Son uvas que además de tener pigmentos en la piel tienen pigmentos en la pulpa. A mediados de 1880, un investigador francés, Louis Bouschet, trabajó junto a su hijo y realizaron cruzamientos entre dos variedades de vid vinífera, una muy productiva y otra con tinte en su pulpa. Logró la variedad que él bautizó Petit Bouschet. Con ella realizó numerosos cruzamientos con otras variedades y los que mejor resultados dieron fueron con la Alicente y la Aspirant, logrando dos nuevas cepas: Alicant Bouschet y Aspirant Bouschet. Tuvo tanto éxito que en Francia se prohibieron por diferentes razones, entre ellas que le daban mucho color a los vinos. En el siglo XX ingresó a la Argentina con el mote de ‘prohibida‘. Existen en el mundo muchas especies de vides y las más conocidas son la vid europea y las vides americanas. A las europeas pertenecen las conocidas Cabernet, Malbec, Syrah, etc. En las vides americanas tenemos la Isabela y Concord, entre otras. Ahora bien, la legislación argentina permite hacer vino sólo con uvas de vid europea. Con todas las otras no. Hay muchos artículos escritos por expertos que argumentan que cómo es posible que se permita hacer vino con uvas que no están permitidas por la ley. Un argumento equivocado.
