La llegada de Reyes anticipada se vivió en la isla alemana de Langeoog en el Mar del Norte. Una fuerte tormenta inundó las playas con huevos de plástico que contienen juguetes diminutos, para deleite de los vecinos más pequeños de la isla.

Los huevos con instrucciones en el alfabeto cirílico corresponden aparentemente a un contenedor perdido por un buque de carga que se dirigía al puerto alemán de Bremerhaven.

La emisora pública NDR dijo que las autoridades isleñas han convocado a los "huespecialistas": un jardín de infantes local ayudará a recoger el inesperado tesoro antes de que se convierta en un peligro para la fauna.