Es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más exigentes del año. Un buen motivo para conocer lo que debes hacer en el jardín. Y es que el verano sanjuanino es terrible, altas temperaturas, vientos exagerados o tormentas de estación, que solo cometen estragos en tu jardín. Está claro que el calor, en sí mismo, es un problema pero no solo por ser sinónimo de deshidratación, algo vital para la supervivencia tanto de plantas de exterior como del césped. También trae consigo enemigos que debemos tener controlados y que coinciden, casualmente, con una de las épocas del año en la que pasamos más tiempo fuera de casa.
Por todo ello, veamos en qué debemos poner el foco en el cuidado del jardín en verano. Una forma de ahorrarnos disgustos, pero, sobre todo, de garantizar que resista sin sobresaltos los meses estivales.
Guía de cuidados fundamentales
Un esfuerzo que merece la pena y que podemos conjugar sin dificultad, incluso, si nos vamos de vacaciones.
Antes de entrar en detalle, es fundamental saber algo que nos permitirá comprender la importancia del cuidado del jardín en verano. Las altas temperaturas y la sequía son, entre otros factores como el frío o la proliferación de malas hierbas, uno de los motivos de estrés en las plantas. El estrés en las plantas se traduce en un conjunto de alteraciones que provoca cambios en los organismos vegetales causando una disfunción que puede llevar, incluso, a la muerte de la planta.
El riego

El cuidado del jardín en verano al que debemos prestar más atención y que debemos planificar. El riego es fundamental el motivo es sencillo: a pesar de ser una labor sencilla y de seguir las pautas que demanda cada tipo de planta, tendremos que evitar regar de forma superficial, apostando por un riego en profundidad que empape bien el sustrato tanto de las macetas como de las plantas plantadas en suelo. Solo así estaremos manteniendo hidratadas correctamente las raíces y garantizaremos la supervivencia de la planta. Si regamos a mano, es preferible hacerlo a fondo.

Si cuentas con un riego por goteo podemos estar tranquilos ya que este sistema está diseñado para regar de forma eficaz dándole el agua que necesita a la raíz de las plantas. El horario de riego, otro aspecto que debemos considerar en verano, será a primera hora de la mañana o última hora de la noche. Solo así garantizaremos que un exceso de temperatura en el sustrato no provoque la evaporación del agua. También estaremos promoviendo una correcta absorción.
Los acolchados y las mallas de sombreo, tus grandes aliados contra el calor

Hacer un mulching o acolchado sobre la superficie del sustrato persigue, dos objetivos. Por un lado, favorecerá que el suelo sea capaz de retener mejor la humedad manteniendo, así, frescas las raíces. También pone su granito de arena para evitar esa deshidratación del sustrato de la que hablábamos antes. Pero hay otro detalle más por el que merece la pena emplear tiempo en esta técnica de jardinería: ayudar a erradicar las malas hierbas. Tan importante como esto es utilizar mallas de sombreo. Unas que nos permitirán proteger de la incidencia solar directa a plantas que, por sus características, puedan requerirlo o para plantas recién trasplantadas. Lo interesante de estos sistemas es que podrán recibir luz pero de forma segura.
El mantenimiento de césped, nada de cortar por lo sano

Los cuidados que el césped demanda en época estival son concretos, todos están dirigidos a velar por su protección frente al calor. Por este motivo, es importante dejar la hierba ligeramente más larga de lo habitual. Un truco sencillo con el que lograremos que las raíces estén menos expuestas tanto al sol como a la deshidratación. ¿Cuál sería la altura que deberíamos recortar? Nunca más de un tercio de la que tiene. Además, tendremos que vigilar si en nuestra hierba es afectada por alguna de las tres enfermedades del césped en verano.
El control de plagas, fundamental en verano

Es lo más importante en el cuidado del jardín en verano, por la presencia de plagas y enfermedades que ocasionan estos molestos visitantes. Calor e insectos van de la mano, ya que las altas temperaturas son el escenario perfecto para que proliferen. Por este motivo y además de conocer en detalle cuáles son las plagas de verano habituales en el jardín, es crucial apuntarnos en la lista de deberes dos cosas. Por un lado, observar de forma regular nuestras plantas para poder descubrir de forma precoz cualquiera de ellas. Y tan importante como esto aplicar un insecticida o acaricida, según el tipo de plaga que sea, de forma regular para conseguir desterrarla de nuestras plantas.
Si vas a plantar, apuesta por plantas resistentes a la sequía y al calor

¡Sumamente importante! Plantar en verano es arriesgado ya que el trasplante, en sí mismo, es un motivo de estrés. Algo que podemos sortear postergando para febrero o marzo, donde quizá aflojen los calores. Tan importante como esto es apostar por plantas resistentes a la sequía y plantas de exterior resistentes al calor.
El abonado regular y en horarios correctos, clave para la floración

Para conseguir un exterior lleno de esas flores, tendremos que abonar de forma regular y de forma concreta. Es importante utilizar fertilizantes orgánicos para darle a nuestras plantas de exterior nutrientes de forma segura. Y, decimos esto porque la suma del sol estival y los fertilizantes químicos puede provocar que nuestra planta se queme. Además, también tendremos que aplicarlos o bien a primera hora de la mañana, cuando el sol todavía no calienta; o bien entrado el atardecer, cuando la temperatura es benigna pero los rayos solares no comprometen esta tarea.

