga experiencia y me respalda en forma permanente”, asegura.
Para Belén ser mujer le ha jugado a su favor en un ambiente que hasta hace algunos años era casi exclusividad de los varones. “Siempre me han respetado, pero también entiendo que depende como uno maneja la profesión porque el respeto debe ser mutuo y si no, hay que poner los límites necesarios”.
Belén es desde hace muchos años (incluso antes de estudiar periodismo deportivo), socia del verdinegro, un sentimiento que puede transmitir en la cancha ya que bien se sabe que la voz del estadio siempre tiene la inclinación del equipo al que representa. “En estos casos no sos imparcial. Manejas los tiempos cuando presentas a los jugadores sabes quien recibe más aplausos y das el tiempo para que el hincha se exprese. Es una hermosa tarea y estoy feliz de haber vuelto a algo que me apasiona tanto. Dije que si volvía era a lo grande y me parece que lo logré”, asegura Belén.
Su voz es estridente, clara, brillante, se hace escuchar en el Hilario Sánchez cada vez que San Martín enfrenta como local a otro equipo para disfrutar, una vez más, de su lugar en la máxima categoría del fútbol argentino.

