El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy que por el momento no pasa por su cabeza ser candidato presidencial en 2022, y criticó con dureza la gestion de Gobierno del presidente Jair Bolsonaro al afirmar que "este país no tiene Gobierno, está desordenado".

"Mi cabeza no tiene tiempo para pensar en una candidatura en 2022", dijo durante una conferencia de prensa que ofreció hoy en las afueras de San Pablo, en su primera aparición pública luego de haber recuperado sus derechos políticos con la anulación de sus condenas en la operación Lava Jato.

El expresidente podría ser candidato en 2022, ya que el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal, anuló todas sus condenas por corrupción justo en el momento más álgido del escándalo de filtraciones que reveló un complot entre el exjuez Sérgio Moro y el grupo de fiscales de la Operación Lava Jato en su contra, y el país sufre un colapso sanitario en la mayoría de sus ciudades y ayer tuvo un récord diario de muertes por coronavirus: 1.972.

"No se por qué la corte decidió ahora, cinco años después de que lo pedi", planteó el exmandatario en su presentación pública en Sao Bernardo do Campo, en el sindicato de metalúrgicos donde el 7 de abril de 2018 se entregó para cumplir una condena en su contra.

"Antes de entregarme dije que la verdad iba a vencer. Tenía tanta confianza y tanta conciencia de lo que ocurría en Brasil que tenía seguridad de lo que iba a ocurrir. Y ese día llegó", dijo Lula al comienzo de su alocución.

"No podemos dejar que Bolsonaro siga gobernando y vendiendo el país, hay que tomar actitud para que el pueblo pueda volver a soñar", enfatizó en otro momento de su mensaje, que incluyó un rotundo reproche al actual mandatario por haber desalentado la vacunación anticovid.

"No hay que hacerle caso al presidente, hay que vacunarse; yo me voy a vacunar en breve", añadió, y en otro orden adelantó que recorrerá el país "como siempre, como lo hago desde 1979".

Brasil profundizó hoy su colapso en el sistema hospitalario con casi todos sus estados en situación de calamidad por falta de camas de terapia intensiva y suma casi 270.000 muertes producto de la Covid-19.

La crisis afecta principalmente a los estados del sur, los tres que limitan con las provincias de Misiones y Corrientes, Parana, Santa Catarina y Río Grande do Sul, cuya población identificada con el bolsonarismo se negó a adherir masivamente a las cuarentenas pero ahora, con bloqueos de circulación, no puede detener los contagios y la suba en las internaciones.

Lula destacó además la "decencia" y el "coraje" del mandatario argentino, Alberto Fernández, por haberlo visitado en plena campaña electoral en su celda de la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil, y también agradeció al papa Francisco por el respaldo durante los 580 días que pasó en la prisión.

"Quiero agradecer al presidente Alberto Fernández. Él tuvo la decencia de que, siendo candidato contra la extrema derecha, tuvo el coraje de ir a la policía federal de Curitiba a visitarme. Incluso le pedí que si quería que no hablara sobre mí para que la extrema derecha argentina no lo perjudique", contó el líder del PT.

El exmandatario iba a brindar declaraciones ayer, pero prefirió esperar para saber si la corte brasileña -como se preveía- tomaba alguna decisión sobre las sospechas de parcialidad que pudo haber cometido el exjuez Sergio Moro para imputarlo y condenarlo por corrupción.

Sin embargo, ese trámite sufrió una postergación debido a que uno de los miembros del Supremo Tribunal Federal pidió un cuarto intermedio sin plazo para analizar el caso antes de emitir su voto.