El expresidente de Brasil, Lula da Silva, recibió el abrazo de sus seguidores luego de dar un emotivo discurso en el que confirmó que cumplirá la condena a 12 años de cárcel y mes por corrupción y lavado de dinero.

Cientos de fanáticos se reunieron en la sede de Metalúrgicos de San Pablo, donde el político de 72 comenzó su carrera. Se vivieron escenas de tensión, de llantos y de emoción.