Los cinco amigos de Rosario que murieron en Nueva York en el ataque terrorista de este martes estaban unidos por su paso por el Instituto Politécnico de Rosario, donde cimentaron una larga amistad. Eran profesionales, en su mayoría arquitectos y empresarios, perfilados por los estudios de esa escuela técnica.

 

Luego de que la Cancillería argentina confirmara que las víctimas fatales en el ataque terrorista en Nueva York son los rosarinos Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, empezaron a conocerse los perfiles de estos hombres de entre 48 y 49 años, que murieron en pleno Manhattan.

 

El avión con el grupo de diez amigos del Instituto Politecnico salió del aeropuerto Islas Malvinas de Rosario el sábado a la tarde. El destino final era Nueva York, aunque antes debían hacer una escala en San Pablo.

 

Erlij, un empresario rosarino, les había pagado el viaje a dos de sus ex compañeros, que por razones personales no podían cargar con los costos del pasaje en esta fecha.

 

Erlij está relacionado a la industria siderúrgica a partir de distintos emprendimientos, uno de ellos la empresa Ivanar, de la que es dueño. Además era socio del Parque Industrial Metropolitano de Rosario. Distintas fuentes precisaron que es un empresario muy conocido en la ciudad, padre de familia y que vivía en el club de campo Kentucky de Funes, ubicado sobre la autopista Córdoba-Rosario.

 

Alejandro Damián Pagnucco, de 49 años, alias Picho, vivía en Funes también, cerca de Rosario.

 

Hernán Ferruchi, otra de las víctimas fatales del ataque terrorista, era arquitecto en Rosario, donde estudió en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tras graduarse en el Instituto Politécnico en 1987, junto con sus amigos que fueron blanco del atentado en Manhattan. Ferruchi es uno de los autores del proyecto de Condominios el Alto, que se encuentra cerca de Puerto Norte, en Rosario, una de las zonas donde se edificaron inmuebles de alta gama por su cercanía al río Paraná.

Esa misma profesión la compartía Diego Angelini, otras de las víctimas, quien tenía un estudio en pleno centro de Rosario, y Hernán Mendoza socio fundador del estudio "Amascuatro".