Es noviembre y su sombra vale oro en el centro de la ciudad de San Juan y es parte fundamental del paisaje urbano y del ecosistema local. Su presencia es una invitación a reflexionar sobre la importancia de preservar la biodiversidad en un contexto urbano. Sobre todo en primavera verano, como ocurre por estos días, bajo el agobiante calor de la capital provincial.

El Ibirá Pitá (Peltophorum dubium), también conocido como árbol de Artigas o árbol de las flores doradas, es una especie nativa de Sudamérica muy apreciada por su porte majestuoso, follaje frondoso y floración abundante en racimos amarillos. Puede alcanzar entre 15 y 25 m. de altura, siendo ideal para parques, avenidas y jardines grandes.

Recorrer las peatonales del gran San Juan es un deleite bajo la gran sombrilla del follaje de este preciado árbol. Forma un túnel verde que frente a la furia de los rayos solares nos da oxígeno, frescura y esa sensación agradable de verde que es vida. Cada año este increíble árbol va haciéndose más popular porque después de erradicar los árboles viejos, nadie apostaba por su increíble comportamiento, su fácil crecimiento y adaptación al suelo sanjuanino. Suma majestuosidad y color al espacio público.

El ibirá pitá, árbol cuyo nombre botánico es Peltophorum dubium; en la jerga popular quiere decir “de madera colorada’, pero se dice y se escribe con diferentes fonéticas y ortografías: virapitá, ybirá pitá o cañafístula, en Brasil.

En primavera y verano, su copa se cubre de flores intensamente amarillas, que contrastan con sus hojas verdes compuestas, brindando un espectáculo visual único. Además de su belleza ornamental, es un árbol resistente y longevo, utilizado tanto en forestación como en arbolado urbano.

Es de fácil reproducción, basta con juntar o recoger su fruto, una vaina, y sembrar las semillas. Nace y crece con fuerza, pronto alcanza gran altura y a los pocos años florece. Es un importante forestal nativo, con valiosa madera, que proporciona color rojo, dura, de hermoso veteado y corteza de la que se extrae tanino, excelente para curtir pieles finas. Las hojas, semillas y raíces se usan en medicina.

Riego

Requiere riego regular en los primeros años. Una vez establecido, tolera periodos cortos de sequía. Prefiere suelos frescos, aunque soporta condiciones secas.

Luz

Necesita pleno sol para desarrollarse plenamente. No prospera en sombra densa.

Suelo

Profundo, fértil y bien drenado. Tolera suelos pobres y arenosos. Se recomienda enriquecer con compost para mejorar su crecimiento.

Beneficios adicionales 

Árbol de gran porte y sombra fresca. Floración amarilla intensa y ornamental. Ideal para parques, avenidas y jardines amplios. Especie nativa de gran valor ecológico y cultural.

 

 

Por: María Inés Montes
Fotos Daniel Arias