Fue uno de esos partidos que marcan. Que dejan huella y que invitan a seguir creyendo. Para la selección de Albardón, meterse en la final de la Copa País no fue cualquier cosa. Con tremendo esfuerzo, entrenando de noche un par de días, repartiéndose entre sus trabajos y el amor por la camiseta, dejaron en el camino a la Liga Sanjuanina, el gran favorito. Y claro, el sabor es especial y su capitán, Emanuel Castillo, desnudó todo lo que viven para poder lograr este momento.

Capitán. Emanuel Castillo se multiplica para poder trabajar, entrenar y jugar. Un sacrificio con premio.

‘No hemos ganado nada. Eso lo repetimos muchísimo. Queda un paso más y es el más importante pero lo que se logró en el Bicentenario ante un gran equipo como la Liga Sanjuanina nos quedará marcado como el premio a todos los sacrificios que hacemos. Ninguno en el grupo vive del fútbol. Todos somos laburantes. Yo soy policía en el D-3 y me multiplico para cumplir en el trabajo, entrenar en Paso de Los Andes y jugar para la selección. Con frío, de noche, como sea. Eso es lo más lindo que tiene este grupo: su humildad’ contó Castillo repasando lo que fue el camino a la final.

‘En el plantel todos los chicos de la selección trabajan en lo que sea. Ramiro Sisterna por ejemplo tiene una avícola y se levanta todos los días a las cinco de la mañana para laburar y después, entrena con todo. Eso se repite y ahí se ve el amor por el fútbol y el respeto por los compañeros. Nos tocó dar ventajas respecto a San Juan en lo físico porque apenas se entrenaba dos o tres días con la selección. Pero el orgullo de ver a Albardón arriba nos dio otro plus. Ahora, con Caucete, nos tocó perder los dos partidos de la serie clasificatoria pero en la final, otra será la historia’.