Desconsolada y aún en shock por el atentado que dejó al menos 22 muertos y 59 heridos al final de su show en Manchester, Ariana Grande regresó a Estados Unidos. Apenas bajó de un jet privado, la cantante de 23 años se fundió en un largo abrazo con su novio el rapero Mac Miller, según se puede ver en estas fotos difundidas por el diario británico Daily Mail.

 

La joven estrella, que viajó junto a su madre Joan Grande, estaba vestida de negro y llevaba un peluche de unicornio en los brazos. Después del atentado, Grande suspendió su gira europea y aún no hay información sobre las fechas en los próximos meses en Sudamérica.

 

Ariana no volvió a expresarse tras declarar que estaba "quebrada" y "sin palabras" en un tuit horas después del ataque. "Lloramos las vidas de los niños y seres queridos quitados por este acto cobarde", expresó el martes al sitio TMZ su manager, Scooter Braun. Según dijo, Ariana retomará con los conciertos de su gira cuando se sienta "emocionalmente preparada".