Su cara llegó a la televisión (con por ejemplo Alejandro Dolina, Roberto Pettinatto, Karina Mazzocco, Guillermo Andino, entre otros famosos de la pantalla chica), su voz a la radio y los encuentros en cafés o su propio consultorio con pacientes o con personas interesadas en plantear sus dilemas de pareja, lo incentivaron para convertir sus conocimiento de psicología en libros y best sellers con seguidores acérrimos y fanáticos convencidos por sus palabras. Gabriel Rolón es un psicoanalista, escritor y cantante, con mucha experiencia por contar.

De hecho, está convencido que "no es cierto que el amor todo lo puede. No es cierto que el que ama no puede engañar. No es cierto que a la relación amorosa no haya que ponerle condiciones. No es cierto que el amor y el deseo vayan siempre de la mano. Pero decir que todo esto no es cierto no implica que sea imposible”. Así lo dice en el epílogo y lo argumenta en su último libro "Encuentros. (El lado B del amor)”. En esta nota un adelanto de su próxima charla en San Juan, el próximo jueves 15 de noviembre, con entrada libre y gratuita. Para corazones abiertos.

-¿Por qué nos enamoramos?

-No todas las personas se enamoran por la misma causa. Podríamos decir que hay impulsos que llevan a la descarga y concreción de los deseos eróticos y que empujan hacia el encuentro con otro. Pero eso no basta para enamorarse, ya que el deseo y el amor no son la misma cosa.

Pero a todos, sin excepción, nos falta algo, sentimos que algo no hay en nuestra vida y que vivimos incompletos. Quizás allí es donde aparece el amor como posibilidad, puramente fantaseada, de llenar ese hueco, de completarnos. Como decía Borges, la ilusión de hacer de dos uno.

-Como aparece en uno de los capítulos de tu libro, ¿todos buscamos esa otra mitad de Aristófanes, aquel griego que planteó el mito de que los Andróginos (formados cada uno de ellos por dos: dos hombres, dos mujeres, o un hombre y una mujer pero que por un enojo de los dioses terminaron por dividirse)?

-Aristófanes, más que buscarla, intentaba explicar el porqué del amor en esa búsqueda de la mitad faltante. Y creo que ese viejo mito de los Andróginos que aparece en El Banquete, de Platón, aun hoy se sostiene en el imaginario de muchos, que siguen buscando su "otra mitad”, la famosa "media naranja”. Y no está mal como ilusión, siempre y cuando tengamos la inteligencia para saber que es una búsqueda destinada irremediablemente al fracaso.


-¿El amor es complitud?

-No. El amor, en su primer momento, en el enamoramiento, genera la ilusión de completarnos. Pero al rato de andar nos damos cuenta de que eso no es así. Y me parece interesante poder pensarlo de esa manera, porque el que le reclame a su pareja que lo complete, generará un estado de tensión y frustración que, seguramente, atentará contra las posibilidades que ese vínculo tiene de hacerlo feliz.

-¿Existe el amor a primera vista? ¿Y el de para toda la vida?

-El amor se construye. Es posible que alguien lo construya con una persona que lo impactó en el primer encuentro y que diga tiempo después, que se enamoró desde que lo vio. Pero lo cierto es que eso sólo puede saberse mucho tiempo después. No alcanza con el impacto inicial, por fuerte que fuere, para hablar de amor.

En cuanto al otro tema, algunos amores pueden durar toda la vida, seguramente, lo que no quiere decir que todos los amores sean para siempre. Que haya personas rubias, no inhabilita la existencia de los morochos.

-¿Los seres humanos somos monogámicos por cuestiones culturales?

-Sí. En el ser humano nada es natural. Ni ser monógamo ni no serlo, ni la fidelidad ni la infidelidad. Todo depende de la cultura en la cual se vive y, por supuesto, de la historia personal de cada sujeto, de cómo ha construido su manera de desear y de amar. En nuestra cultura se apunta hacia la monogamia, pero hay otras donde se puede tener dos, tres o más esposos o esposas, y en esas culturas se percibe como algo extraño nuestra manera de vivir la pareja.

-¿Hay probabilidades de que el deseo no deteriore la historia de una pareja? ¿Cómo se hace?

-El deseo, lejos de deteriorar a una pareja, la engrandece. Lo que sí puede ponerla en riesgo, es la ausencia de deseo, cosa que puede ocurrir ya que ni el amor ni el armado de un vínculo de pareja garantizan que el deseo se va a quedar allí para siempre.

El deseo es móvil y como tal, plantea todo un desafío a cada uno de nosotros.

-¿Por qué las "parejas de antes" duraban para "siempre" y las de ahora no?

-Creo que porque la mujer era más dependiente, soportaba más cosas, no había un permiso social para separarse y la gente aceptaba que si se había equivocado en la elección, o si ya no amaba, debía hacerse cargo y quedarse.

A mí me gusta mucho más este formato que sostiene a una pareja ya no por un mandato ni un juramento, sino por el deseo de estar juntos. Además, lejos de verlo mal, cuando una pareja ya no logra ser feliz juntos, hay que pensar que la separación es también el permiso que alguien se da a intentar nuevamente la posibilidad de ser feliz junto a otra persona.

-¿Todos somos víctimas de los celos? ¿Se supera?

-No todos. Los celos son un modo patológico de relacionarse y, por suerte, muchos no lo sufren.

En cuanto a su superación, como todo en psicología, algunos lo logran y otros no. Depende mucho del esfuerzo que esa persona esté dispuesta a hacer para superar un problema que es suyo. Pero la mayoría prefiere proyectar su frustración y esperar que el otro, a fuerza de renuncias, calme una angustia que le es propia.


-¿Cuándo te hiciste experto en el amor?

-Yo no soy un experto en el amor. De hecho, me llevo con él lo mejor que puedo, no sin sobresaltos, no exento de dolores. Simplemente que, a partir de mi contacto con la gente en el consultorio, en las conferencias, me puse a pensar sobre el tema apoyado en mi teoría, que es el psicoanálisis. Pero animarme a entrar en territorios espinosos y pensar en desmitificar el amor, no me hace un experto ni me deja a salvo de los dolores que genera.


-¿Cuál es el lado "A” del amor?

-Aparece en todos lados. Puede buscarlo donde quiera. En la opinión de los periodistas, en los lugares comunes de la gente que conocemos, en los consejos de los amigos. Es ese que sostiene que el amor es algo maravilloso, que el amor completa, que el enamorado no engaña, que el amor todo lo puede. No es un lado malo de escuchar, al contrario, es agradable sólo que no siempre es verdadero.