Londres, 29 de abril.- Kate Middleton, que salió dos minutos antes de lo previsto del
hotel Goring, donde pasó su última noche de soltera, escogió un
vestido que resaltaba su figura y estrecha cintura con un amplio
lazo en la espalda y llevaba la cabeza cubierta por un fino velo.

Con un ligero escote en forma de ‘V‘, el vestido de la novia fue
el centro de atención de quienes esperaban el histórico momento en
la abadía de Westminster, a donde Kate, de 29 años, llegó acompañada
de su padre, Michael Middleton, a las 11.00 hora local (10.00 GMT).

A diferencia de la reina de Inglaterra, Isabel II, que lució un
vestido de manga corta en su boda con el duque de Edimburgo en 1947,
Kate Middleton eligió un modelo de manga larga, similar en eso, al
que lució en 1981 la madre del príncipe Guillermo cuando se casó con
Carlos de Inglaterra en la catedral de San Pablo.

La diseñadora Sarah Burton creó para Kate unas ceñidas mangas con
abundante encaje y una cola de 2’70 metros, mucho más corta que el
vestido de novia de Diana, que medía 7,02 metros.

Por su parte, Sarah Ferguson vistió una cola de cinco metros y
dieciocho centímetros en su boda con el príncipe Andrés, tío de
Guillermo, celebrada en 1986.

La hermana de Kate Middleton, Pippa, fue la encargada de sostener
la cola a lo largo de la alfombra roja que cubría el pasillo central
del la abadía de Westminster.

Llamó la atención también el hecho de que Kate hubiera elegido
llevar el pelo suelto, adornado con una diadema Cartier de 1936,
cedida por la Reina, que la había recibido a su vez de la Reina
Madre por su décimo octavo cumpleaños.