En su documento de identidad, figura como Alexis Gonzalo Vallejos y que sus amigos y familiares lo llaman así. Pero en la calle y en los escenarios, es Midel. El rapero y cantante nacido en Béccar, provincia de Buenos Aires es una de las figuras emergentes que conforman la gran constelación de voces del trap latino y uno de los pioneros del movimiento urbano argentino.
Hizo sus primeros pasos en el rap y en el freestyle desde los 13 años de edad y fue otra de las caras visibles en la legendaria competencia de El Quinto Escalón, el semillero musical que contuvo a otras estrellas como Duki, Khea y Lit Killah.
En su carrera, las colaboraciones destacadas fueron con Khea, Lucho SSJ, Seven Kayne y Omar Varela. Su hit más representativo es “B.U.H.O” (2017) superando los 78 millones de visualizaciones en YouTube y 45 millones en Spotify. Gran parte de su obra se destaca por combinar letras y sonidos urbanos, beats agresivos y melódicos. Por primera vez, el cantante encabezó la grilla de la segunda edición de JOSEO, el festival de música urbana que tuvo lugar en el Centro Cultural Conte Grand. Con el lema “En Cuyo se respira trap”, este evento sigue promoviendo la participación y la consolidación del género en la provincia y en la región.
En exclusiva, Midel accedió a una entrevista con DIARIO DE CUYO y compartió sus deseos, sus sueños y opinó sobre su idea del éxito, las preocupaciones de los jóvenes y qué lugar ocupa en la escena musical.
– ¿En qué momento artístico está Midel y cómo describís este presente?
– En este momento de mi carrera me siento en un momento muy estable. Más allá de las altas y las bajas y de las reproducciones, me doy cuenta por la cantidad de gente que viene a mis shows en Buenos Aires o en otras provincias. Siento que estoy más sólido y que el camino que tengo está construido y pude formar una identidad musical con la cual la gente se siente identificada. Hace poco, pude tener mi primer sold-out en el sur de Buenos Aires, entonces creo que estoy en cinco años, dando ahora muchos frutos. Desde que llegué a San Juan, tengo muchos mensajes y los saludos de la gente porque tuve la oportunidad de estar un ratito en el centro y el amor que recibí es muy fuerte, es la primera vez que vengo y me siento muy contento. Tengo fe que estará lleno de mucha euforia este show que voy a dar y también habrá mucho sentimiento.
– La senda de la música no es fácil para nadie, siempre tiene sus dificultades, sus retos y desafíos. ¿Cuáles son los tuyos?
– Me queda todavía mucho camino por recorrer, obviamente tengo grandes metas para las plataformas digitales como también en la vida real, en los conciertos. Empecé a los 13 años, tengo 28 casi para 29. Cuento con 5 años de carrera profesional y ya puedo vivir de la música.

– Aunque instalarse en el freestyle, donde hay tantas voces referentes, ¿cómo mantenés los pies en la tierra?
– Bien, bueno los pies en la tierra es una clara frase que la tengo en un tema mío y es lo que me representa. Soy alguien, sin ser más ni menos que nadie. Siempre fui así, creo que tiene que ver mucho con los valores que me inculcaron mis papás. Mientras tenga en claro eso, en cualquier rubro que realice, me irá muy bien. No hace falta nada más. Es como mi emblema. Más allá de la emoción, la exaltación, los regalos, las palabras, las cosas materiales, hay algo que me da una mejor recompensa. Me ha pasado con mi disco ‘Lo complicado de ser simple’. Una chica admiradora, me comentó así, en persona, mano a mano, se animó a decirme que en su soledad que quería suicidarse y que cuando escuchó mi disco, se arrepintió y desistió de esa idea. En el fondo, no me siento un salvador, pero saber que mi música pueda ayudar a la gente, eso ya es un montón. La familia la contuvo y está con tratamiento. Hay cuestiones muy fuertes que suceden.
– ¿Tu propósito en la música es algo más allá que marcar tendencia? ¿Es poder transformar al que te escucha?
– En ese sentido, busco eso. Creo mucho en la responsabilidad de mis letras. Vos escuchás las canciones y más allá que sean trap o cualquier género, intento contarle a la gente las cosas que me pasan y cómo los problemas pueden tener una solución. El dolor no hay que negarlo, no es sano, tampoco hay que apropiárselo. Pero sí hay que transformarlo en algo mejor, más positivo. No tiro manteca al techo, tampoco estoy superposicionado, pero sé que estoy en un lugar, mi casa y estoy tranquilo, vivo solo, tengo mis proyectos, tengo mi home estudio, tengo salud, tengo mi familia, está mi papá y mi mamá, mis hermanos. No me puedo quejar.
– Pero reflejás un signo de esta época, con uno de los problemas que más está afectando a los jóvenes actualmente que es la salud mental.
– Es algo que venimos acarreando hace mucho tiempo. Tuve conversaciones profundas de esta situación con mis papás y mi abuela también, que hace poco falleció. Cuando dejás un problema para tratarlo más tarde, es como que la estirás y le escapás. Todos hacemos eso. La salud mental era algo poco charlado, como la ansiedad. Si no tenés trabajo, no tenés nada que te motive, que no tenés un futuro, eso acumula cosas. Nos fijamos muy poco en las personas. Hay que animarse a hablar los problemas. La falta de sensibilidad se genera porque estamos todo el tiempo con el estímulo de la comparación. Hay comunicadores e influencers, que te tiran muchas cosas que les tenés que creer, pero no se hacen responsables de lo que dicen y expanden. Estamos todos muy apurados y yo creo que las redes tienen un papel en todo esto. No estoy en contra de su uso, pero entiendo que hacen su juego en la comparación absoluta. No falta nada que un día salga un pibe de 8 años que te cuente que tiene tres empresas y te maneja un Lamborghini. No es un chiste, pero me parece claro que no estamos viendo lo bastante lejos que el sistema te empuja y exige que seas alguien exitoso bien rápido en la vida.

– ¿Cómo encontrás las palabras justas para que se hagan poesía en el rap?
– Creo que tiene que ver con los valores que cargás en la vida. Vuelvo de nuevo a mis viejos. Yo hasta los 13 años viví en La Cava, que es la villa más grande de Buenos Aires. Mis viejos se ocuparon bastante de que no pierda la realidad que éramos pobres. No lo pasé mal, obvio que hay muchas carencias como cuando se nos inundaba la casa. Entonces, esas vivencias las llevé al lugar de la serenidad y la tranquilidad. Aunque cuando me toca una batalla, rapeo con todo mi ser, la mente ahí entra en un modo bastante activo. Se me cruzan mil cosas en un instante. Y dejo que todos esos sentimientos fluyan. Lo lindo de todo que se me escapa de una manera sana y constructiva.
– ¿Qué será aquello que te haga mejor?
– Quiero mostrarles que se puede hacer música con rítmica, con una gran energía y no hace falta ser vulgar. Cantar para mí sale de una energía universal que me une con los demás y quiero expandirla de la manera más hermosa posible. Es decir, las cosas que querés salir a defender y que están en el corazón. Ser lo más noble y claro posible.
– ¿Qué proyectos hay en mente para lo que queda del año?
– Sacaré nuevos sencillos. Hace un mes saqué un mixtape de siete temas. Y tendré colaboraciones nuevas con otros artistas que me representan. Serán varias sorpresas.

