Una familia se fue a misa y, en ese rato que estuvieron fuera, ladrones entraron a robarle en su casa en Capital. Al parecer, sedaron al perro y así se llevaron numerosos artefactos, inclusive joyas.
"Estamos cansados de los robos. Esta es calle de nadie, todos los días hay robos en esta zona y no tenemos seguridad", dijo Cristina Díaz, que afirmó que es el cuarto robo que sufren en los últimos años en su casa de calle Sargento Cabral 766 Oeste, en Bº Juan Manuel Estrada, Capital.
Cristina, su marido Carlos Bazán, junto a su hija María y sus cuatro nietos salieron de la vivienda el miércoles a las 20,40. Se fueron en auto hasta Santa Lucía para participar de una misa.
A las 22,10 ya estaban de vuelta, comentaron. Dos cosas llamaron la atención: los reflectores del fondo estaban encendidos y el perro que estaba tirado en el jardín, como semidormido. Al entrar al comedor, vieron el reproductor de DVD sobre la mesa y una puerta trasera abierta y rota. Ahí comprendieron que habían entrado ladrones. Después descubrieron que todos los dormitorios estaban desordenados. A su hija casi le da un ataque, al punto que la tuvieron que llevar al sanatorio. La familia comentó que les sustrajeron una computadora completa con impresora, un televisor, una cámara digital, lociones de todo tipo, carteras, valijas, bolsos y varias alhajas de oro, cuyo valor no podían precisar. Anoche, todavía no sabían qué más faltaba.
