"No voy a parar, yo no tengo dudas", dice la letra de la exitosa canción "Fanky" y cuanta razón tiene para graficar el presente de Charly García. Luego de su vuelta a los escenarios en febrero, el ex Sui Generis tocó este lunes en el Gran Rex.

Con un repertorio que incluyó temas de Random, el disco que lanzó hace poco más de un año, y muchos de los éxitos de siempre, Charly volvió a emocionar a sus fans que, otra vez, al igual que lo ocurrido en el Coliseo hace poco más de dos meses, se quedaron largos minutos cantando cuando la cortina se cerró definitivamente.

El show comenzó a las 20:50 con una canción que no había interpretado en febrero: "No soy un extraño". Quizás la haya elegido especialmente para esta ocasión porque claro que García no es un extraño para el Gran Rex, que lo tuvo como protagonista en muchas noches históricas. Tampoco es un extraño para la calle Corrientes y menos para las generaciones más jóvenes, que lo adoran tanto como aquellos que disfrutaron su obra desde sus comienzos.

Tras ese arranque, interpretó la conocida "Instituciones" para luego darle lugar a "Cerca de la revolución". Si había algún espectador que todavía estaba sentado en su butaca, con esta canción se levantó, dado que este tema mostró el lado más rockero de Charly, al menos en el arranque del concierto.

"Decían que no podía componer", expresó García, quien provocó la primera gran ovación de la noche antes de presentar "La máquina de ser feliz", uno de los temas más exitosos de su último trabajo discográfico.

La banda que lo acompañó arriba del escenario volvió a sonar muy sólida con el trío de chilenos: Kiuge Hayashida en guitarras, Carlos González en bajo y Toño Silva en batería. También con el "Zorrito" Fabián Quintiero en teclados, y con Rosario Ortega en coros, quien en el Gran Rex –al igual que en el Coliseo- fue más que la segunda voz dado que se mostró como un apoyo permanente a Charly.

Luego llegó el turno de "King Kong", del disco Kill Gil -editado en 2010- para después pasar a "Lluvia", otro de los grandes éxitos de Random.

Lo curioso de la noche, en cuanto a la interpretación de los temas, se produjo en el pasaje entre "Lluvia" y "Rezo por vos", dado que las canciones quedaron enganchadas por medio del teclado del "Zorrito" Quintiero.

Después de "Rezo por vos" y de hacer delirar de nuevo a todo el teatro, Charly agarró la guitarra eléctrica para tocar "Fax U", pieza perteneciente al álbum La hija de la lágrima(1994). Esta canción tampoco la venía haciendo y fue otro de los cambios con respecto al show en el Coliseo.

Posteriormente interpretó "Otro" y "Rivalidad" -ambos de su último disco- pero entre ellos mechó la histórica "Reloj de plastilina", como para que no queden dudas de que la idea era intercalar canciones viejas con algunas de las más nuevas.

Antes de hacer "Rivalidad", Charly lanzó un "rompan todo", quizás como una forma de adelanto de lo que iba a ocurrir varios minutos después: la aparición en el escenario de Billy Bond. (El 20 de octubre de 1972, el líder de La Pesada del Rock and Roll popularizó esa frase y los fanáticos que estaban en el recital hicieron destrozos en el Luna Park).

Después hizo "Yendo de la cama al living" con todo el teatro de pie nuevamente y, sobre el final de ese tema, se prendieron las luces y el Gran Rex entero ovacionó al hombre del bigote bicolor.

"¿Qué piensan de la bachata chicas?", preguntó García; y la gente respondió con un contundente: "Esta es la banda del Say no more". Luego alguien del público le gritó: "Vamos Charly"; y el músico contestó: "¿Dónde querés que vaya", desatando la risa de todos los fans. Ese fue el momento de mayor interacción entre el protagonista y sus fanáticos en toda la noche.

Tras los diálogos con la gente, llegó el turno de cuatro clásicos: "Asesíname", "Me siento mucho mejor", "Promesas sobre el bidet" y "Demoliendo hoteles".

A las 22:00 se cerró la cortina pero todos sabían que iba a haber más. Luego de unos minutos, llegaron "Los dinosaurios", "No importa" y la aparición de Billy Bond. "No tienen idea lo que me ayudó", contó Charly antes de presentarlo. Juntos hicieron "Loco, no te sobra una moneda", canción que habían grabado en Brasil.

Ya era la recta final del recital pero faltaban dos temas históricos: "Funky" y "Nos siguen pegando abajo". A las 22:30 las cortinas se cerraron nuevamente y Charly no volvería. Pero la gente -como hace dos meses- se quedaría cantando sus canciones un rato largo.

En febrero tocó en el Coliseo y había dicho que volvería a presentarse, promesa que cumplió este lunes en el Gran Rex. Lo dijo hace mucho: "No voy a parar, yo no tengo dudas". Y nosotros tampoco las tenemos. ¡Larga vida al maestro!