Situada al pie del añoso algarrobo, allí duerme su sueño eterno Eusebio de Jesús Dojorti desde 1956, cuando cumpliendo su voluntad, sus restos fueron traídos desde Buenos Aires a Huaco, la tierra de sus amores, exactamente al año de su muerte (ocurrida el 29 de julio de 1955). Desde entonces la tumba de Buenaventura Luna es frecuentada por paisanos y visitantes. Allí se le rinden honores cada año y en 2023 fue declarada Solar Histórico – Bien integrante del Patrimonio cultural de San Juan por la Cámara de Diputados. Sin embargo, recién a fines del año pasado, el deteriorado sepulcro comenzó a ser objeto de un trabajo de restauración sin precedentes, con criterio patrimonial y en pos de un objetivo: Ponerlo en valor y darle la relevancia que merece, dada la trascendencia que alcanzó en su corta vida el recordado poeta, compositor, libretista, conductor radial, periodista y político. En ese marco, el próximo fin de semana, cuando se celebrará el 119no. aniversario del natalicio de “Don Buena’, no solo tendrá lugar la ya tradicional Fiesta del Molino Viejo, que en su memoria se concretará el mismo 19. En vísperas de esa fecha, se llevará a cabo el acto central en el Cementerio de Huaco, donde quedará inaugurada la primera etapa de este gran proyecto impulsado por la Fundación Eos Naturaleza y Patrimonio -de Ezequiel Eskenazi (profundo admirador de Dojorti) y a cargo de Virginia Agote-, concretado en conjunto con la comuna jachallera, encabezada por el intendente Matías Espejo. Codo a codo, con el aval de la Dirección de Patrimonio, de otras reparticiones involucradas, de instituciones intermedias, especialistas y del propio pueblo, se desarrolla esta cruzada, que ha movilizado a toda la región.

Una imagen de cómo quedará ese espacio en el Cementerio de Huaco, tras las obras de restauración.

Tal como contó hace años a DIARIO DE CUYO “El Tata’ Díaz (referente local) la tumba de Dojorti fue realizada por César Páez, encargado de obras municipales en Huaco. Con el tiempo sufrió modificaciones, algunas llamativas. Por ejemplo, en los costados había vidrios por donde se veía el ataúd, que fueron reemplazados por ladrillones y piedra, puesto que “los militares sacaron un ley que prohibía que los ataúdes estuvieran a la vista’. Pocos años después se agregó la cruz de madera, el busto y también un guitarrón para muchos curioso, porque Buenaventura no era ni guitarrero ni cantor. “Ese guitarrón se colocó en 1958, fue hecho en una carpintería de Jáchal por un hermano mío, Enrique, y por Ramón Molina. Todavía no funcionaba el Centro Tradicionalista Buenaventura Luna, era un grupo de personas del pueblo que le hizo un homenaje, algo simbólico por su importancia en el folclore’, contextualizó Miguel Tejada, carpintero involucrado en la obra.

Los avatares del tiempo y del clima, sumados a la falta de mantenimiento y a intervenciones poco criteriosas fueron desluciendo el sepulcro. Ante ese escenario se enarboló el proyecto que, en líneas generales, abarca varios aspectos (ver aparte), desde la poda y cura del algarrobo hasta la restauración del propio sepulcro, aunque respetando algunas modificaciones ya incorporadas culturalmente. Incluso se hizo el traslado de añosas tumbas, para despejar el espacio y evitar así que siguieran siendo pisadas por quienes lo transitaban.

“Preservar el sepulcro y su entorno inmediato mediante intervenciones mínimas, compatibles, reversibles, y sostenibles’, reza el plan que se lleva a cabo, con el fin de “devolverle su autenticidad histórica y potenciar su significado cultural y natural, en consonancia con el legado de Eusebio de Jesús Dojorti’. En eso andan en los pagos jachalleros y cuentan que la expectativa es enorme. No es para menos, se trata de Buenaventura. Y ya todos quieren volver a visitarlo en la renovada y acogedora morada.

La tumba tal como estaba cuando recibió los restos de Eusebio de Jesús Dojorti, en julio de 1956. 
DATO
Sin fecha ni horario confirmados aún, se estima que la inauguración de esta primera etapa de trabajos en la tumba de Buenaventura Luna será el sábado 18 de enero, un día antes del aniversario de su nacimiento.

> PUNTOS CLAVE

La Cruz
De madera de algarrobo pintada y situada en la cabecera de la tumba, será reemplazada por otra igual, pero en natural, que irá en el mismo lugar. Al estar enterrada, la humedad de la tierra la dañó severamente. Ahora se emplazará en una base de cemento y con una protección aislante.

Cubierta de madera, guitarra y placas
Se restauraron algunas maderas y se cambiaron otras muy dañadas de la cubierta que va sobre el empedrado que cubre la tumba. Se sacaron las placas para limpiarlas y llevarlas a su estado original, al igual que el guitarrón, que volverán a ser presentados tal como estaban. Según Agote, en diálogo con representantes de la comunidad de Huaco, se decidió mantener el guitarrón, ya integrado a la propuesta.

Piedras y ladrillos
Se hizo una limpieza profunda para quitarle suciedad y remover varias capas de pintura de distintos colores que les fueron colocando en distintas épocas, y así devolverles su apariencia original.

Placarios y placas
Los tres placarios de madera fueron llevados al color natural de la madera, dos de algarrobo y uno de olivo. También se sacaron las placas y se limpiaron. Serán ubicados cerca del acceso al cementerio, cambió que “permitirá un ordenamiento visual y funcional’.

El busto
El busto del poeta que está a un costado de la cabecera, también será limpiado y reubicado junto con los placarios, en una unidad armónica.

El histórico algarrobo
Se hizo una poda correctiva y cura del ejemplar a cargo de un equipo de especialistas comandado por la Lic. Mariángeles Gaviorno. Se pondrá una horcón para sostener la rama que está más afectada, previniendo que la misma se desprenda y pueda ocasionar daños.

Plantas
Se sacarán los cactus que flanqueaban la tumba y se plantarán especies vegetales autóctonas con floración.

Tumbas circundantes
Luego de un edicto y del acuerdo con familiares que se presentaron, se llevó a cabo la remoción de tumbas que estaban muy próximas a la de Dojorti, la mayoría de larga data. Los restos fueron reubicados en urnas de madera nuevas, en un sector del cementerio cedido por el municipio.

Nueva escultura 
Se colocará una nueva escultura de Buenaventura Luna en uno de los laterales de la cabecera. Es de tamaño natural, blanca, y fue realizada por el escultor Ricardo Bustos.

Iluminación y bancos
Con grancilla de piedra proveniente de la Cuesta de Huaco, zócalos y bancos de algarrobo se delimitará el solar que incluye la tumba, que quedará bien iluminado (incluso de noche) con luz led suave, cálida, “que realzará los elementos principales del sepulcro y su entorno sin afectar la esencia del lugar’.

Código QR
En una próxima etapa, el objetivo es llegar con servicio de internet al Cementerio de Huaco para que, a través de códigos QR (parte de la señaléctica que se colocará), el visitante pueda acceder a un contenido multimedia sobre la vida y obra de Buenaventura Luna.

> Una nueva escultura

Cirujano plástico y artista visual, esencialmente escultor autodidacta -disciplina que practica desde su niñez- Ricardo Bustos ha realizado varias obras en San Juan. Tienen su sello, por ejemplo, las estatuas de la India Mariana, de Ceferino Namuncurá, del Padre Fanzolato, de San Expedito y San Cayetano, del Papa Francisco, de Eloy Camus, de Raúl Alfonsín y de Domingo Faustino Sarmiento, entre otras. Pero nunca, confesó, había hecho un “personaje folclórico’, como dijo. Ese estreno llegó de la mano de Buenaventura Luna. Bustos es el autor de la nueva imagen que será emplazada en la remozada tumba del poeta huaqueño.

“Hace muchos años, desde la municipalidad de Jáchal me pidieron una estatua de Buenaventura, pero por esas cuestiones políticas, todo quedó en la nada. Un día Ezequiel (Eskenazi), a quien conozco mucho, vio la maqueta que había hecho, se enamoró y me dijo que la hiciera’, contó a DIARIO DE CUYO el autor. “Es muy bonita, blanca, tamaño natural, hiperrealista. Está hecha con polvo de mármol y resina, con un protector para el tiempo; si bien una vez por año hay que hacerle un mantenimiento, sobre todo por la tierra y el clima de San Juan, ya que estará al aire libre’, agregó el escultor que vivió 40 años en Brasil. “Es un Buenaventura sin guitarra -acotó mordaz-. Está recitando Vallecito… Yo quiero que pongan al lado una placa de mármol con la letra, para que esté completa la idea y así los que no la conocen, la lean y sepan que es de él’, expresó.

> Desde hace varias semanas, obreros municipales trabajan arduamente en el Cementerio de Huaco para llevar a cabo el proyecto diseñado entre la Fundación Eos y la comuna jachallera, con respaldo de Patrimonio, sobre la tumba de Buenaventura Luna. La comunidad jachallera, y de Huaco en particular está involucrada en esta obra que, con perspectiva patrimonial y sentido estético, será inaugurada la próxima semana, de cara a un nuevo aniversario del nacimiento del poeta.

> Con asesoramiento de biólogos y agrónomos -Mariángeles Gaviorno, Andrea Abarca, Alejandra Torres y Alfredo Estevez- y coordinación de Arbolado Público y de Ambiente de Jáchal, se hizo poda y tratamiento sanitario en el algarrobo. Su preservación era esencial no solo para el ecosistema local, sino también “desde un punto de vista patrimonial, dado que contribuye a la identidad y a la historia de la región y posee un significado cultural y social para la comunidad local’.

> MIGUEL TEJADA: madera al natural

Miguel Tejada es carpintero desde que tiene uso de razón y ahora en sus manos están las maderas de la tumba. El objetivo es limpiarlas, decaparlas y llevarlas a su estado natural. “Tengo los tres placarios, la cruz, la cubierta y la guitarra. La mayoría es algarrobo, aunque también hay olivo. El guitarrón es de madera maciza de algarrobo, como la cruz, que como está muy fea, la vamos a cambiar directamente. Haré una del mismo tamaño, para calzarla con hormigón y brea, que la proteja de la humedad’, relató a este medio, destacando la participación. “La gente colabora. Los otros días dije que necesitaba un palo de algarrobo para la cruz y un señor me dijo “Mañana se lo traigo”, y al otro día estaba ahí con el palo y no cobró nada’, valoró.

Respecto al guitarrón -que hizo su hermano (ver nota pág. 12)- el trabajo no es solo limpiar y quitar capas de pintura. Miguel lo dejará tal como su memoria y las fotos indican que era. “Las cuerdas se hicieron de alambre de cobre, ya hace mucho no las tiene, pero yo lo voy a conseguir y las voy a poner como eran. Y las clavijas eran de madera de algarrobo, que también las voy a hacer como estaban. Siempre trato de seguir la línea de como era, no voy a poner unas clavijas metálicas siendo que no han sido así, ¿no? Hay fotos, pero tengo muchas cosas en mi cabeza’, se explayó el especialista, que también hizo las urnas para colocar los restos removidos y reubicados. “Es una cosa hecha muy a tiempo’, subrayó.

> RUDY CARRIZO: Las placas, a nuevo

De pequeño, cuando iba la Fiesta de las Ánimas en el cementerio de Huaco y espiaba el féretro de Buenaventura por los vidrios laterales, ni siquiera imaginaba que, décadas después, sería uno de los encargados de restaurarla. Es Rudy Carrizo y tiene a su cargo la limpieza de las más de 30 placas, de bronce y algunas de travertino.

“Estaban muy deterioradas por el tiempo, la resina que les caía del algarrobo y porque cuando pintaban los placarios, también les pasaban por encima a veces. El bronce en general se mantiene, pero se pone verde muy oscuro porque está a la intemperie. Hay que limpiarlo bien, se le saca la pintura y se lava con ácido cítrico, un poco de bicarbonato y se hierve en tachos. Luego un lijado suave y a la máquina pulidora para llevarlo a su estado original, que es amarillo parecido al oro. Y después los detalles, a mano’, relató a DIARIO DE CUYO. “Hay placas muy hermosas. Entre el “55 y el “60 tienen un trabajo artístico impresionante, comparadas con las de los 80 en adelante, que nada que ver. Son obras de arte. Hay una que le gusta a Tejada, que representa el Fogón de los Arrieros, hay un cóndor, mulas, muy bien logrado; pero la que a mí me gusta es la de la madre, Urbelina Roco, que creo que es la primera que se colocó. Es de 1955 y solo dice “¡¡¡Hijo mío!!! Mama vieja y tus hermanos”, se conmovió Rudy, para quien “Hay toda una literatura funeraria, porque cada uno destaca su manera de verlo. Es interesante detenerse a leer’.

>> ELLOS DICEN

> EZEQUIEL ESKENAZI – Fundación Eos

Soy porteño de nacimiento y zondino por adopción. Soy un apasionado de la riqueza cultural de San Juan, muchas veces ignorada, poco valorada y poco explotada. Y Buenaventura siempre me atrajo muchísimo, no solo por su poesía, sino por su vida, que es interesantísima. Cada vez que iba a Jáchal, que es un lugar que me gusta, renegaba con el tema del abandono, de los molinos, de la tumba tan olvidada; y le dije a Virginia que retomáramos el proyecto de una puesta en valor integral, con Fundación Eos y bodega Xumek. Creemos que es el primer paso para respetar su legado. Antes se hicieron intervenciones, sí, pero no fue algo criterioso ni teniendo en cuenta su valor patrimonial. Espero que las futuras gestiones la conserven y no hagan cualquier cosa encima.

> VIRGINIA AGOTE – Fundación Eos

Era necesario darle el reconocimiento que le corresponde al gran Buenaventura Luna, tan importante para nuestra cultura y tan incorporado a nuestro día a día a través de su obra. El sepulcro, histórico, estaba bastante deteriorado. Fue sufriendo intervenciones, se fue llenando de objetos, de placas y se fue modificando ese espacio común. Desde la Fundación nos pareció prioritario ponerlo en agenda para poder dar una mano y ponerlo en valor, curar los árboles y diseñar un espacio para que la gente que se acerca a rendirle homenaje tenga un lugar más acogedor. Está declarado patrimonio y debido a todo eso creímos que era importantísimo no solo restaurarlo y ponerlo en valor, sino también generar un ambiente más acogedor para rendirle el homenaje que merece.

> MATÍAS ESPEJO – Intendente de Jáchal

Entendemos que es un sitio de gran valor histórico-cultural y había que hacerle mejoras, porque con los años había tenido intervenciones que poco tuvieron que ver con los elementos propios del lugar y el paisaje. Nos pusimos a trabajar con el acompañamiento de la Fundación, no sólo económico sino también de profesionales. Además hay una cantidad de trabajadores de Jáchal, especialistas y cultores de la obra de Don Buena; y municipales de Huaco, que en definitiva son los custodios de ese patrimonio. También se hizo un trabajo previo con distintas instituciones. Hay entusiasmo, mucho interés, porque nada de lo que se está haciendo es invasivo, todo lo contrario. Sigue la lógica de la restauraración, es muy respetuoso, está muy contextualizado y realizado de manera muy profesional.