El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó que dio positivo la prueba de coronavirus a la que había sido sometido, pero afirmó que se siente "perfectamente bien". "Dio positivo, dio positivo", dijo Bolsonaro, de 65 años, a canales de TV en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, tras lo cual, no obstante, aclaró: "Estoy perfectamente bien". El presidente brasileño dijo que se hizo el test luego de haber comenzado el domingo con una "seria indisposición".

El cuadro se agravó el lunes con "malestar, cansancio, un poco de dolor muscular" y 38 grados de fiebre, agregó el mandatario. Pese a que una tomografía hecha por la tarde en el Hospital Militar no mostró nada anormal, la persistencia de los síntomas hizo que se resolviera hacer la prueba de coronavirus, explicó.

Estados Unidos se retiró formalmente como país de la OMS.

Bolsonaro dijo que se medicó con cloroquina, una droga para la malaria que no se recomienda para el coronavirus, y con el antibiótico azitromicina, y que luego de una segunda dosis de cloroquina, esta madrugada, ya sintió una mejoría. Agregó que, aunque se siente bien, deberá tomar una serie de medidas "protocolares para evitar contaminación a terceros".

Dijo que había recibido el resultado del test hacía una hora y que decidió hacerlo público para que no hubiera ninguna duda sobre su estado: "Estoy en el frente de combate. Yo no huyo de mis responsabilidades". Una de las primeras voces internacionales que reaccionó a la confirmación del caso de Bolsonaro fue la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo con el que el mandatario brasileño mantiene una tensa relación y del que amenazó con retirarse a principios de junio, tras la suspensión de la financiación anunciada por Estados Unidos.

El director de emergencias sanitarias, Mike Ryan, le deseó una recuperación "rápida y completa", y agregó: "Todos estamos potencialmente expuestos y somos igualmente vulnerables", citó la agencia de noticias EFE.

A su vez, el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, reiteró la importancia de "entender la gravedad de este virus y darse cuenta de que ningún país es inmune" y manifestó su deseo de que el mandatario brasileño desarrolle síntomas leves y pueda regresar pronto a su labor.

Tedros recordó que Bolsonaro no es el primer líder político mundial afectado por la pandemia, subrayó que Brasil "afronta difíciles momentos, aunque sus cifras se hayan estabilizado en los últimos días", y que la situación es preocupante "en toda Latinoamérica, donde los casos y las muertes siguen en ascenso, así como en Norteamérica". Bolsonaro ha sido duramente criticado por minimizar la gravedad del coronavirus.